Homenaje a Juan D¨ªaz del Moral, precursor de la historiograf¨ªa moderna
C¨®rdoba y Bujalance honran la memoria del intelectual
Conferencias, mesas redondas, conciertos, proyecciones cinematogr¨¢ficas, concursos y la inauguraci¨®n de un monumento formar¨¢n el homenaje que a partir del pr¨®ximo d¨ªa 19, y durante una semana, tendr¨¢ lugar en C¨®rdoba y Bujalance a la figura del que fue notario de esta localidad, diputado, historiador y destacado intelectual. Juan D¨ªaz del Moral. D¨ªaz del Moral, ?adelantado de la historia social?, como le calificaba Manuel Tu?¨®n de Lara recientemente (v¨¦ase EL PA?S de 13 de abril), fue un precursor de la moderna historiograf¨ªa espa?ola.
Natural de Bujalance (C¨®rdoba), donde naci¨® en 1870, en el seno de una familia de labradores republicanos tradicionales, estudi¨® segunda ense?anza en C¨®rdoba y Filosof¨ªa y Derecho en la Universidad de Sevilla, obteniendo premios extraordinarios en ambas licenciaturas y doctorados. Obtuvo en 1898, con el n¨²mero uno, la plaza de notario en su pueblo natal, donde permaneci¨® hasta 1935, fecha en la que se traslad¨® a una notar¨ªa de Chamart¨ªn de la Rosa, en Madrid. Despu¨¦s de la guerra civil fue depurado por el Tribunal de Responsabilidades Pol¨ªticas y trasladado a la notar¨ªa de Caravaca (Murcia) hasta su jubilaci¨®n, en 1945, falleciendo en Madrid tres a?os despu¨¦s.Junto con las autoridades de Bujalance y C¨®rdoba, asistir¨¢n y participar¨¢n en el homenaje el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, el alcalde y presidente de la Diputaci¨®n de C¨®rdoba y una serie de historiadores e intelectuales: Tu?¨®n de Lara, Jacques Maurice, Jos¨¦ Vergara, Ballar¨ªn Marcial, Sevilla Guzm¨¢n, Cazorla P¨¦rez, Tom¨¢s Garcia, Juan Antonio Lacomba, Justino de Azc¨¢rate, Julio Caro Baroja, ?lvarez Junco, Calero Amor, Bernal y J. J. Castillo.
En la vida de D¨ªaz del Moral fue decisiva la influencia de su maestro en la Universidad de Sevilla, Francisco de Castro, cuya amistad con miembros del movimiento krausista y la Instituci¨®n Libre de Ense?anza pas¨® a su disc¨ªpulo, que se integr¨® en esta corriente del pensamiento espa?ol. Al mismo tiempo, desde Bujalance, fue testigo presencial de las agitaciones campesinas de su tiempo, durante casi 37 a?os. Ello, junto a una profunda labor de investigaci¨®n y recopilaci¨®n de documentos, le permiti¨® escribir primero su obra fundamental, la Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, centr¨¢ndose en lo acaecido en C¨®rdoba de 1900 a 1909. Otras obras fueron El pleito de los aceites y Las reformas agrarias europeas de posguerra (1918-1929). La primera de las obras citadas apareci¨® en 1929, y ha sido reeditada in 1967 por Alianza Editorial.
La amistad de D¨ªaz del Moral con intelectuales de su tiempo, como Francisco Giner de los R¨ªos, Bartolom¨¦ Coss¨ªo, Castillejo, Altamira, Posada y Jos¨¦ Ortega y Gasset, que se continu¨® durante toda su vida, le llev¨® a la actividad pol¨ªtica. Miembro de la Agrupaci¨®n de Intelectuales al Servicio de la Rep¨²blica, al lado de otras personalidades, como Mara?¨®n, P¨¦rez de Ayala y Justino de Azc¨¢rate, fue elegido diputado a Cortes en 1931, en una coalici¨®n republicano-socialista. Pero esta actuaci¨®n pol¨ªtica termin¨® en 1933, cuando se retir¨® en vista de las tendencias sobre pol¨ªtica agraria que triunfaron.
Intervino destacadamente en los trabajos previos a la ley de Reforma Agraria, sin lograr imponer sus convicciones, pero fueron muy destacados sus votos particulares. Para D¨ªaz del Moral, la tierra no deb¨ªa ser origen de renta, sino ?fuente de trabajo?. Se opuso al reparto indiscriminado de tierras entre los campesinos, pero propugn¨® las expropiaciones de las ?manos infecundas?, la constituci¨®n de instituciones societarias, la eliminaci¨®n de los arrendamientos sistem¨¢ticos y la elevaci¨®n y dignificaci¨®n del nivel de vida de los trabajadores del campo.
Con N¨²?ez de Arenas y Bernaldo de Quir¨®s, que public¨® El espartaquismo agrario andaluz en 1916, la aportaci¨®n de D¨ªaz del Moral da un ?giro copernicano?, seg¨²n Manuel Tu?¨®n de Lara, ?en nuestra historiograf¨ªa y sigue teniendo actualidad, porque eleva a la categor¨ªa de conocimiento , hist¨®rico a los hombres del trabajo y a las organizaciones por ellos mismos creadas?. El profesor Cazorla denomina a su m¨¦todo el de la ?observaci¨®n participante ?, y Caballero Bonald se?ala que uni¨® a la tarea del historiador el m¨¦todo de un notario. Los estudios sobre el tema, sobre todo los de Hobswaum, Brenan y Malefakiz y hasta las cr¨ªticas de Tema Kaplan a las tesis ?milenaristas? tienen que partir del estudio de D¨ªaz del Moral. Seg¨²n su nieto, Tastet D¨ªaz, ?pudo tener concepciones doctrinales que se prestan a controversia -milenarismos, mesianismo- y en su vida pol¨ªtica adoptar puntos de vista discutibles -regeneracionismo, georgismo, tema de los se?or¨ªos, reforma agraria transaccional-, pero en todo caso su formaci¨®n hist¨®rica y jur¨ªdica y sus elevadas ideas sociales y pol¨ªticas, y su honestidad intelectual est¨¢n fuera de dudas?.
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