La crisis de UCD, causa principal de la incertidumbre pol¨ªtica que vive la regi¨®n

Un mes despu¨¦s de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum del 28 de febrero en Andaluc¨ªa se vive un clima mezcla de incertidumbre pol¨ªtica respecto al proceso auton¨®mico de expectaci¨®n ante la previsible e inminente aparici¨®n del partido de Manuel Clavero, de escepticismo ante los intentos de UCD de recomponer su imagen y reintegrarse en la pr¨¢ctica de la pol¨ªtica unitaria en el seno de la Junta y, por encima de todo un clima de inquietud ante la situaci¨®n social que preocupa por igual a empresarios y trabajadores y a las propias instituciones de la regi¨®n.

La aparici¨®n de algunos grupos terroristas de corte todav¨ªa folkl¨®rico -Grupos Armados 28 de Febrero, comando operativo 143- la desarticulaci¨®n, la semana pasada, de comandos colaboradores de ETA (pm) en Andaluc¨ªa y una precipitada visita a Sevilla del vicepresidente econ¨®mico del Gobierno, Fernando Abril, que ha dejado perplejos a los medios informativos locales, ante los que manifest¨® que no le parec¨ªa tan grave la situaci¨®n del campo andaluz, constituyen otros tantos factores de preocupaci¨®n en esta regi¨®n. ?Confiemos en que el penetrante olor a azahar que ya se hace presente en nuestras calles y jardines, y el olor a cera de las procesiones de Semana Santa contribuyan a distraer la atenci¨®n?, comentaba un pol¨ªtico sevillano ante un panoram a tal.A nivel pol¨ªtico, la incertidumbre sobre el proceso auton¨®mico viene .en principio determinada por l¨®s recursos contencioso -electorales pend¨ªentes de resoluci¨®n por la Audienc¨ªa de Granada. Pero a nadie se le escapa que va a ser muy dif¨ªcil dar la vuelta a los resultados de la provincia de Almer¨ªa en el supuesto, m¨¢s probable, de que finalmente se alcancen en Ja¨¦n los 1.085 votos que faltan para que prospere el refer¨¦ndum en esta provincia. Sin embargo, el principal factor de inestabilidad pol¨ªtica lo constituye la situaci¨®n interna de UCD, pat¨²do que est¨¢ muy lejos de haber superado la crisis abierta en su seno a ra¨ªz de la decisi¨®n de reconducir el proceso auton¨®mico por la v¨ªa del art¨ªculo 143.

La capacidad de compromiso y de negociaci¨®n de los centristas andaluces est¨¢ erosionada a los ojos de las restantes fuerzas pol¨ªticas y ante la instituci¨®n preauton¨®mica por la experiencia inmediata -desautorizaci¨®n en Madrid de los acuerdos y compromisos adquiridos por UCD en Andaluc¨ªa- y por las luchas internas evidenciadas en la reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo regional celebrado en C¨®rdoba, que ha desembocado en la convocatoria de un congreso extraordinario.

Crisis de autoridad centrista

Todo compromiso de UCD anterior a la celebraci¨®n de este congreso o asamblea es tomado con muchas reservas por las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas, dado que s¨®lo entonces se tendr¨¢ una idea clara del proyecto de UCD para Andaluc¨ªa y tambi¨¦n unos interlocutores perfectamente identificados, hecho que no se da en estos momentos. Para ello ser¨¢ preciso esperar a los d¨ªas 6, 7 y 8 de junio. Demasiado tiempo, seg¨²n el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa.

El lunes pasado, UCD daba un paso importante hacia la normalizaci¨®n de sus relaciones con Ias dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas al sentarse a la mesa de la comisi¨®n permanente de la Junta y suscribir un documento en el que se piden para la regi¨®n las cotas m¨¢s altas de autogobierno que establece la Constituci¨®n, tanto a nivel pol¨ªtico-institucional como anivel de conipetencias, a la vez que se acepta el anteproyecto de Estatuto de Carmona corno texto b¨¢sico de trabajo para la redacci¨®n definitiva de la carta estatutaria. Sin embargo, los dem¨¢s partidos con representaci¨®n en la Junta y el propio presidente, Rafael Escuredo, no ocultan sus temores de estar de nuevo ante papel mojado.

