Centristas y socialistas buscan un acuerdo para sacar al Estatuto gallego de la v¨ªa muerta
Hoy se cumple un a?o de la presentaci¨®n del proyecto de Estatuto de Autonom¨ªa de Galicia y el 44? aniversario de la ratificaci¨®n en refer¨¦ndum del texto que conced¨ªa instituciones de autogobierno a este territorio, d¨ªas antes de la ca¨ªda de la Segunda Rep¨²blica. Las fuerzas pol¨ªticas gallegas, a poco m¨¢s de tres meses de la convocatoria del refer¨¦ndum para la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto, se encuentran empe?adas en la b¨²squeda de un compromiso que permita afrontar con un m¨ªnimo de entusiasmo pol¨ªtico esta consulta popular, que hoy por hoy s¨®lo apoya Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. El ambiente que se pulsa en Galicia no puede ser peor: el Estatuto es un gran desconocido entre la poblaci¨®n, y el abstencionismo tradicional de esta tierra puede alcanzar cotas in¨¦ditas si las fuerzas mayolitarias llegan a las urnas en octubre defendiendo unos el s¨ª (UCD) y otros el no (PSOE y todos los dem¨¢s). En esta situaci¨®n, muchos gallegos encontrar¨¢n una raz¨®n m¨¢s para quedarse en casa. Coincidiendo con el aniversario, el Rey recibi¨® al presidente de la Junta, Jos¨¦ Quiroga.
Las promesas formuladas por el presidente del Gobierno e el de bate pol¨ªtico celebrado en el Congreso , el pasado mes de mayo, en el sentido de equiparar a todos los niveles la autonom¨ªa de Galicia a la de vascos y catalanes, y el compromiso de convocar el refer¨¦ndum del Estatuto en el plazo m¨¢ximo de seis meses, han reanimado un Estatuto que permanecia hibernado desde el 22 de noviembre del pasado a?o, fecha en que fue aprobado por la Comisi¨®n Constitucional del Congreso s¨®lo con los votos de UCD.Una cena celebrada el mi¨¦rcoles, con dos horas de sobremesa, en la que los centristas Manuel Iglesias Corral y Miguel Sanmart¨ªn, presidente y secretario general de la UCD gallega, respectivamente, dialogaron sobre la posibilidad de llegar a una postura concordada con el secretario general del PSOE gallego, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Pardo, y el diputado socialista Antonio Rodr¨ªguez, ha devuelto a primer plano la autonom¨ªa gallega.
UCD intenta por todos tos medios evitar en Galicia, donde domina la Asamblea de Parlamentarios y todas las instituciones de poder, con excepci¨®n de los ayuntamientos de Vigo, La Coru?a y El Ferrol, un desgaste similar al experimentado en Andaluc¨ªa por su rechazo al refer¨¦ndum del 28 de febrero. Tras largas discusiones internas, en las que los comit¨¦s provinciales de Orense y Pontevedra -a cuyo frente se encuentran P¨ªo Cabanillas y Jes¨²s Sancho Rof, respectivamente- se mostraron reacios a la negociaci¨®n, fueron asumidos los criterios de Jos¨¦ Luis Meil¨¢n, presidente de la UCD coru?esa, y Antonio Ros¨®n, que desempe?a el mismo cargo en Lugo, quienes han defendido p¨²blicamente la necesidad de trabajar en com¨²n con todas las fuerzas pol¨ªticas gallegas. Los dirigentes centristas reconocen en privado que un Estatuto que solamente obtuviese los votos afirmativos de un 20% del censo -merced a la campa?a en contra de la izquierda y al abstencionismo, que en esta ocasi¨®n puede superar todos los r¨¦cords establecidos por Galicia en las ¨²ltimas consultas electorales-, nacer¨ªa casi muerto.
Las diferencias de criterios entre los barones de la UCD gallega que ocupan las presidencias de los comit¨¦s provinciales -Cabanillas, Meil¨¢n, Sancho Rof y Ros¨®n- sobre la conducci¨®n del proceso auton¨®mico determinaron un compromiso que alz¨® a la presidencia del comit¨¦ regional a Manuel Iglesias Corral y situ¨® a Miguel Sanmart¨ªn en la secretar¨ªa general. Soluci¨®n que ahora cuenta con el respaldo de todos.
