Pedro Espinosa interpreta a Mompou y Stockhausen

Pedro Espinosa acepta de buen grado la herencia de Ricardo Vi?es. Lo demuestra, entre otras cosas, la serie de homenajes que, por toda Espa?a, ha rendido al pianista leridano destinatario de p¨¢ginas de Debussy, Ravel,Satie o Falla. Tambi¨¦n que su entrega a la m¨²sica de nuestro tiempo no conoce fronteras est¨¦ticas ni se refugia tan s¨®lo en el llamado vanguardismo. As¨ª, para clausurar el curso conmemorativo de los veinticinco a?os de Cantar y Ta?er, Espinosa nos ofreci¨® la audici¨®n completa de la M¨²sica callada, de Federico Mompou, y la Pieza para piano X, de Kartheinz Stockhausen. Dos experiencias contrapuestas, divergentes incluso, ante el fen¨®meno sonoro que reclaman concepto y t¨¦cnica dispares.M¨¢s de una hora duran los cuatro cuadernos de M¨²sica callada, ¨²ltima esencialidad de la irmaginaci¨®n sonora de Mompou y, al final, no sabemos bien si hemos escuchado veintiocho miniaturas o una creaci¨®n de desusadas dimensiones, ya que la unidad se impone no por procesos de desarrollo que, ya se sabe, repugnan a Mompou, sino por una serie sutil y natural de interrelaciones mot¨ªvicas, arm¨®nicas, sonoras, expresivas y din¨¢micas.

M¨²sica callada (1959-1967) viene a ser la suma del arte de Mompou, la ?voz intima y necesaria, preciosa y fortuita? de que nos habla Gerardo Diego.

Pedro Espinosa logr¨® un curso bell¨ªsimo, vivi¨® e hizo vivir el mundo de Mompou antes de desplegar la teor¨ªa de ?racimos sonoros?, combinaciones acordales aisladas a trav¨¦s del silencio estructural, la diversa suerte de imprevistos que caracterizan la pieza de Stockhausen y su camino de descubiertas que tanta influencia tuvieron en la m¨²sica de los cincuenta. Programa riguroso, original y gran triunfo del pianista canario.