Fiat puede romper sus acuerdos con el INI para adquirir Seat
La mala situaci¨®n econ¨®mica de Fiat, que no tiene visos de soluci¨®n a corto plazo, y sus posibles acuerdos secretos con el Partido Comunista italiano (PCI), en el sentido de no intervenir fuera de Italia -excepci¨®n hecha de los pa¨ªses del Este- e incrementar las inversiones en el sur de aquel pa¨ªs, a cambio de que los trabajadores aumenten la productividad, reduzcan el absentismo y eliminen las huelgas, puede determinar el incumplimiento de los acuerdos entre Fiat y el Instituto Nacional de Industria espa?ol (INI), con respecto a Seat. Esto podr¨ªa producir la salida definitiva de la empresa italiana, el que Seat lleve el caso ante el Tribunal Internacional de Par¨ªs, y que el Gobierno espa?ol inicie negociaciones con otra multinacional para la venta de la empresa.
Como confirmaci¨®n a esta posible ruptura del contrato, y seg¨²n informa desde Italia Juan Arias, el presidente de Fiat, Agnelli, declar¨® en la apertura del Sal¨®n Internacional del Autom¨®vil de Tur¨ªn que ?Fiat no est¨¢ interesada por el momento en la ampliaci¨®n de capital de Seat, y veo m¨¢s bien feo el panorama espa?ol. Nuestro programa de inversi¨®n en Seat fue impuesto en funci¨®n del ingreso futuro de Espa?a en el Mercado Com¨²n. Habr¨¢, pues, que seguir la evoluci¨®n del mercado espa?ol para valorar el intercambio entre Seat y Fiat. Dada la grave situaci¨®n del mercado espa?ol, estamos estudiando con el Gobierno de aquel pa¨ªs la realizaci¨®n o no de las condiciones que propusimos cuando se firm¨® el acuerdo?.La inequ¨ªvoca tendencia hacia el total control de la por entonces primera empresa de autom¨®viles de este pa¨ªs, por parte de la multinacional italiana Fiat, comenz¨® cuando Juan Miguel Anto?anzas fue nombrado presidente de Seat, en febrero de 1976. Entonces, a pesar de contar con el enfrentamiento de cierto sector, que no ve¨ªa con buenos ojos la p¨¦rdida del control de la ¨²nica f¨¢brica espa?ola de autom¨®viles, Anto?anzas fij¨® su objetivo en el traspaso del control total de las acciones a Fiat. Ese traspaso deber¨ªa conllevar la reestructuraci¨®n de la empresa con vistas a su actualizaci¨®n, la recuperaci¨®n de la perdida eficacia, y absorci¨®n de la direcci¨®n y de la responsabilidad de Seat por parte de Fiat.
Despu¨¦s de largas y dif¨ªciles negociaciones entre las distintas partes implicadas, que se prolongaron a lo largo de todo el a?o 1978, se lleg¨® al fin a un acuerdo, suscrito el 11 de junio de 1979. Dicho acuerdo, de car¨¢cter secreto -y no del todo bien valorado-, preve¨ªa la absorci¨®n de Seat por Fiat de forma gradual, unas invIersiones de la multinacional italiana del orden de 50.000 millones de pesetas en cuatro a?os, para reestructurar y modernizar la empresa espa?ola, y el respeto por parte de Fiat de los 32.000 puestos de trabajo de Seat.
En un primer paso se realizar¨ªa una ampliaci¨®n de capital -que, por la lentitud en las negociaciones result¨® ser previa a la firma de los acuerdos-, por la que Seat doblar¨ªa su capital social, pasando de 6.088 millones de pesetas a 12.176 millones. Cada una de las partes implicadas cubrir¨ªa su parte proporcional en la ampliaci¨®n, mientras que la parte correspondiente a los peque?os accionistas privados, que no ir¨ªan a la ampliaci¨®n por cotizarse entonces las acciones en Bolsa a la mitad de su valor nominal, ser¨ªa cubierta al 50% entre el INI y Fiat.
