La pareja sueca prefiere probar antes de casarse

Primero, vivir juntos, y, despu¨¦s de casarse. Tal parece ser la filosof¨ªa que se ha impuesto progresivamente en la pareja sueca, seg¨²n las conclusiones del Instituto Sociol¨®gico de Upsala, que ha investigado el problema.

Esta tendencia, que comenz¨® a hacerse evidente en la d¨¦cada de los sesenta, alcanz¨® su pico m¨¢s alto de mediados del setenta y se mantiene con peque?as oscilaciones. En siete a?os el n¨²mero de casamientos legales disminuy¨® en un 40%. Las causas son diversas, pero atribuye gran influencia a la actitud de la sociedad sueca, que considera totalmente normal que dos personas vivan juntas sin es casadas. Esta ausencia de coacci¨®n social facilita a su vez a los individuos la puesta en pr¨¢ctica de una experiencia matrimonial sin condicionamientos legales hasta estar relativamente seguros de que la elecci¨®n de la pareja ha sido correcta.

Al cabo de siete u ocho a?os, si la experiencia ha resultado satisfactoria y hay bastante seguridad su estabilidad afectiva, los c¨®nyuges deciden casarse, generalmente cuando el primer hijo alcanza edad escolar. Curiosamente, la mayor¨ªa lo hace con ceremonia religiosa. La decisi¨®n de casarse, una vez pasada ?la prueba? radica, por una parte, en que el consenso general de que la situaci¨®n normal debe ser el matrimonio legalizado y, por otra, que si bien no hay compulsi¨®n social, las disposiciones legales no son las mismas en ambos casos.