Bienvenida, Italia
EL ?COMPA?ERO? Pertini de los a?os dif¨ªciles de la lucha antifascista es hoy el presidente de la Rep¨²blica Italiana, que visita Espa?a. Representa una vieja y firme pol¨ªtica que ha mantenido intacta por encima de todas las pruebas -las c¨¢rceles, honor doloroso del militante, y las tentaciones-; no es f¨¢cil en nuestro tiempo encontrar alguien en quien las ideas duran tanto como la vida misma. Pertini ingres¨® en el Partido Socialista italiano cuando ten¨ªa veintid¨®s a?os, y tiene hoy 84. En un momento dado ha sabido trascender su condici¨®n de militante socialista a la de servidor de toda la naci¨®n: cuando fue elegido -el 8 de agost¨® de 1979- presidente de la Rep¨²blica por la reuni¨®n conjunta del Parlamento y de los delegados regionales. Era un momento dif¨ªcil. La figura de su antecesor, Leone, estaba oscurecida por algunas sombras. La honestidad, la trayectoria de conciencia clara y actuaciones impecables de Sandro Pertini le situaban m¨¢s all¨¢ de toda sospecha posible. Su posterior actuaci¨®n lo ha confirmado.El presidente de la Rep¨²blica Italiana representa, como dice la Constituci¨®n de su pa¨ªs, ?la unidad nacional?. Es, por tanto, Italia la que nos visita: concretamente, el Estado italiano. Tiene esta visita un car¨¢cter de amistad y de cortes¨ªa, acrecentada por el hecho de que es el primer presidente de la Rep¨²blica Italiana -una rep¨²blica que tiene 34 a?os- que viene a Espa?a. La generalidad del programa de su estancia se ha preparado dentro de esa condici¨®n protocolaria.
Pero Pertini no se ha limitado a ser un busto en palacio, su inquietud pol¨ªtica, su actividad, las circunstancias de su pa¨ªs, le han hecho apurar las facultades de su cargo, su condici¨®n de ¨¢rbitro constitucional. Los nombramientos que de ¨¦l dependen, las consultas en tiempos de crisis, las advertencias a los partidos pol¨ªticos, su presencia en los grandes temas nacionales e internacionales, han hecho de Pertini un jefe de Estado activo y vivo, de considerable influencia. Tampoco viene solo a Espa?a: le acompa?a el ministro de Asuntos Exteriores y personalidades gubernamentales de la t¨¦cnica, la industria y la econom¨ªa. Esto quiere decir que Pertini y su s¨¦quito van a ser interlocutores pol¨ªticos interesantes en el momento actual del mundo y en las relaciones de Italia y Espa?a: desde la crisis mundial y la defensa a ultranza de los valores de la democracia -defensa que ha constituido la vida entera de Pertini- hasta temas como las relaciones industriales y cuestiones ajenas a nuestra relaci¨®n -con la CEE pueden estar planteados en las conversaciones que mantenga con nuestros estadistas. Espa?a e Italia tienen muchos puntos en com¨²n, algunos de ellos desdichados -el terrorismo, los ?males del Sur? en cuanto a organizaci¨®n de sociedad y trabajo ciertos modelos pol¨ªticos-, y puede ser muy interesante escuchar la opini¨®n de un hombre de tan antigua experiencia y, sagacidad como lo es Sandro Pertini.
Por todas estas razones -por la calidad humana del luchador antifascista y democr¨¢tico, por la alta representaci¨®n de Estado que trae, por la identidad de algunos problemas, por las personas que le acompa?an-, la visita a Espa?a del presidente de la Rep¨²blica de Italia merece la atenci¨®n y la gratitud de los espa?oles.
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