Un garciarromero de tragedia

El quinto, un sobrero de Garc¨ªa Romero con gran trap¨ªo y el peligro propio de esta ganader¨ªa, fue un toro de tragedia. Con ¨¦l, Macandro se jug¨® la vida sin cuento y afortunadamente s¨®lo sufri¨® diversas contusiones de pron¨®stico reservado. El garc¨ªarromero hizo una salida de manso y acudi¨® al capote de Macandro con cierto son. Macan-dro se luci¨® en ver¨®nicas, media buena y unas garbosas chicuelinas. En banderillas, el toro fue pronto y alegre, pero en la muleta dio el cambio y sac¨® a relucir un tremendo sentido. En dos derrotes Macandro salv¨® el pellejo de milagro, pero en el tercero le alcanz¨® de lleno, le volte¨® y busc¨® con sa?a en la arena. Macandro se levant¨® herido y sigui¨® hecho un jabato toreando con la izquierda. En su primero, Macandro estuvo valiente y torero en una faena vibrante, en la que hubo algunos muletazos ejecutados con arte y buen gusto. El domingo, Macandro no parec¨ªa aquel torerito de poco valor de sus comienzos.Tom¨¢s Campuzano tiene al p¨²blico de Las Ventas volcado a su favor, y el hombre responde con una entrega absoluta, con un valor sereno y con un toreo falto de clase. Con el capote larga mucha tela y, m¨¢s que torear, parece que limpia el polvo. La gaonera es su ¨²nico repertorio con el percal. A su primero le hizo una faena corta, ligadita y toda en el mismo terreno, a base de derechazos y naturales vulgares. Con el sexto se super¨®. Abri¨® la faena con cuatro estatuarios y un pase del desprecio en los medios, que tuvieron el sabor de lo que no se ve todos los d¨ªas. Luego ejecut¨® varias tandas de naturales, algunas templadas y bien ligadas, y otras muy r¨¢pidas sin remate.

Jos¨¦ Antonio Campuzano, con un lote de inv¨¢lidos, estuvo aseado y correcto. Vemos a este torero muy puesto, en una l¨ªnea de madurez, sobrado de oficio, pero como es un tanto fr¨ªo no llega a las masas.