Iglesias y Sanmart¨ªn han sido nombrados negociadores, y su gesti¨®n est¨¢ siendo seguida con expectaci¨®n por toda la familia centrista. Entre los criterios que manejan podr¨ªa figurar un escrito elaborado por el primero de ellos -un hombre que particip¨® en la elaboraci¨®n del Estatuto gallego de la Rep¨²blica y con una larga trayectoria como jurista-, en el que se analizan exhaustivamente todas las posibilidades del Estatuto y en el que se valoran positivamente las facultades que encierra la concesi¨®n como competencia exclusiva de las normas procesales y procedimientos administrativos que se deriven del derecho espec¨ªfico gallego.
En busca del PSOE
Los resultados de esta negociaci¨®n, iniciada despu¨¦s de una reuni¨®n celebrada el pasado d¨ªa 21 en Santiago, en la que los dirigentes centristas de las cuatro provincias consideraron imprescindible conseguir el respaldo del PSOE para el Estatuto, parecen hoy imprevisibles por la fuerte pol¨¦mica desatada entre los socialistas por la forma en que se han iniciado los contactos con UCD. La inc¨®gnita puede quedar despejada este mis-mo fin de semana en la reuni¨®n que celebrar¨¢ el consejo nacional del PSOE gallego y en la que podr¨ªa plantearse una moci¨®n de censura contra el secretario general del partido, Rodr¨ªguez Pardo, promovida por militantes afines al sector cr¨ªtico.
Sin duda, la ca¨ªda del moderado Rodr¨ªguez Pardo frustrar¨ªa notablemente las esperanzas centristas de llegar a un acuerdo, concebidas tras la reuni¨®n del mi¨¦rcoles. Rodr¨ªguez, Pardo sostiene que han cambiado sustancialmente las circunstancias que hace unos meses acompa?aban al Estatuto gallego. Estima que la ley sobre Modalidades de Refer¨¦ndum es una espada de Damocles que amenaza las iniciativas auton¨®micas, y valora como un hecho positivo el compromiso p¨²blico del Gobierno en el sentido de reconocer las limitaciones del Estatuto y asumir la intenci¨®n de desarrollar con Galicia una pol¨ªtica de transferencias igual a la que se realice con Catalu?a y Euskadi. Igualmente, aprecia las declaraciones efectuadas por dirigentes de UCD, que han advertido que carece de sentido aplicar la pol¨¦mica transitoria tercera del Estatuto.
El secretario general del PSOE gallego opina que, dada la gran mayor¨ªa de que dispone UCD en la Asamblea de Parlamentarios de Galicia, no existe ninguna garant¨ªa de que un hipot¨¦tico Estatuto por la v¨ªa del 143 fuera mejor que el actual. En base a estas razones, juzga inaplazable dar una salida a la situaci¨®n presente.
Frente a estas tesis, el presidente de los socialistas gallegos, Francisco Gonz¨¢lez Amadi¨®s, un hombre vinculado al sector cr¨ªtico del partido, sostiene que hasta ahora no han variado las circunstancias del Estatuto, si bien admite que el PSOE est¨¢ dispuesto a modificar su voto negativo si se alteran las coordenadas en que se encuentra enmarcado el texto auton¨®mico.
Sin embargo, las diferencias entre los dos m¨¢ximos dirigentes socialistas sobte el Estatuto son escasas. Giran ¨²nicamente en torno a la forma en que se han emprendido las negociaciones. Gonz¨¢lez Amadi¨®s no ha ocultado su enojo ante su desconocimiento y el de otros miembros de la ejecutiva de que se iba a celebrar el mi¨¦rcoles la primera reuni¨®n.
Reivindicaciones asumibles
En efecto, ambos coinciden en que, ante la imposibilidad- de reformar un Estatuto que no ha sido aprobado todav¨ªa por el pueblo y por el Pleno del Congreso, habr¨ªa que llegar a un acuerdo p¨²blico entre el mayor n¨²mero de fuerzas pol¨ªticas para modificar el texto una vez celebradas las primeras elecciones al Parlamento gallego. Acuerdo que deber¨ªa realizarse sobre los siguientes puntos:
- Supresi¨®n de la disposici¨®n transitoria tercera, que prev¨¦ la intervenci¨®n de las Cortes para delimitar las competencias sobre materias concurrentes que corresponder¨¢n al Estado o a la comunidad aut¨®noma.