La decisi¨®n de suscribir este documento fue adoptada por los miembros de la comisi¨®n delegada, una especie de ejecutiva regional paralela creada en la reuni¨®n de C¨®rdoba anteriormente citada y que no cuenta con el benepl¨¢cito del aparato del partido, que se ha visto descargado de sus competencias m¨¢s sustanciosas, como son las relaciones con la Junta de Andaluc¨ªa, la elaboraci¨®n del proyecto de Estatuto de Autonom¨ªa o la preparaci¨®n del congreso extraordinario, al que eufem¨ªsticamente se le denomina asamblea regional, para burlar los estatutos de UCD, que no contemplan la posibilidad de celebrar congresos de ¨¢mbito regional.

Pero la autoridad de esta comisi¨®n delegada, que, en lo tocante a las relaciones con la Junta de Andaluc¨ªa, tiene como m¨¢ximo responsable a Jos¨¦ Javier Rodr¨ªguez Alcaide, ha sido cuestionada ante las m¨¢ximas instancias del partido y ante la instituci¨®n pre¨¢uton¨®mica. EL PA?S ha sabido que en la sede central de UCD ha tenido entrada un recurso presentado por militantes de todas las provincias andaluzas en el que, en base a su car¨¢cter estatutario, se impugna la existencia de esta comisi¨®n delegada y la de las tres subcomisiones a ellas adscritas.

Aunque al recurso se ha querido presentar como una manifestaci¨®n espont¨¢nea de la base, por eso no lo firma ning¨²n l¨ªder destacado, a nadie le pasa inadvertido que la base no tiene posibilidad material de ponerse de acuerdo en una regi¨®n, por otra parte tan extensa, como no haya habido un cerebro director de la operaci¨®n. El hecho mismo de que ning¨²n sector reconozca su padrinazgo indica que el recurso tiene pocas posibilidades de prosperar, m¨¢xime cuando la formaci¨®n de la comisi¨®n delegada ha sido inspirada por la secretar¨ªa general de UCD y alentada por el propio Fernando Abril, quien, por otra parte, en palabras de un centrista andaluz, parece decidido a querer ?estar en misa y repicando?, ya que se ha convertido en valedor de Manuel P¨¦rez Millares, presidente en funciones de UCD anda luza, a quien Rafael Arias Salgado, con ese esp¨ªritu fogoso que le caracteriza, pretend¨ªa descabalgar ya del poder regional. La clave de esta animadversi¨®n del secretario general de UCD hacia P¨¦rez Millares viene dada por sus confictivas rellaciones durante la campa?a del refer¨¦ndum andaluz y por la condici¨®n de martinvillista del segundo, que le convierte, desde este momento, en enemigo a abatir de cara al congreso nacional de UCD, a celebrar en octubre pr¨®ximo. La batalla que de aqu¨ª a junio se libra en UCD andaluza tiene mucho que ver con el que, a nivel estatal, se ha comenzado a perfilar de cara al congreso de octubre.

La batalla andaluza

Si se tiene en cuenta que la crisis del partido ha venido delencadenada precisamente por el tropiezo andaluz, al que han seguido los reveses vasco y catal¨¢n, se comprende que sea preciso referirse a Madrid y a la lucha, que all¨ª se libra para lograr entender la batalla de la UCD andaluza. Al igual que sucede en Madrid, nadie en Andaluc¨ªa quiere hacerse responsable del desastre, pero todos quieren rentabilizar los despojos en provecho propio para afianzar las posiciones respectivas.

Todos coinciden en afirmar que ?el partido tiene que cambiar; esto no puede seguir as¨ª?, pero todos quieren ser los dirigentes de esa operaci¨®n de cambio, como si nada hubieran tenido que ver en la marcha de los asuntos centristas hasta el d¨ªa de hoy. Esta traslaci¨®n constante de las responsabilidades de la crisis que se ha visto en Madrid entre martinvillistas, democristianos, liberales, socialdem¨®cratas y la llamada guardia pretoriana del presidente Su¨¢rez, tiene id¨¦ntico reflejo en Andaluc¨ªa.

Manuel P¨¦rez Millares, vicepresidente en funciones de la UCD despu¨¦s de la dimisi¨®n de Manuel Clavero, coordinador de la campa?¨ªa de propaganda del refer¨¦ndum, sostiene ahora, y as¨ª lo declaraba esta misma semana a EL PA?S, que el resultado era previsible, porque se hab¨ªa generado una din¨¢mica emotiva que hab¨ªa identificado el s¨ª y eI no en el refer¨¦ndum con el s¨ª y el no, a Andaluc¨ªa; que no se midieron bien las consecuencias que iba a acarrear la dimisi¨®n de Manuel Clavero y que la campa?a fue insuficiente, corta, tard¨ªa y de contenido totalmente desafortunado. P¨¦rez Millares se descarga de toda responsabilidad en la campa?a porque, pese a haber sido designado coordinador de la misma, afirma haber estado sin despacho en Madrid durante diez d¨ªas y haber sido desplazado, en lo tocante a la organizaci¨®n de la campa?a, por el secretario general de UCD, Rafael Arias Salgado.

