Biling¨¹ismo

Veinte a?os en mi Ciudad natal del Cant¨¢brico, otros dos en tierras burgalesas y catorce en Barcelona no me han hecho adquirir un sentimiento nacionalista; comprendo a los que as¨ª se sienten, pero no me identifico con su actitud. Supongo que esto mismo les debe ocurrir a bastantes de los dos millones de inmigrantes que estamos en Catalu?a. Sin embargo, en su momento, comprendimos la injusticia que el franquismo hab¨ªa cometido con el pueblo catal¨¢n, y a la par que luch¨¢bamos por recobrar las liber tades democr¨¢ticas, tambi¨¦n lo hac¨ªamos codo con codo con los catalanes para borrar las injusticias cometidas contra ellos espec¨ªfica mente. Despu¨¦s pasaron los a?os y, una vez instalados los partidos de izquierda en el poder de la Generalidad y en la mayor¨ªa de los ayuntamientos, constatamos con amargura que se dedican a pactar con la burgues¨ªa nacionalista y hacer una pol¨ªtica donde privan antes los planteamientos nacionalistas que los de clase.En otros terrenos, como en el de la ense?anza, se est¨¢n dando algunas actuaciones muy preocupantes; me limitar¨¦ a exponer una experiencia bastante ilustrativa. Mi mujer, yo y todos nuestros familiares hablamos en castellano. Cuando ha llegado el momento de buscar una guarder¨ªa para nuestro ni?o de cerca de dos a?os, hemos intentado encontrar alguna en la que se le empiece ense?ando en castellano como primera lengua y luego, progresivamente, el catal¨¢n, pues somos conscientes de que lo mejor para ¨¦l es que sepa expresar se correctamente en ambos idiomas. A pesar de visitar siete u ocho guarder¨ªas, en todas ellas la ense?anza y el trato colectivo ha de hacerse en catal¨¢n. Las razo que nos han dado no nos han c vencido, pues pensamos que la quisici¨®n del lenguaje tiene

importancia b¨¢sica y que el cho que nuestro hijo puede sufri cambiar de un idioma a otro, p empieza a expresarse rudimer riamente en castellano, puede muy grande.

Recientemente asistimos a charla-coloquio sobre biling¨¹ismo y educaci¨®n, dada por representantes de uno de los m¨¢s importantes movimientos de renovaci¨®n pedag¨®gica, el Rosa Sensat. Cuando expusimos nuestros problemas, estos representantes mantuvieron la idea de que la actitud de dichas guarder¨ªas era correcta. Las razones para defender esa posici¨®n fueron m¨¢s bien nacionalistas y sociopol¨ªticas que pedag¨®gicas o cient¨ªficas. Salimos de esta reuni¨®n bastante indignados y desesperanzados, pues cre¨ªamos que estaba fuera de toda duda el derecho tienen los ni?os a ser educados en su lengua materna y no esper¨¢bamos que gente que se dedica a mejorar la ense?anza propusiera como soluci¨®n del biling¨¹ismo tan f¨¢cil, pero tan injusta, como la de optar por que en las guarder¨ªas se ense?e en un solo idioma.

Ahora se habla mucho de romper la convivencia que hay entre las dos comunidades ling¨¹¨ªsticas que viven en Catalu?a. S¨®lo con el respeto mutuo a las personas independientemente de su origen, etnia o lengua, y a las culturas integran este mosaico que es Barcelona, se lograr¨¢ de verdad integraci¨®n y convivencia.