Un alumno invidente es expulsado de su colegio por la noche y sin dinero
Un muchacho ciego, S. L. V., de diecis¨¦is a?os de edad, estudiante de octavo curso de educaci¨®n general b¨¢sica, ha sido expulsado forzosamente del colegio Inmaculada Concepci¨®n, perteneciente a la Organizaci¨®n Nacional de Ciegos de Espa?a (ONCE), y puesto en la calle a las diez de la noche, sin dinero ni acompa?amiento alguno. El muchacho tuvo que pasar parte de la noche en la estaci¨®n de Chamart¨ªn y el resto en un banco de una plaza cercana.
Los hechos tuvieron lugar el pasado d¨ªa 10 y, seg¨²n fuentes allegadas al colegio, el muchacho fue puesto personalmente en la calle por el jefe del internado, que no tuvo en cuenta que S. L. V. no conoc¨ªa Madrid, por ser natural de Pamplona, de donde hab¨ªa sido enviado a estudiar. El motivo de la expulsi¨®n, se?alan las mismas fuentes, fue el haberse evadido furtivamente, saltando la tapia que bordea el colegio, un domingo que se encontraba castigado sin salir.La situaci¨®n en que se encontraba el muchacho provoc¨® la reuni¨®n urgente del consejo directivo del centro, que estudi¨® detalladamente si se proced¨ªa efectivamente a la expulsi¨®n. Finalmente se opt¨® por trasladarle de la categor¨ªa de interno a la de externo.
Las fuentes informantes se?alaron a EL PAIS que, aunque el consejo directivo no hab¨ªa se?alado fecha fija para realizar el cambio, el jefe del internado, un religioso dominico perteneciente a una parroquia de la zona norte de Madrid, llev¨® a cabo la expulsi¨®n tras una conversaci¨®n telef¨®nica con la familia del alumno, sin esperar a que ¨¦sta enviase un permiso escrito o pudiera personarse en el colegio para hacerse cargo del chico.
Al d¨ªa siguiente de la puesta en la calle, S. L. V. volvi¨® al colegio, y el consejo directivo, tras reconocer el error de la noche anterior, se limit¨® a designar un auxiliar para que le acompa?ase a su domicilio de Pamplona.
Solicitada informaci¨®n de los hechos a la direcci¨®n del centro, fuentes de la misma se?alaron a este peri¨®dico que no era cierta la versi¨®n expuesta por los denunciantes. Seg¨²n manifestaron en la direcci¨®n, el muchacho no fue expulsado, sino que solamente se le traslad¨® de categor¨ªa, pasando de interno a externo. Para ello, declaran estas fuentes, se estableci¨® contacto con la familia para que se presentase a recoger al chico y buscarle un alojamiento para los pocos d¨ªas que restan de curso, pero los padres no se presentaron. Asimismo indicaron que el r¨¦gimen establecido en el centro es de coeducaci¨®n entre padres y profesores y que la inasistencia se debe a los padres, que no atendieron a la llamada de la direcci¨®n.
Por ¨²ltimo se?alaron que al muchacho se le ofreci¨® acompa?amiento y dinero al ser dejado en la calle, pero ¨¦l se neg¨® a ambas cosas a pesar de no tener alojamiento en Madrid ni conocer la ciudad.
Tambi¨¦n ha podido saber este peri¨®dico, de fuentes del alumnado, que este no es un caso aislado en la actividad del centro. Seg¨²n estas fuentes, el jefe de internado es famoso entre los alumnos, todos invidentes, por sus haza?as, tales como escuchar agazapado en los rincones de los dormitorios las conversaciones entre alumnos o impedir en el comedor que se sirva el segundo plato a un alumno que no haya acabado el primero.
Otras fuentes han indicado a este peri¨®dico que el trato que reciben algunas personas del equipo de administraci¨®n de ambos centros, en este caso videntes, ha motivado algunas protestas, debido a presuntas irregularidades, aunque no especificaron este extremo.
Tanto el Colegio Inmaculada Concepci¨®n, situado en el paseo de La Habana, con alumnado masculino, como el de Mirasierra, en la zona norte de Madrid, de alumnado femenino, pertenecen a la Organizaci¨®n Nacional de Ciegos de Espa?a. Sus alumnos son invidentes residentes en distintos puntos del pa¨ªs, y la ense?anza que en ambos centros se imparte est¨¢ costeada por las cuotas de los ciegos afiliados.
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