Al parecer, la raz¨®n de la dimisi¨®n de P¨¦rez Millares cuatro d¨ªas antes no est¨¢ relacionada s¨®lo con un cheque de veintitr¨¦s millones de pesetas que habla recibido de Fernando Abril como garant¨ªa de la cobertura operativa de la campa?a y cuya entrega le fue exigida por Arias Salgado, sino tambi¨¦n porque el secretario general de UCD tom¨® directamente las riendas de la campa?a de UCD, hasta el punto de no invitar a P¨¦rez Millares a una reuni¨®n clave en la que se dise?¨® la gran ofensiva final, pese a que el hasta ese momento coordinador oficial de la campa?a le hizo llegar un mensaje a Arias Salgado comunic¨¢ndole que estaba esperando en un despacho inmediato.

Ese mismo d¨ªa P¨¦rez Millares puso una carta de dimisi¨®n como presidente en funciones de UCD, gesto que no se conoci¨® hasta el d¨ªa siguiente a la celebraci¨®n del refer¨¦ndum y que fue interpretado en algunos c¨ªrculos como un intento de eludir responsabilidades y ponerse a salvo de la guerra que se avecinaba en la UCD andaluza. La reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo regional, celebrada en C¨®rdoba el d¨ªa 9 de este mes, evidenci¨® que nadie estaba dispuesto a cargar con las consecuencias del fracaso andaluz. Tambi¨¦n qued¨® claro en esa reuni¨®n que la lucha interna por el poder en el partido iba a desplazar a un segundo plano al propio tema auton¨®mico.

Tanto los que se caracterizaron por la participaci¨®n activa en la defensa de la autonom¨ªa por la v¨ªa del art¨ªculo 143 -P¨¦rez Millares, Francisco de la Torre, Gim¨¦nez Blanco, S¨¢nchez Faba, Morillo-, como el que opt¨® por gestos favorables al s¨ª -que es el caso de Pedro Valdecantos, senador por C¨¢diz- o los que prefirieron poner tierra por medio, como Rodr¨ªguez Alcaide, que se fue a Alemania, o Miguel S¨¢nchez Montes de Oca, que se fue a Par¨ªs, todos coinciden en afirmar ahora sus profundas convicciones autonomistas. Todos hablan de alcanzar el m¨¢ximo techo auton¨®mico que permite la Constituci¨®n y de asamblea legislativa elegida por sufragio universal y directo.

Hasta qu¨¦ punto la cuesti¨®n de la autonom¨ªa ha pasado a un segundo plano lo viene a demostrar el hecho de que el sector llamado autonomista es ahora aliado de Arias Salgado y Fernando Abril, que, junto a P¨¦rez Llorca, pilotaron la operaci¨®n del frenazo andaluz. Es verdad que Mart¨ªn Villa dise?¨® toda la operaci¨®n de reconducci¨®n de las autonom¨ªas por la v¨ªa del art¨ªculo 143, pero tambi¨¦n es cierto que en el mes de noviembre afirmaba en una reuni¨®n restringida que tal vez no habr¨ªa m¨¢s remedio que transigir por el tema andaluz con la condici¨®n de que no hubiera elecciones al Parlamento regional hasta 1983.

Esta alianza de los que se descomprometieron con el 143 en Andaluc¨ªa -Rodr¨ªguez Alcaide y S¨¢nchez Montes de Oca- con el eje Arias Salgado-Abril Martorell, aunque este ¨²ltimo intenta jugar todav¨ªa a la conciliaci¨®n de los dos sectores antag¨®nicos y el comentario de un hombre pr¨®ximo a la secretar¨ªa general de UCD en el sentido de que la operaci¨®n andaluza ha sido un montaje de Mart¨ªn Villa para desprestigiar a Su¨¢rez y hacerse con el partido, constituyen las claves de lo que est¨¢ pasando en la UCD andaluza: todo se limita a una lucha por el poder de cara al congreso de octubre. Si en Madrid se apoya a los que menos se comprometieron en la defensa del 143 y se les perdona debilidad tal, no es s¨®lo por la convicci¨®n de que hay que cambiar de imagen, sino porque a trav¨¦s de ellos y de la comisi¨®n delegada, promovida por Rodr¨ªguez Alcaide, es posible una operaci¨®n para desbancar a los hombres instalados en el aparato del partido a nivel provincial y regional. Esto explica que el sector autonomista formulara en la reuni¨®n de C¨®rdoba una propuesta tan poco acorde con el principio de descentralizaci¨®n, como es la de que la comisi¨®n delegada la nombrara Madrid, frente a los que abogaban por que la designara el comit¨¦ ejecutivo regional.

