Arconada
El domingo vi el partido Real Madrid/ Real Sociedad, a r¨¢fagas y de refil¨®n, en casa de Carmen Rigalt. Carmen, que es la Virginia Woolf de Majadahonda, est¨¢ escribiendo una novela autobiogr¨¢fica, Las an¨¦monas, donde cuenta, entre otras cosas, c¨®mo se enamor¨® desesperadamente de la compa?era del colegio de m¨¢s edad. Claro que luego se enamorar¨ªa del rector de su Universidad. Las escritoras de Majadahonda se enamoran siempre.Arconada, personaje al que yo no conoc¨ªa en absoluto, parece que es el portero de la selecci¨®n nacional y, por supuesto, es un gran portero, un impecable profesional, esa cosa que yo admiro siempre donde quiera que la encuentro (viejo tic socialista /burgu¨¦s de fe en el trabajo). Arconada trabaj¨® ¨¦l solo contra todo el Real Madrid y bloc¨® o bloque¨® cientos de pelotas. Pero cada vez que evitaba un gol, la movida merengue y madrile?a le obsequiaba con un bote viejo, vac¨ªo. Al final, en los vestuarios, Arconada lo dijo:
-Da asco venir aqu¨ª.
Yo quer¨ªa que ganase el Madrid, claro, siquiera porque Pirri est¨¢ casado con Sonia Bruno, cuyo nombre me devuelve a los primeros reporterismos madrile?os, cuando ella viv¨ªa en la calle de las Azulinas, cerca de Marisol, pero, ante todo, no dejo de admirar y condecorar secretamente con mi adhesi¨®n a cualquier hombre o mujer que hace su trabajo concienzudamente. Madrid, o los socios del Madrid, o los seguidores del Madrid, o ese peque?o grupo de malos aficionados a nada, con su arsenal de botes para premiar los espl¨¦ndidos trabajos de Arconada, son un signo de las cosas, pueden datarnos la incomprenIsi¨®n hacia la periferia y otras formas de ser por parte de un centralismo gamberro que no soporta ni una profesionalidad y personalidad tan evidentes como las de Arconada.
Leo en un libro de entrevistas una conversaci¨®n con John Dos Passos, ya desaparecido:
-Hay muchos cr¨ªticos que han decidido que yo no exista -dec¨ªa el gran novelista yanqui, conservador en la segunda parte de su vida.
O sea, que tambi¨¦n la izquierda, y tambi¨¦n en Estados Unidos, puede premiar con botes viejos, con latas humillantes, el gran trabajo de un gran profesional. As¨ª es el rollo. Vascos, andaluces y catalanes se encuentran hoy con que Su¨¢rez tiene su hombre en cada autonom¨ªa: Rojas en Andaluc¨ªa, Garaikoetxea en Vasconia, Pujol en Catalu?a. No es UCD, porque uced¨¦ existe,m¨¢s como manera-de-estar-en-el-mundo que como partido. Pero son gentes que tienen la misma manera de estar en el mundo que UCD, o muy parecida. Y le dec¨ªa yo a Carmen, entre parada y parada inveros¨ªmiles de Arconada:
-Creo que hubiera sido m¨¢s pr¨¢ctico lo que quiz¨¢ se propon¨ªa Aza?a: ahondar primero la democracia, conseguir de verdad un Parlamento y un Gobierno con contrapeso de izquierdas y decisiones v¨¢lidas, y entonces las autonom¨ªas se habr¨ªan concedido solas, como frutos complacientes.
Pero se han antepuesto los valores locales de una bandera (en el Bernab¨¦ti se ve¨ªan muchas) a los valores universales de la democracia, la libertad, el progreso y la socializaci¨®n de una comunidad. Y entonces las autonom¨ªas est¨¢n saliendo torcidas, contrahechas, raras y, finalmente, sucursalistas en buena medida, derechohabientes de Madrid, como Madrid respecto de cada entidad auton¨®mica. Por lo astutamente que ha parado los goles auton¨®micos, a Su¨¢rez habr¨ªa que premiarle con botes de cerveza.
A m¨ª me gustar¨ªa que Carmen, con Las an¨¦monas, escribiese una buena novela. A m¨ª me gusta que Arconada, desde su porter¨ªa ilesa, haga f¨²tbol mientras los de las latas hacen furbo, como he diferenciado aqu¨ª el otro d¨ªa. A m¨ª me parece que el f¨²tbol, en el furbo, en la pol¨ªtica y en todo, los espa?oles resolvemos la Historia como chapuza. Nuestras chapuzas pasan a la Historia.
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