El Senado aprueba el Estatuto de Centros Docentes
El Estatuto de Centros Docentes se ha convertido ya en ley, a falta ¨²nicamente de la preceptiva sanci¨®n real y su posterior publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, tras concluir el debate del Pleno del Senado, en el que, tal y como se ha repetido hasta la saciedad durante su transcurso, ?no se ha movido ni una sola coma? del texto remitido en su d¨ªa por el Congreso.
Los trabajos del Senado, tanto en el tr¨¢mite de comisi¨®n como en el del Pleno, se han caracterizado por el protagonismo del ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Otero. Un tanto parad¨®jicamente, si se tiene encuenta la radical negativa de su grupo parlamentario a aceptar la m¨¢s leve enmienda de contenido y hasta el estilo y, sobre todo, su escasa participaci¨®n en las discusiones del Congreso, el ministro intervino de manera constante en los debates del Senado, en los que, por otra parte, los portavoces centristas han renunciado constantemente a hacer uso de sus turnos en contra de: las enmiendas de los restantes grupos.Muy a pesar suyo, como ¨¦l mismo asegurar¨ªa al t¨¦rmino de la sesi¨®n de ayer, el se?or Otero Novas provoc¨® con algunas de sus intervenciones situaciones de tensi¨®n, in¨¦ditas en la C¨¢mara alta.
Una de estas situaciones se produjo ayer cuando se discut¨ªa el art¨ªculo 34, uno de los m¨¢s pol¨¦micos del estatuto, en el que se reconoce a los titulares de los centros privados el derecho a establecer un ideario propio. El ministro, que ya en la intervenci¨®n de la ma?ana, con motivo de la discusi¨®n del art¨ªculo 25 (en ¨¦l se establece que los directores ser¨¢n designados por la Administraci¨®n), hab¨ªa provocado la exasperaci¨®n de los senadores de la oposici¨®n al calificar como ?falsedades? muchos de los argumentos socialistas, dio lugar a un nuevo alboroto cuando record¨® a los socialistas su ?pasado revolucionario?. El se?or Otero Novas hizo menci¨®n expresa al intento por parte del PSOE de ?sublevarse contra un Gobierno leg¨ªtimamente constituido? en 1934.
Fue entonces cuando el portavoz del Grupo Socialista, Juan Jos¨¦ Laborda, pidi¨® la suspensi¨®n del Pleno durante diez minutos ?para reflexionar?, lo que provoc¨® una teatral expectaci¨®n en la C¨¢mara. Concluida una breve reuni¨®n de los parlamentarios socialistas, la senadora Amalia Miranzo explic¨® ir¨®nicamente, a petici¨®n de los informadores, que simplemente se hab¨ªa tratado de conceder unos minutos al ministro para que se ?serenase?.
Reanudada la sesi¨®n, el portavoz socialista, se?or Laborda, dijo que su grupo hab¨ªa decidido la renuncia a defender los votos particulares a los restantes art¨ªculos pendientes de debate, a excepci¨®n de los referidos a una de las disposiciones adicionales en aras de la brevedad, pero tambi¨¦n para evitar la continuaci¨®n del debate en el tono de tensi¨®n que, en su opini¨®n, estaba provocando las intervenciones del ministro, y que, de continuar as¨ª, ?acabar¨ªan creando las condiciones para el desprestigio del Senado?.
Una posterior intervenci¨®n del senador Jos¨¦ Prat, aplaudida por todos los grupos, tuvo la virtud de despejar la tensi¨®n y permiti¨® que la sesi¨®n concluyera en un tono de franca cordialidad, no sin que antes el ministro asegurase que en ninguna de sus intervenciones hab¨ªa existido el menor ¨¢nimo de ?injuriar o de provocar? a los representantes del Grupo Socialista y pedir perd¨®n por aquellas ocasiones en que tal vez el tono pudiera haber dado lugar a tales interpretaciones.
La enmienda socialista a la disposici¨®n adicional 1?, en la que se faculta a las comunidades aut¨®nomas para modificar o suspender algunos de los art¨ªculos del estatuto, a pesar de su car¨¢cter de ley org¨¢nica, corri¨® la misma suerte que todas las presentadas a los art¨ªculos anteriores, y depar¨® nuevamente al principal partido de la oposici¨®n la oportunidad de reiterar su promesa de presentar en su d¨ªa recurso de anticonstitucionalidad observada por los socialistas, muy especialmente en dicha disposici¨®n adicional.
El nombramiento del director
En la sesi¨®n de la ma?ana, el art¨ªculo m¨¢s debatido fue el 25, en el que se se?ala que el director de cada centro ser¨¢ nombrado por la Administraci¨®n, que previamente reglamentar¨¢ el procedimiento de selecci¨®n. Este art¨ªculo fue calificado por los socialistas como ?sistema dedocr¨¢tico? de nombra miento del director, y mantuvieron que el director debe ser elegido por el consejo de direcci¨®n.
Uno de los senadores socialistas que intervinieron en el debate, Casimiro Barbado, acus¨® a los senadores centristas de ser ?agentes parlamentarios del Gobierno en la C¨¢mara alta?, lo cual motiv¨® una respuesta del centrista Antonio Fern¨¢ndez Galiano, quien calific¨® de ?insensatez? tal acusaci¨®n, y lament¨® que no se supiera distinguir entre el Ejecutivo y el Legislativo. Agreg¨® que lo dicho por el senador socialista era no s¨®lo ofensivo para los senadores de UCD, sino para el Senado como instituci¨®n.
El ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Otero, intervino personalmente en el debate del sistema de designaci¨®n del director, afirmando que no es verdad que sea a dedo sino un procedimiento en que se tienen en cuenta los m¨¦ritos de los aspirantes. ?Pretendemos?, agreg¨®, ?que los directores sean profesionales y apol¨ªticos. Es necesario para que las escuelas se despoliticen, que buena falta hace?. Asimismo, asegur¨® que todos los pa¨ªses de la Europa libre tienen un sistema como este de designaci¨®n del director. ?Adem¨¢s, cuando los socialistas gobernaron en Espa?a introdujeron el mismo sistema?.
Otero relat¨® a continuaci¨®n, el ejemplo de una escuela autogestionaria -el Colegio Patronato Rivas, en el barrio del Valle de Hebr¨®n, de Barcelona-, ?en la que?, dijo, ?los alumnos manten¨ªan relaciones sexuales dentro del centro, hab¨ªa consumo habitual de drogas, en el frontiscipio habilitado para capilla se pod¨ªa leer ?ni Dios ni Estado?, dos alumnas fueron tiradas por la ventana, y una de ellas ha quedado inv¨¢lida?.
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