- Igual nivel de competencias exclusivas que las contenidas en los estatutos de Guernica y Sau.
- Supresi¨®n de las diputaciones, o bien garantizar su total subordinaci¨®n al gobierno aut¨®nomo.
- Reconocer el car¨¢cter de competencias exclusivas a las competencias econ¨®micas contenidas en el art¨ªculo 30 del Estatuto (planificaci¨®n econ¨®mica, agricultura y ganader¨ªa, industria y control de las cajas de ahorro), en vez de ¨²nicamente facultar a la comunidad para desarrollar la legislaci¨®n del Estado en estas materias.
- Fijar criterios de proporcionalidad para la distribuci¨®n provincial de los diputados. Consideran los socialistas que el Estatuto prima hoy excesivamente a las provincias menos pobladas (Lugo y Orense) al asignarles quince diputados a cada una, frente a los veintid¨®s prescritos para La Coru?a y los diecinueve establecidos para Pontevedra.
- Rebajar la exigencia de conseguir un m¨ªnimo de votos correspondientes al 3% del censo para poder obtener representaci¨®n en el Parlamento gallego. Los socialistas proponen el 1,5 %.
Dirigentes de la UCD gallega afirman que estas reivindicaciones son perfectamente asumibles, al tiempo que declaran que poseen total autonom¨ªa de la direcci¨®n madrile?a del partido para negociar en esta l¨ªnea. Al parecer, P¨¦rez-Llorca declar¨® recientemente que ten¨ªa que pagar la deuda contra¨ªda con Galicia, y no se descarta que el compromiso de equiparaci¨®n formulado por Su¨¢rez suponga la aceptaci¨®n de los posibles acuerdos que establezcan los centristas gallegos con otras fuerzas pol¨ªticas. As¨ª cabe interpretar al presidente de la UCD gallega, quien ha manifestado a este peri¨®dico que ?ya est¨¢ di¨¢fano el compromiso?.
Los otros partidos
Adem¨¢s de las conversaciones iniciadas con los socialistas, UCD tiene previsto mantener contactos con Coalici¨®n Democr¨¢tica y el Partido Galleguista especialmente, si bien declara que est¨¢ abierta a todos los partidos interesados por la autonom¨ªa de Galicia. El entendimiento con Fraga, que recientemente expuso a Iglesias Corral su deseo de dialogar, parece m¨¢s factible que con los dirigentes del Partido Galleguista. Unas recientes declaraciones del secretario general de este partido, Luis Sobrado, causaron gran malestar entre las filas centristas. Algunos diputados comentaron que el radicalismo de Sobrado no concordaba con la ideolog¨ªa moderada de su partido. En s¨ªntesis, el dirigente nacionalista se?al¨® que UCD y PSOE no defienden los intereses de Galicia y tratan de asegurarse el bipartidismo. Igualmente manifest¨® que no hay posibilidades de negociaci¨®n.
Pese a todo, las condiciones que ponen los galleguistas para respaldar el texto auton¨®mico coinciden sustancialmente con los puntos que reivindican los socialistas, seg¨²n se desprende de declaraciones realizadas a EL PAIS por Sobrado y por el presidente del partido, Avelino Pousa. Ponen especial ¨¦nfasis, sin embargo, en que las negociaciones deben ser abiertas a todas las fuerzas pol¨ªticas y que los posibles acuerdos deber¨ªan ser suscritos en documento p¨²blico por las direcciones centrales; de los partidos.
Las restantes fuerzas pol¨ªticas con implantaci¨®n en Galicia interesadas en el proceso auton¨®mico se encuentran, hoy por hoy, lejos de alterar su no al Estatuto. Tanto el Partido Comunista de Galicia como el Partido Socialista Gallego y el Partido Obrero Gallego, estos ¨²ltimos integrantes de la coalici¨®n, Unidade Galega, junto con el Partido Galleguista, juzgan inviable cualquier. entendimiento con UCD, especialmente despu¨¦s de que no hubiesen prosperado las tentativas de modificar la ley de Referendos. Consideran que es preferible esperar cinco a?os para conseguir una autonom¨ªa digna y estiman que si prosperase el no ello les permitir¨ªa incrementar su incidencia, hasta el punto de invertir la actual correlaci¨®n de fuerzas pol¨ªticas en Galicia, netamente favorable al partido del Gobierno.
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