Serias dificultades econ¨®micas en el Festival de Teatro de Nancy
El lunes termin¨® el 14 Festival de Teatro de Nancy, celebrado en esta ¨²ltima ciudad de la Lorena francesa. Su director actual, Lew Bogdan, a la vista de las penosas dificultades que viene soportando, anunci¨® la posibilidad de que esta fuera la ¨²ltima temporada de un festival que, en su primera etapa, alcanz¨® renombre mundial y que, durante los ¨²ltimos doce d¨ªas, por falta de medios econ¨®micos parece ser, ha evidenciado signos contradictorios que dejan su existencia entre interrogaciones.
El Festival de Nancy fue fundado en 1962 por Jack Lang, joven profesor universitario que hoy ocupa un puesto en la direcci¨®n nacional del Partido Socialista franc¨¦s en tanto que es consejero cultural. Desde su nacimiento, este festival teatral pretendi¨® ser una ?mina? de descubrimientos esc¨¦nicos. En un primer tiempo fue trampol¨ªn del teatro estudiantil. Despu¨¦s se convirti¨® en ?laboratorio? de investigaci¨®n teatral.La continuaci¨®n, en su etapa de eclosi¨®n creadora, revel¨® en Europa occidental a la c¨¦lebre compa?¨ªa americana Bread and Puppet y a Grotowski, el te¨®rico del llamado ?teatro pobre?. La contestaci¨®n y el marginalismo creadores fueron siempre su nervio vital. A la temporada que ahora ha acabado no le faltaron destellos de vida, pero, en conjunto, las 33 compa?¨ªas de los diecinueve pa¨ªses del mundo entero que animaron los escenarios de Nancy fueron protagonistas del festival del caos.
A pesar de lo expuesto una vez m¨¢s, aunque de manera heter¨®clita y desordenada, las compa?¨ªas participantes han dejado alg¨²n rastro fulgurante. Francia, esta vez, present¨® el espect¨¢culo m¨¢s discutido: Prometeo -portador de fuego, montado por el estrasburgu¨¦s Andre Engel. Lo ins¨®lito empieza a las cuatro de la madrugada, hora en la que los espectadores, en coches y autobuses, abandonan Nancy para trasladarse a un paraje de los alrededores en donde el espect¨¢culo ?de tama?o natural? va a realizarse. Aqu¨ª, en una antigua mina de hierro, al alba, un incendio de verdad, bomberos y polic¨ªas aut¨¦nticos y un helic¨®ptero no menos real, son los protagonistas de esta especie de tragedia griega y futurista en la que se desaf¨ªa al espect¨¢culo cotidiano del mundo.
El bailar¨ªn japon¨¦s, de 74 a?os, Kazu Oono, disc¨ªpulo de la bailarina espa?ola La Argentina, fue otra de las revelaciones del festival con su silueta macabra, metaf¨ªsica y est¨¦tica a la vez, movi¨¦ndose y viviendo la m¨²sica de Bach.
Durante los ¨²ltimos tres d¨ªas se manifest¨® la ¨²nica representaci¨®n del estado espa?ol: el director y actor catal¨¢n Albert Vidal mont¨® El aperitivo, con m¨²sica de Carlos Santos e interpretada por Mar¨ªa Madraz, Toni Jodar, Albert Purgimon y los ya citados Santos y Vidal. El espect¨¢culo brasile?o, de cuatro horas de duraci¨®n, titulado Macunaima, embeles¨® a los espectadores. Se trata de una adaptaci¨®n de la novela del mismo t¨ªtulo de Mario de Andrade, en la que se narra la vida de un indio confrontado con la civilizaci¨®n. Todos los excesos o truculencias del carnaval de R¨ªo han tenido mucha parte en la escenificaci¨®n y en el ¨¦xito de la obra. El otro pa¨ªs triunfador fue Italia, con la compa?¨ªa de Florencia llamada Uroboros, que represent¨® una adaptaci¨®n musical de la obra de Samuel Beckett, Oh, los bellos d¨ªas.
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