Rosa de pasi¨®n
A medias entre la realidad y la ficci¨®n, tal como se nos muestra en la pel¨ªcula, la vida de Janis Joplin debi¨® nacer marcada por un signo de pasi¨®n e inconformismo como el de tantos j¨®venes. Como suele suceder tambi¨¦n, una vez cruzada la barrera del ¨¦xito que separa a los independientes del mundo que les mima y ensalza, el camino de retorno hacia la primera juventud suele venir a convertirse en puro sue?o penoso y casi siempre irrealizable.Ante la adversidad, ante el fracaso en la cumbre, capaz de devorar cantantes como quien cambia de modelo de autom¨®vil, tirano de su vida, due?o y se?or de sus m¨¢s ¨ªntimos afectos, Janis Joplin como Marylin en el mundo hermano del cine, a fuerza de quemar etapas, de talar bosques en torno, acaba por encontrarse a solas, esclava de un mercado donde echa en falta el calor de los amigos verdaderos.
La rosa
Director: Mark Rydell. Gui¨®n: Bill Kerby y Bo Goltiman. Argumento original: Bill Kerby. Fotograf¨ªa: Vilmos Zsigmond Core¨®grafo: Toni Basil. Int¨¦rpretes: Bette Midler, Alan Bates, Frederic Forrest. EE UU. Musical. Locales de estreno: Galileo, Pompeya, Richmond
Es entonces cuando se echa. la vista atr¨¢s, cuando se a?oran a?os, lugares, cosas que en realidad no existen ya, es el tiempo de las continuas decepciones, cuando el amor de urgencia, la droga o el alcohol, son incapaces de llenar temidas soledades.
Tal fue el caso de esta Joplin, aventura tantas veces vivida y contada dentro y fuera de la pantalla, en este caso con singular fortuna. Su vida, el mercado de nombres y de cl¨¢sicos se halla vivo aqu¨ª en secuencias como la fiesta homenaje de travestidos, los conciertos en los grandes estadios o las horas en com¨²n dentro del avi¨®n desde el cual todo el mundo es igual, como el manto de nubes que le rodea siempre.
Esta familia de m¨²sicos trashumantes se halla muy lejos de aquellas viudas del jazz cuyos maridos recorr¨ªan Am¨¦rica de costa a costa en lentos autobuses. Esta de hoy, con su sofisticado engranaje de vuelos y t¨¦cnica ac¨²stica, con sus grandes fiestas en la noche, viene a contarnos, a?os despu¨¦s, la vida de esta Rosa sacrificada cuyo nombre da t¨ªtulo a la historia, s¨ªmbolo de otras rosas menores, m¨¢s o menos airadas o brillantes, convertidas como ella en piezas de recambio de un mercado para ellas y por ellas fabricado, cancelado en el mejor momento de su vida.
La historia est¨¢ bien escrita y realizada, en un lenguaje coloquial de hoy, tambi¨¦n fielmente traducido; servida, sobre todo, por Bette Midler, quien por s¨ª sola merece la pel¨ªcula. Su capacidad de vivir, sufrir, cantar o transformarse, hace que a lo largo del filme se convierta en protagonista absoluta haci¨¦ndonos creer que es suya la biograf¨ªa que su figura encarna. Tal es su fuerza y su sinceridad, secundada por un buen reparto y un pu?ado de canciones excelentes.
Babelia
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