Las muertes de dos j¨®venes en Pamplona pueden ser obra de ETAm

A pesar de que no se ha desvelado de forma oficial detalle alguno sobre el doble asesinato ocurrido en la madrugada del jueves en Pamplona, existen posibilidades de que Jes¨²s Vidaurre y Jos¨¦ Oyaga resultaran muertos por disparos efectuados por miembros de un comando de ETA Militar, ya que en medios abertzales consultados por EL PA?S se ha asegurado que ambos estaban considerados como chivatos.Sobre las tres de la madrugada del pasado jueves, Jes¨²s Vidaurre, de 32 a?os, viudo y con cuatro hijos, y Jos¨¦ Oyaga, de 49 a?os, casado y con tres hijos, resultaron muertos como consecuencia de los disparos efectuados por individuos desconocidos que se dieron a la fuga. Las v¨ªctimas se encontraban en la plaza de San Francisco, de Pamplona, al parecer hablando, despu¨¦s de haber estado en varios bares. Sin que mediara ninguna palabra, dos j¨®venes, a los que acompa?aba una tercera persona, se acercaron a Jes¨²s Vidaurre y Jos¨¦ Oyaga, a los que dispararon sendos tiros en la nuca, a consecuencia de los cuales fallecieron en el acto. Los agresores, despu¨¦s de cometido el atentado, se dieron a la fuga corriendo por la calle de Eslava.

Los cuerpos sin vida de las dos v¨ªctimas permanecieron en el lugar de los hechos por espacio de una hora, antes de que fueran trasladados al dep¨®sito de cad¨¢veres del Hospital de Navarra. En este centro, los m¨¦dicos forenses que practicaron las autopsias certificaron ?muerte instant¨¢nea por destrucci¨®n de centros nerviosos vitales?.

A pesar de que el doble asesinato no ha sido aclarado hasta el momento, y en algunos medios se ha especulado con la posibilidad de que se tratara de un ajuste de cuentas, toda vez que las v¨ªctimas ten¨ªan antecedentes penales y se hab¨ªan conocido en una c¨¢rcel, el atentado ofrece todas las caracter¨ªsticas de haber sido cometido por ETA Militar. Sobre esta posibilidad, medios abertzales de Pamplona consultados por este diario han asegurado que tanto Jes¨²s Vidaurre como Jos¨¦ Oyaga estaban considerados como confidentes de la polic¨ªa y hab¨ªan recibido amenazas de muerte.

Las mismas fuentes han coincidido en se?alar que, pese a carecer de trabajo, las v¨ªctimas llevaban una vida econ¨®micamente holgada.