Promocisa no abri¨® las cuentas bancarias exigidas por la ley
Las cuentas especiales que Promocisa deber¨ªa haber abierto para ingresar en ellas las cantidades recibidas a cuenta por parte de los futuros compradores no existen. Ese es, por lo menos, el argumento esgrimido ayer, ante un redactor de EL PAIS, por representantes del Banco Industrial del Sur y del Banco Central, al ser preguntados sobre si esas entidades hab¨ªan liberado dinero o no de esas supuestas cuentas especiales. La sociedad Promocisa ha sido acusada p¨²blicamente de haber realizado una posible estafa inmobiliaria, por valor de m¨¢s de 8.000 millones de pesetas, en tres urbanizaciones en Villalba, Torrej¨®n de Ardoz y M¨®stoles.Las citadas cuentas especiales, en las que deber¨ªan haber sido depositadas las cantidades entregadas a cuenta por los compradores de los pisos, est¨¢n previstas en una ley del a?o 1968, redactada a ra¨ªz de la estafa de Nueva Esperanza. Seg¨²n esa ley, las cuentas bancarias especiales han de estar bloqueadas y de ellas no es posible extraer el dinero depositado, si no es previa presentaci¨®n de certificados de obra que acrediten la realizaci¨®n de la construcci¨®n.
En un primero momento (v¨¦ase EL PAIS del viernes pasado) se pens¨®, por parte de los afectados, en que el dinero depositado en las cuentas especiales (que s¨ª hab¨ªan sido abiertas) hab¨ªa sido liberado en el verano de 1978 para que Promocisa pudiera pagar alguna de sus deudas y para que pudiera seguir, aunque relentizada, la construcci¨®n de alguna de las tres urbanizaciones.
Sin embargo, en el caso de que las cuentas especiales, tal como aseguran ahora los bancos, ni tan siquiera hubieran existido, las responsabilidades recaer¨ªan exclusivamente en los tres socios propietarios de Promocisa, Josefa Polo, Luis Constantino Jim¨¦nez-Redondo y Saturnino Divasson. Fuentes pr¨®ximas a los afectados calculaban ayer que el caso podr¨ªa llegar a ser considerado como de apropiaci¨®n indebida y, por tanto, ser condenados sus responsables a una pena oscilante entre los seis y los doce a?os de presidio.
En cuanto a las compa?¨ªas aseguradoras que cubr¨ªan el riesgo de la construcci¨®n y avalaban las cantidades entregadas a cuenta, una de ellas, Minerva, declar¨® la nulidad del contrato que le un¨ªa con Promocisa, en base a la no existencia de esas cuentas previstas por la ley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Promocisa
- Infracciones urban¨ªsticas
- Estafas
- Fraudes
- Corrupci¨®n urban¨ªstica
- Ayuntamientos
- Administraci¨®n local
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Provincia Madrid
- Delitos econ¨®micos
- Delitos urban¨ªsticos
- Comunidad de Madrid
- Vivienda
- Corrupci¨®n
- Delitos
- Empresas
- Espa?a
- Derecho
- Administraci¨®n p¨²blica
- Econom¨ªa
- Pol¨ªtica
- Urbanismo
- Proceso judicial
- Justicia