Los psic¨®logos, pendientes de que se regule el procedimiento para su colegiaci¨®n

Los psic¨®logos tendr¨¢n en breve su colegio profesional tras su aprobaci¨®n, pr¨¢cticamente por unanimidad, en el Congreso y Senado a mediados del pasado noviembre. La ley que regula su creaci¨®n fue el resultado de una lucha reivindicativa de cinco a?os llevada en su ¨²ltima fase desde secciones profesionales, creadas al amparo de los colegios de doctores y licenciados, que actualmente se han transformado en comisiones gestoras entre tanto el Ministerio de Universidades publica una orden ministerial que regule el procedimiento de colegiaci¨®n de estos 12.000 profesionales.

Con este motivo, tuvo lugar un acto acad¨¦mico en el aula magna de la Universidad de Valencia, donde el secretario de la comisi¨®n, Vicente Bermejo, present¨® el balance de este movimiento en favor del reconocimiento del psic¨®logo como profesi¨®n diferenciada del campo de actuaci¨®n de psiquiatras y pedagogos, y adelant¨® la creaci¨®n de una facultad independiente en el distrito universitario de Valencia.El primer paso a favor de esta delimitaci¨®n profesional se dio en las Cortes franquistas, cuando el procurador Ezequiel Puig y Maestro Amado elev¨® un ruego al Gobierno para que se reconociera la titulaci¨®n de psic¨®logo, se creara un colegio y, al mismo tiempo, fuera incluido en las ordenanzas laborales que le afectaban. Pero esta actuaci¨®n de junio de 1975 no tuvo secuelas, pues hasta que no se asent¨® la segunda legislatura del nuevo Parlamento democr¨¢tico el tema qued¨® en hibernaci¨®n.

Entre tanto, se nombr¨® una comisi¨®n para negociar la creaci¨®n del colegio, adopci¨®n de medidas contra el paro y reconocimiento de facultades independientes. Esta v¨ªa administrativa fue respaldada por acciones reivindicativas en la calle y medios de comunicaci¨®n impulsadas desde las secciones de psic¨®logos, abiertas bajo la tutela de los colegios de doctores y licenciados. ?Desde entonces?, comenta el secretario de la secci¨®n valenciana, ?hemos podido conocer el color gris de los pasillos administrativos, de los escritos y respuestas mecanografiados que dilataban toda respuesta a una urgencia ya entonces inaplazable.?

Los debates parlamentarios reflejaron la importancia de encontrar la ubicaci¨®n de los estudios de psicolog¨ªa en el sistema educativo espa?ol y su delimitaci¨®n con ¨¢reas afines, como Ciencias de la Educaci¨®n, para evitar intrusismo profesional. Ahora bien, se subray¨® la inutilidad del reconocimiento profesional si no se creaba paralelamente una infraestructura adecuada en los ¨¢mbitos escolar, industrial y cl¨ªnico para ofrecer puestos de trabajo. Por otra parte, se destac¨® la unanimidad conseguida por los partidos, pese a tratarse de un proyecto de la oposici¨®n y el primero presentado por los comunistas que se aprobaba en el Parlamento.

Los aspectos m¨¢s destacados de la ley se refieren al car¨¢cter estatal, en su primera fase, del Colegio; obligatoriedad de colegiarse para poder ejercer la profesi¨®n; tutela por parte del Ministerio de Universidades e Investigaci¨®n, y titulaci¨®n necesaria para ingresar como colegiado. Mientras se publica la orden ministerial que regule su estatuto y, por tanto, establezca el sistema de elecci¨®n de sus representantes, la antigua coordinadora estatal de secciones se ha convertido en junta provisional, donde Madrid, Catalu?a y Pa¨ªs Valenciano disponen de trece miembros, y quince, el resto de regiones.