La bandera brit¨¢nica, arriada en Salisbury
Noventa a?os de dominaci¨®n blanca, quince a?os de rebeli¨®n contra la corona brit¨¢nica y siete a?os de guerra civil, que ha costado 27.000 muertos, terminaron en la pasada medianoche, cuando onde¨® por primera vez la bandera del nuevo Estado de Zimbabue, en el estadio Rufaro, de Salisbury.
La ceremonia, presidida por el pr¨ªncipe Carlos, heredero del trono brit¨¢nico y con asistencia de dignatarios y representantes diplom¨¢ticos de todo el mundo, abre un capitulo en la historia del Africa negra. Horas antes, y con un ceremonial semejante, fue arriada la ense?a brit¨¢nica.No obstante, el j¨²bilo de la independencia (que es tambi¨¦n el alivio por la terminaci¨®n de los sufrimientos) no puede tapar las incertidumbres de un futuro que todav¨ªa tiene muchos dif¨ªciles obst¨¢culos que vencer.
El primer ministro electo de Zimbabue, Robert Mugabe, ha expuesto su programa de prioridades para estos primeros y complicados meses de vida de la nueva naci¨®n, dando con ello una prueba m¨¢s de la cautela y ponderaci¨®n que han caracterizado al veterano l¨ªder guerrillero.
El primer objetivo de Mugabe es conseguir la unificaci¨®n real y efectiva de las fuerzas del anterior r¨¦gimen blanco con las de los grupos guerrilleros de Joshua Nkomo y de Robert Mugabe, pues, en palabras del nuevo primer ministro ?es la mejor manera de evitar que se peleen entre s¨ª?.
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