Antonio y el Ballet Nacional

Como componentes y estudiantes del Ballet Nacional Espa?ol, ante la avalancha de declaraciones publicadas en la prensa por Antonio Ruiz, a ra¨ªz de su nombramiento. como director, creemos necesario puntualizar algunos aspectos de lo publicado, que se refieren tanto a nuestra dignidad profesional como a las actividades desarrolladas hasta el momento por el Ballet Nacional Espa?ol..Nos parece muy respetable el derecho de todo ciudadano a expresar, con absoluta libertad, sus opiniones relativas a sus concepciones art¨ªsticas, e incluso a su intimidad sexual. Sus amores y sus ?conquistas? constituyen un tema personal en el que no queremos entrar. No sucede lo mismo cuando se habla de temas referentes a nosotros, a nuestro trabajo como bailarines, m¨²sicos, cantantes, maestros, core¨®grafos y t¨¦cnicos.

En primer lugar, Antonio Ruiz no tendr¨¢ necesidad de crear una Escuela de Baile, porque ya existe. Una de las primeras medidas, al formarse el Ballet Nacional Espa?ol, fue precisamente la creaci¨®n de esa Escuela y la petici¨®n a todas las diputaciones provinciales de incorporar a la misma a j¨®venes interesados en la danza. En su corto rodaje, ya se han integrado al Ballet Nacional alguno de sus primeros alumnos. En segundo lugar, y sin entrar en el campo de las apreciaciones art¨ªsticas, personales y subjetivas, queremos hacer constar algunos logros de esta primera etapa que nos parecen reivindicaciones que no se pueden olvidar ni perder. Una de ellas es, pese a la opini¨®n de Antonio Ruiz, el tener un local propio, que logramos no fuera un cuchitril, en el edificio del antiguo Hospital Provincial de Madrid, otra es el reconocimiento oficial de nuestro status laboral y profesional con Seguridad Social incluida, condiciones imprescindibles para que pueda desarrollarse con dignidad esa creaci¨®n art¨ªstica en la que Antonio Ruiz est¨¢ tan interesado.

Y por ¨²ltimo, y en tercer lugar, queremos salir al paso de la frivolidad con que Antonio Ruiz habla tambi¨¦n de grandes orquestas, grandes directores, grandes escen¨®grafos para el Ballet Nacional. Esa idea ha estado presente y se ha defendido por todo el Ballet Nacional Espa?ol desde el momento de su fundaci¨®n, pero dif¨ªcilmente se pudo conseguir¨¢n existir grandes dificultades incluso para poder cobrar la n¨®mina correspondiente a algunos meses, pese a haber entregado dinero a la Administraci¨®n como beneficio de los trabajos realizados en sus giras.

y 69 firmas m¨¢s.