Tras esa ampliaci¨®n, efectuada en mayo del pasado a?o, el capital total de Seat qued¨® repartido de la siguiente forma. El principal accionista era ya Fiat, con el 42,40%, seguido por el INI, con el 40,76 %; a continuaci¨®n, el Banco Urquijo, con el 3,17%; el Hispano, con el 1,99%; el Vizcaya, con el l,37%; el Central, con el 1,35%; el Bilbao, con el 1,08%, y el Banesto, con el 1,04%. Los peque?os accionistas quedaron entonces en poder del 6,84%.
Posteriormente, y seg¨²n los contratos firmados entre el INI y Fiat, la empresa italiana se hizo cargo del control de gesti¨®n de la empresa, pasando la direcci¨®n, a todos los niveles, a un grupo de italianos enviados por Fiat. Anto?anzas, que hab¨ªa luchado por traspasar el control total a Fiat, quedaba totalmente marginado, casi como figura decorativa.
Durante ese tiempo, la empresa hab¨ªa iniciado la reestructuraci¨®n prevista, con el fin de hacerla m¨¢s moderna y competitiva. Se reformaban las cadenas de montaje y se comenzaba la f¨¢brica de Martorell, destinada a cajas de cambio y una de las m¨¢s modernas de Europa. Todo ello, previsto en esos contratos firmados entre Fiat y el INI.
Posteriormente, y en cumplimiento de aquellos acuerdos, deber¨ªa realizarse otra ampliaci¨®n de capital, por un valor similar a la del a?o anterior -6.088 millones de pesetas-, que deber¨ªa quedar cubierta definitivamente el pr¨®ximo d¨ªa 31 de mayo. A esta ampliaci¨®n tendr¨ªan que acudir nuevamente todas las partes implicadas, pero, en esta ocasi¨®n, la parte no cubierta por los peque?os accionistas -que no comprar¨¢n acciones de mil pesetas a su valor nominal, cuando en el mercado est¨¢n a poco m¨¢s,de doscientas- debe ser cubierta enteramente por Fiat.
De esta forma, la firma italiana, seg¨²n ese contrato, deber¨¢ desemboIsar antes del 31 de mayo una cantidad pr¨®xima a 3.000 millones de pesetas, con lo que pasar¨ªa a controlar el 44,68% de la empresa. Posteriormente, a finales del pr¨®ximo a?o, Fiat deber¨ªa decidir, seg¨²n los acontecimientos, sobre la posibilidad de pasar al control total de la empresa.
Sin embargo, la mala situaci¨®n por la que atraviesa la empresa italiana puede hacer que ¨¦sta rompa unilateralmente el contrato suscrito, y no acuda a la acordada ampliaci¨®n de capital. EL PAIS ha podido conocer la existencia de una carta dirigida por Agnelli, presidente de Fiat, a De la Rica, presidente del INI, en la que se contienen veladas amenazas sobre varios temas, incluido el del posible acuerdo entre Motor Ib¨¦rica y el grupo japon¨¦s Nissan, as¨ª como la de ciertos acuerdos secretos entre el Partido Comunista italiano y la multinacional de la misma nacionalidad.
Si a esto se une la tremenda p¨¦rdida de ventas de Fiat en el mercado europeo, unida a su ca¨ªda en el italiano; la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa, que no parece tener un claro por venir debido a la ausencia de una gama de coches suficientemente atractiva, y el que la operaci¨®n de Seat le supondr¨ªa no s¨®lo los 3.000 millones de pesetas que debe desembolsar, sino tambi¨¦n el ha cerse cargo de las p¨¦rdidas de la empresa espa?ola en el pasado ejercicio -que pueden ascender por encima de 15.000 millones de pesetas-, puede impulsar a Fiat a romper esos acuerdos con el Gobierno espa?ol.
Adem¨¢s, la gesti¨®n llevada a cabo por la direcci¨®n impuesta por Fiat, desde el pasado mes de junio hasta ahora, no puede haber sido peor. Las previsiones de la multinacional italiana supon¨ªan un alza en las ventas de un 33 % en este primer a?o de direcci¨®n, y los resultados indican, por contra, una p¨¦rdida en las ventas del 30%.
