La mujer tiene los mismos derechos que el hombre en la Kabilia argelina

Una multitud compuesta por varios millares de personas, seg¨²n las estimaciones dadas por fuentes oficiales, ha protagonizado, en la capital de Kabilia, una contra-manifestaci¨®n de apoyo al r¨¦gimen y a la ?unidad de los argelinos?, en respuesta a los actos de protesta de los estudiantes de origen kabile, en las universidades de Argel y Tizi-Uzu. Ayer, ambos centros docentes permanecieron en calma coincidiendo con el fin de semana isl¨¢mico. Las autoridades civiles y militares de la regi¨®n de Kabilia secundaron la manifestaci¨®n organizada en Tizi-Uzu, a instancias de los responsables locales del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN) argelino.

Una quinta parte de la poblaci¨®n argelina, cifrada en cerca de diecinueve millones de personas, se estima emparentada con el particularismo berebere, aunque s¨®lo un ¨ªnfimo n¨²mero haya logrado, a juicio de los etn¨®logos, preservar sus caracter¨ªsticas hist¨®ricas fundamentales y su base de organizaci¨®n social, en la que la mujer dispone de derechos jur¨ªdicos id¨¦nticos a los del hombre, en regiones monta?osas de acceso dif¨ªcil, como la regi¨®n de Kabilia.De una superficie de 6.000 kil¨®metros cuadrados, limitada por el mar Mediterr¨¢neo, el valle de la Summam (donde tuvo lugar el primer congreso constitutivo del Frente de Liberaci¨®n Nacional, FLN, en 1956) y la importante cadena monta?osa del Djurdjura, con las elevaciones m¨¢s altas del norte de Africa (pico de Leila Khedidja, de 2.300 metros), la Gran Kabilia se forj¨® una larga tradici¨®n de rebeld¨ªa contra la invasi¨®n ¨¢rabe, iniciada en el a?o 680, en primer t¨¦rmino, contra la ocupaci¨®n colonial francesa, emprendida en 1857, posteriormente, e invariablemente contra toda tentativa de arabizaci¨®n y de asimilaci¨®n cultural.

Cerca de tres millones de personas integran la etnia kabilia, descendientes de las antiguas legiones romanas y de los primeros habitantes bereberes, hombres y mujeres de tez blanca y cabellos rubios o pelirrojos, de rasgos fundamentalmente distintos a los de otros grupos bereberes de Argelia, como los tuaregs, los mozabitas y los chauias.

A pesar de ser musulmanes, la pr¨¢ctica del Islam hecha por los bereberes, dispersados en una vasta zona geogr¨¢fica que se extiende del este de Egipto al sur de Niger, integra residuos de sus antiguas religiones, practican el culto de los ?hombres santificados? (o marabuts) y sus reglas de derecho ancestral predominan sobre la propia ley cor¨¢nica, generalmente mal asimilada.

De este gran conglomerado ¨¦tnico, los kabilios constituyen un ?mundo aparte? en el este de Argelia. Sus trazos esenciales son el sedentarismo pronunciado, que se traduce en una de las densidades demogr¨¢ficas m¨¢s altas del pa¨ªs (m¨¢s de quinientos habitantes por kil¨®metro cuadrado) y una forma de organizaci¨®n social que, no obstante estar centrada en la jerarqu¨ªa patriarcal, permite a todos los adultos, sin distinci¨®n de sexo, el participar en las asambleas de cada poblado (Tadjemath).

En la Argelia moderna, los kabilios, generalmente mon¨®gamos, han participado activamente en el movimiento de liberaci¨®n, presentando una resistencia enconada a todas las tentativas hechas por la Administraci¨®n francesa de desarrollar una conciencia nacionalista ber¨¦ber, por oposici¨®n al propio nacionalismo ¨¢rabe-musulm¨¢n argelino. El particularismo kabile se enmarca, esencialmente, en su voluntad irredentista de defender su propia identidad cultural. La ¨²ltima de sus rebeliones fue realizada en 1963, contra el presidente Ahmed Ben Bella, y dirigida por el coronel Mohand el Hadj y uno de los ?hist¨®ricos? del FLN, Hocine Ait Ahmed.

Este ¨²ltimo, exiliado actualmente en Suiza, encabeza el llamado Frente de las Fuerzas Socialistas, al que se le ha implicado en algunas tentativas tendentes a un ?separatismo kabilio?.

A prop¨®sito de las diversidades regionales, el r¨¦gimen argelino ha reprochado insistentemente al observador extranjero el ?no haber sabido comprender? que ¨¦stas forman parte de los integrantes de la verdadera personalidad nacional argelina y confieren al argelino sus cualidades aut¨¦nticas. La tesis tendente a acreditar que no existe el ?verdadero argelino?, en la medida en que el pa¨ªs es una mezcla de poblaciones repartidas entre kabilios, ¨¢rabes, chauias, etc¨¦tera, es condenada por los dirigentes de Argelia, quienes subrayan que en la Argelia revolucionaria y socialista ?han sido suprimidas todas las disparidades regionales?.