Victorino, clave de la temporada madrile?a
Esta tarde, inauguraci¨®n en Las Ventas
En esta ¨¦poca del a?o, los aficionados suelen ir a los toros mirando al ciclo. Por eso tiene tantos tropiezos. Lo hacen para escudri?ar las nubes por si sobreviene el meteoro. Pero si en la temporada madrile?a presente, que es la temporada victorina y empieza hoy, liguen mirando hacia arriba, al llegar a la puerta grande de Las Ventas, se encontrar¨¢n con la sorpresa de un magn¨ªfico artesonado, deslumbrante de dibujo y color, que no es nuevo, sino restaurado. Entre las obras que se han hecho en la plaza se incluy¨® el remozamiento de este artesonado, que estaba lleno de cochambre y, por tanto, es desconocido para casi todo el mundo.
Ya en el tendido, les podr¨¢ deslumbrar el ruedo, puro albero tra¨ªdo de Sevilla, y los fondos ocres de las numeraciones de los tendidos les parecer¨¢n m¨¢s apagadas que antes, pues un poco les mata el color la brillantez del amarillo del redondel. La barrera es casi toda nueva, ojo, reci¨¦n pintada, y los burladeros, tambi¨¦n. Los estribos, que eran de madera, ahora son de hormig¨®n. Aunque no se vea, es conveniente saber, por las consecuencias pr¨¢cticas, que los desag¨¹es del ruedo estaban completamente cegados, y se ha procedido a la total limpieza y reparaci¨®n de aquellos elementos que ya eran inservibles. Se ha acentuado sensiblemente la elevaci¨®n del centro del ruedo, para que la ca¨ªda de aguas sea mayor.Varios tendidos estaban gravemente da?ados en su estructura y han sido reforzados. La cisterna del excusado de la andanada ocho ya fluye a conciencia, previa intervenci¨®n maestra del fontanero. El piso del patio de caballos es de alquitr¨¢n, en sustituci¨®n del terroso que hab¨ªa, y Victorino Mart¨ªn no s¨®lo se complace por ello, sino que exige: ?Quiero este mismo piso para los chiqueros.? Victorino, quieras que no, hombre clave de esta entrante etapa taurina de Las Ventas, vigila y manda. ?All¨ª, en aquella andanada, falta una plaqueta en el techo?, o: ?Bien, ahora me gusta m¨¢s este ruedo, que anteayer estaba duro como una piedra?, o: ?Tanto pienso hay que comprar, y lo quiero para tal d¨ªa.?
Es, dec¨ªamos, la temporada victorina. En ella se puede estrellar Victorino Mart¨ªn, con su leyenda, y se puede estrellar la fiesta misma, o se va a producir -?al fin!- la gran revoluci¨®n, la revoluci¨®n verdadera que quiere el espect¨¢culo taurino, y que s¨®lo est¨¢ en el toro, si se va hacia la autenticidad. Bajo la responsabilidad del ganadero popular ha puesto Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Berrocal la selecci¨®n y compra de las reses. Para empezar -es decir, para hoy mismo, d¨ªa de inauguraci¨®n- ha tra¨ªdo una novillada de Bernardino Jim¨¦nez, guapa y seriecita, terciada en el m¨¢s estricto sentido de la palabra; es decir, que hay dos, dos y dos, con un par de ejemplares preciosos de l¨¢mina y en el tipo -trap¨ªo- que gusta a la afici¨®n madrile?a. El domingo de Resurrecci¨®n tendremos toros de Murteira Grav¨¦, y luego ya se ver¨¢, seg¨²n la empresa decida organizar corridas de toros o novilladas, pero para aqu¨¦llas ya hay comprada una de Garc¨ªa Romero, y para ¨¦stas, una de Branco Nuncio, que no ha venido a la novillada inaugural por problemas de papeleo.
Las ¨²ltimas noticias son que sigue El Pimpi como contratista de caballos. En estos caballos de picar y en el toro estar¨¢ la clave de la lidia. El Pimpi y Victorino tienen la palabra. Este ofrece garant¨ªas: ? Los aficionados pueden confiar en m¨ª, como han hecho hasta ahora.? A las cinco en punto de la tarde -hora lorquiana- tendr¨¢ lugar la inauguraci¨®n. Todos son debutantes: empresa y matadores. Estos, Felipe Gonz¨¢lez, de M¨¦xico; Antonio Amores, de Cantillana, y Rom¨¢n Lucero, de Salamanca. Aqu¨¦lla, Taurina Hispalense, con Mart¨ªn Berrocal al frente. Suerte necesitar¨¢n todos. Para empezar, la propia fiesta.
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