Ante un panorama tan pesimista, Fiat podr¨ªa haber tratado de presionar al Gobierno espa?ol para obstaculizar las negociaciones entre Motor Ib¨¦rica y Nissan -el grupo japon¨¦s, uno de los m¨¢s potentes del mundo, con una producci¨®n anual de 2.600.000 coches, tiene va una opci¨®n de compra sobre la tercera parte de la empresa espa?ola- y conseguir, de paso, una serie de ventajas sustanciales a cambio de cumplir su parte del contrato y acudir a la ampliaci¨®n. Para reforzar estas presiones, el pasado jueves habr¨ªa venido en su reactor partictilar, en un viaje rel¨¢mpago de car¨¢cter secreto, el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli, para entrevistarse con el ministro espa?ol de Industria, Carlos Bustelo.
Si el Gobierno espa?ol no cede ante las presiones ejercidas -y a buen seguro, por ejercer- por Fiat, y la multinacional italiana rompe el contrato y no acude a la ampliaci¨®n de capital antes del pr¨®ximo 31 de mayo, la situaci¨®n en que quedar¨¢ Seat ser¨¢ en extremo dificil. Al margen de que la empresa espa?ola acudir¨¢ al Tribunal Internacional de Par¨ªs para denunciar a la italiana, con el consiguiente esc¨¢ndalo a nivel internacional -que en nada beneficiar¨¢ la dificil situaci¨®n de Fiat-, el INI podr¨ªa verse obligado a cubrir la parte de ampliaci¨®n correspondiente a la empresa italiana. De ser as¨ª, el INI pasar¨ªa a controlar el 57,17% del capital. En ese momento, Seat se convertir¨ªa autem¨¢ticamente en una empresa estatal y su control podr¨ªa pasar a manos del Parlamento y fuera del control exclusivo del INI.
Al margen de esto, el Gobierno espa?ol tendr¨ªa que buscar un nuevo comprador para Seat. Entre los posibles candidatos s¨®lo quedar¨ªan el grupo alem¨¢n VAG, que engloba a Volskwagen y Audi, o alg¨²n grupo japon¨¦s. Al parecer, el Gobierno espa?ol habr¨ªa recibido presiones a nivel internacional para impedir la entrada de empresas automovil¨ªsticas japonesas en este pa¨ªs, porque, en ese caso, la posible entrada en el Mercado Com¨²n podr¨ªa sufrir impedimentos. Sin embargo, la entrada de Nissan en Italia, a trav¨¦s de Alfa Romeo -entrada m¨¢s que probable, pese a las presiones en sentido contrario de Fiat al Gobierno italiano-, podr¨ªa obviar el problema, al ser Italia miembro del Mercado Com¨²n.
Sea como sea, la actuaci¨®n de Fiat podr¨ªa haber hecho perder la confianza del Gobierno espa?ol en la multinacional italiana. Si aliora, ante una situaci¨®n dificil, Fiat intenta poner al INI en una posici¨®n embarazosa, tratando de conseguir ventajas suplementarias, y puede llegar a no cumplir su parte correspondiente de los acuerdos, en el futuro la situaci¨®n puede repetirse. Esa p¨¦rdida de confianza, unida a la evidente mala gesti¨®n de Fiat en Seat, a alg¨²n juego sucio de la empresa italiana en esa gesti¨®n -como el pago a diario de royalties en perjuicio de los suministradores que no cobran-, al incierto futuro de la misma, podr¨ªan desembocar en un endurecimiento de la posici¨®n espa?ola, que termine con la presencia de Fiat en este pa¨ªs.
De aqu¨ª hasta el pr¨®ximo d¨ªa 31 de mayo debe producirse el desenlace, sea cual sea el final. Si el Gobierno espa?ol accede a las presiones de Fiat y la empresa italiana suscribe su parte correspondiente a la ampliaci¨®n, el problema, al menos de forma temporal, se habr¨¢ solucionado, aunque nada indica que no pueda repetirse. Si, por el contrario, Fiat no respeta el acuerdo, el esc¨¢ndalo internacional puede ser inevitable y Seat pasar¨¢ por una situaci¨®n extremadamente dific¨ªl, hasta que el Gobierno encuentre alguien interesado en la empresa espa?ola. De una u otra forma, el futuro de Seat puede quedar en el aire.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.