Una decisi¨®n honesta
Al farise¨ªsmo del Gobierno, que pretendi¨® salvar la cara ante Carter y Smith, respondi¨® ayer el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol de la ¨²nica manera honesta que cab¨ªa. Que los responsables del deporte votasen a favor de la participaci¨®n en Mosc¨² era una obligaci¨®n ¨¦tica. Los valores del esp¨ªritu ol¨ªmpico no merec¨ªan ser pisoteados una vez m¨¢s. Porque olvidar el da?o que se pod¨ªa causar a los protagonistas de los Juegos, aquellos que vienen prepar¨¢ndose durante a?os con la ilusi¨®n puesta en la mayor de las manifestaciones deportivas mundiales, era tambi¨¦n contravenir los derechos humanos.El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, aunque encontr¨® la oposici¨®n de once de sus miembros y la ausencia de otros que con anterioridad hab¨ªan defendido categ¨®ricamente el derecho de participaci¨®n de sus deportistas clasificados en torneos eliminatorios o por la consecuci¨®n de unas marcas m¨ªnimas, adopt¨® una postura consecuente. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, aunque est¨¢ presidido por un hombre del Gobierno, se puso de parte del embajador de Espa?a en Mosc¨², que, por su circunstancia personal y trayectoria deportiva, estaba en contra del boicoteo.
La postura adoptada. al margen de otras consideraciones, supone un gran acierto, porque de ella depend¨ªa, en parte, la posible elecci¨®n de Juan Antonio Samaranch a la presidencia del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, en sustituci¨®n de lord Killanin.
Samaranch ha consolidado su posici¨®n, y, de alcanzar la meta prevista, el deporte espa?ol se situar¨ªa en una cota no contabilizable en medallas, pero no menos importante. Ser el papa de los cinco anillos tiene una trascendencia universal.
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