Esta alianza moment¨¢nea del sector pilotado por Rodr¨ªguez Alcaide y S¨¢nchez Montes de Oca con la secretar¨ªa general de UCD tiene, de todos modos, un futuro incierto, ya que, si bien en esta fase concreta de lucha por el poder sus intereses son coincidentes (desplazar en Andaluc¨ªa al sector por ellos denominado azul-cristiano y tambi¨¦n calificado de reedici¨®n del Movimiento Nacional), el planteamiento del sector llamado andalucista-progresista exige una profundizaci¨®n de la democracia interna y una descentralizaci¨®n del poder del partido que nada tiene que ver con la pr¨¢ctica del actual secretario general de UCD.

Algunos miembros de este sector han manifestado que no est¨¢n dispuestos a militar en un partido que no tenga en cuenta que en un Estado autonomista s¨®lo caben partidos organizados en base a una estructura regional aut¨®noma y que, por lo que hace a Andaluc¨ªa, no es posible otro emplazamiento ideol¨®gico que no sea un progresismo avanzado.

El planteamiento de este sector exige la modificaci¨®n de los estatutos de UCD en temas como el de la elecci¨®n del presidente de la regional, que ahora corresponde al comit¨¦ ejecutivo regional, mientras ellos defienden que sea elegido directamente por la asamblea. En opini¨®n de Rodr¨ªguez Alcaide, los actuales estatutos de UCD frenan totalmente el ejercicio de la democracia interna, ya que no existe pr¨¢cticamente la elecci¨®n directa de cargos. Esto conduce a elecciones de segundo y tercer grado que refuerzan cada vez m¨¢s la l¨ªnea mayoritaria en detrimento de las posiciones minoritarias y criticas. Si adem¨¢s, a nivel provincial, se asiste, como en el caso andaluz, al desembarco de pol¨ªticos madrile?os que luego ejercen la procuradur¨ªa pol¨ªtica en favor de sus protegidos, se llega, en opini¨®n del senador Pedro Valdecantos, al tipo de partido que es UCD en Andaluc¨ªa.

Toda esta batalla interna y la duplicidad de funciones comisi¨®n delegada, por un lado, y comisi¨®n permanente del ejecutivo regional, por otro, inducen a los dem¨¢s partidos a dudar de la capacidad de compromiso de UCD en este momento. El mismo d¨ªa que se constitviy¨® la comisi¨®n delegada P¨¦rez Millares fue a visitar a Rafael Escuredo para explicarle que su partido no estaba en interinidad, como lo demostraba la permanencia del presidente del comit¨¦ ejecutivo; se presentaba corrio interlocutor v¨¢lido) cuando la comisi¨®n delegada hab¨ªa recibido el mandato de negociar con la Junta.

La crisis abierta en el mapa poI¨ªtico andaluz por el refer¨¦ndum contin¨²a sin resolverse, y por lo que respecta a UCD, podr¨ªa traducirse todav¨ªa en un nuevo desgarramiento del partido, ya que algunos diputados, alg¨²n senador y alg¨²n cargo pol¨ªtico provincial ya est¨¢n confesando su intenci¨®n de rcimper con UCD como no se deczirite como fuerza progresista-autonomista y si rio se va a la descentralizaci¨®n del poder del partido. Tanto Manuel Clavero como Alejandro Rojas Marcos siguen muy de cerca esta batalla.

Inter¨¦s por la actuaci¨®n de Clavero

En medio de esta situaci¨®n son rriuchos los andaluces que vuelven los ojos hacia el PSA y hacia Manuel Clavero. Unos, porque conf¨ªan en que el espacio pol¨ªtico dejado por UCD puede conducir a la moderaci¨®n del partido andalucista, y otros, porque entienden que s¨®lo un partido de centro es capaz de llenar ese vac¨ªo: ¨¦stos son los que alientan a Manuel Clavero para que d¨¦ ese paso definitivo que tanto le est¨¢ costando.

Despu¨¦s de los resultados electorales del Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, el ex dirigente centrista ha encontrado un argumento m¨¢s que a?adir a los que ven¨ªa manejando, es decir, la imposibilidad de UCD de recuperar su anterior espacio y la necesidad de aprovechar el momento de prestigio personal que atraviesa desde su actitud ante el proceso auton¨®mico.

La situaci¨®n de Manuel Clavero, descrita por alguien embarcado en el proyecto es la siguiente: le sobran razones para organizar el partido; le sobran tambi¨¦n consejos, provenientes de los m¨¢s diversos sectores, desde el empresariado y un sector de la Iglesia, que observan con preocupaci¨®n la debacle de UCD, hasta el aliento del PSOE, que ve en Manuel Clavero la posibilidad de devolverle al partido del Gobierno la pelota que le pas¨® con el PSA, as¨ª como la posibilidad de liberarse de sus compromisos con el PCE de cara a la formaci¨®n de un futuro Gobierno aut¨®nomo; tendr¨ªa, por otra parte, las personas justas para ponerse a trabajar en todas las provincias andaluzas, salvo Almer¨ªa y C¨®rdoba -aqu¨ª est¨¢ a la expectativa de lo que pase en UCD-, y le faltan medios econ¨®micos. La financiaci¨®n del partido es lo que le tiene frenado.

En las cuentas de Manuel Clavero entran, al margen de los gastos fijos de mantener una estructura regional, la comparencia a corto plazo en tres confrontaciones electorales: Parlamento espa?ol, municipales y Parlamento andaluz, si lo hay para el a?o 1983. Una campa?a de propaganda en una regi¨®n tan grande, que es como Portugal, no cuesta menos de sesenta millones de pesetas actuales si se quiere hacer con una m¨ªnima presencia. Sobre el ¨¢nimo del profesor Clavero gravita el fantasma de alg¨²n proyecto pol¨ªtico que yace sepultado bajo la ruina econ¨®mica de algunos hombres a los que se les pronosticaba un brillante futuro.

Sin embargo, parece que Manuel Clavero ya tiene asegurada una financiaci¨®n m¨ªnima. Entre sus entrevistas ¨²ltimas figuran adem¨¢s de una con el obispo Montero, las de algunos destacados l¨ªderes de la patronal andaluza, que el pasado viernes habr¨¢n tenido oportunidad de o¨ªr, por boca de una representaci¨®n de la patronal catalana Fomento del Trabajo, su experiencia en las elecciones al Parlamento catal¨¢n.

La preocupaci¨®n en el sector empresarial andaluz es enorme, porque UCD ya no se les ofrece como un valor seguro. El presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Sevilla (CES) y vicepresidente de la patronal andaluza manifestaba a EL PA?S su inquietud por la trayectoria de UCD en la regi¨®n: ?Sab¨ªamos que el hundimiento de UCD en Andaluc¨ªa era inevitable, porque si lo hubiera querido hacer mal no le habr¨ªa salido mejor.? En su opini¨®n, el partido del Gobierno ha dejado un vac¨ªo pol¨ªtico que alguien va a tener que llenar, y desde luego no es la izquierda la llamada a cubrir ese espacio.

Seg¨²n Salas, el empresariado contempla con expectaci¨®n e inter¨¦s el proyecto de Clavero ?Cuando se concrete veremos? a?adi¨®. ?Esto no quiere decir que el empresariado vaya a jugar en e partido de Clavero, porque nos confesamos apartidistas, y s¨®lo somos beligerantes con aquellos que niegan la libertad de mercado, pero l¨®gicamente vemos con bueno ojos a un partido que asuma esto planteamientos. ?

En medios centristas se ha llega do a afirmar que un importante constructor sevillano le hab¨ªa ofrecido cincuenta millones de pesetas Preguntado al respecto, Manuel Clavero manifest¨® que Gabriel Rojas es un buen amigo suyo, pero que no ha entrado en contacto con ¨¦l para nada relacionado con el partido.

Si las conversaciones que est¨¢n manteniendo estos d¨ªas fructifican en abril habr¨¢ un nuevo partido en Andaluc¨ªa, para gran disgusto de PSA. Manuel CIavero afirma no saber todav¨ªa c¨®mo se llamar¨¢ esa nueva formaci¨®n, pero asegura que ser¨¢ un partido progresista, porque en Andaluc¨ªa no cabe otra opci¨®n Si el. empresariado, fundamental mente el agr¨ªcola, se lo consiente de esta forma dejar¨ªa abierta la puerta a ese sector cr¨ªtico de UCE que, de no triunfar en Andaluc¨ªa amenaza abiertamente con abandonar el partido. Al parecer, est sector tambi¨¦n ha mantenido contactos con el PSA.