El director general de RTVE se someti¨® a un intenso interrogatorio parlamentario

Viene de primera p¨¢ginaLas dos impecables telec¨¢maras lkegami estaban en el mismo sitio que el jueves; una, en el centro del pasillo, para planos frontales del director general de RTVE y de la Mesa, y la c¨¢mara uno en la esquina, al lado de los centristas. Frente al se?or Arias-Salgado, dos micr¨®fonos. Uno de ellos fue calificado, desde un principio, por el socialista Pedro Bofill, como ?inusual?. Fernando Arias-Salgado responder¨ªa. m¨¢s tarde que desconoc¨ªa la naturaleza y fines de aquel micr¨®fono, que se supone serv¨ªa para una grabaci¨®n m¨¢s Fidedigna de radio o televisi¨®n.

Pedro Bofill y Pilar Brabo utilizaron el ¨²nico turno para cuestiones de orden y criticaron severamente al director general por la informaci¨®n que RTVE dio en sus telediarios del jueves, en particular por el texto que ley¨® el locutor Celso V¨¢zquez, dedicado casi exclusivamente al discurso del director general y omitiendo el contenido de las intervenciones de los diputados. Antonio de Senillosa se sum¨® a estas protestas y al rechazo por las censuras y vetos ejercidos en Radio Nacional de Espa?a sobre la informaci¨®n de la sesi¨®n anterior.

El presidente descendi¨® de la mesa para sentarse en el lugar de su grupo y abrir el turno de preguntas. El centrista Soler Turmo asumi¨® la presidencia y Antonio de Senillosa dijo: ?M¨¢s que preguntar, voy a cumplir con mi deber. ?Es usted consciente del profundo malestar, del enfado o melancol¨ªa expuesto en infinitas quejas por los trabaja ,dores de RTVE?? Antonio de Senillosa le dijo que hab¨ªa recibido un dossier, tan grande como el presentado por el director general, de trabajadores de todos los sectores profesionales de RTVE, NO-DO, sindicatos de actores, los autores de La clave, etc¨¦tera. El director general contest¨®: ?Soy consciente de esa situaci¨®n de malestar y desilusi¨®n, y me preocupa?. A?adi¨® que comprend¨ªa gran parte de las razones expuestas en esos escritos y que, despu¨¦s de haber sido abordada la reestructuraci¨®n econ¨®mico-administrativa, era urgente organizar el trabajo. Se?al¨® que los redactores, realizadores y programadores son los profesionales que m¨¢s inciden en la valoraci¨®n y creaci¨®n de los contenidos de los programas y que esto era el reto m¨¢s grande y conflictivo ?que todav¨ªa no ha resuelto ninguna de las televisiones p¨²blicas de Europa que conozco ?.

Las televisiones privadas

A preguntas de Ram¨®n Pi Sunyer sobre la televisi¨®n privada, el director general dijo que podr¨ªan ser otorgadas por el Estado o por las comunidades aut¨®nomas, seg¨²n se interprete la ley.

El socialista Andr¨¦s Fern¨¢ndez, integrado en el Grupo Mixto, rog¨® al director general que optimizase la presencia de la unidad m¨®vil de Televisi¨®n Espa?ola y que pasase al Pleno para que todos los espa?oles pudiesen ver el debate sobre la ley de empleo. Pregunt¨® sobre la televisi¨®n por cable y sus inversiones y las deudas de RTVE a la Seguridad Social. El se?or Arias-Salgado respondi¨® que RTVE abon¨® 1.500 millones de pesetas, correspondientes a la cuota patronal de los dos ¨²ltimos meses del pasado a?o y primer cuatrimestre del actual. La deuda se liquid¨® con el ingreso, tambi¨¦n efectuado anteayer, de 1.800 millones de pesetas que el, Tesoro adeudaba a RTVE.

Ana Balletb¨® comparti¨® con Rodolfo Guerra los diez minutos que correspondieron a Socialistas de Catalu?a. La diputada socialista no consider¨® al director general competente para informar sobre el futuro de la televisi¨®n en Catalu?a, y pregunt¨® si el ex corresponsal de Televisi¨®n Espa?ola en Londres, Jos¨¦ Luis Navas -en cuyo expediente constar¨ªan ?abuso de confianza y falsificaci¨®n de documentos?, y al que se le aplic¨® falta muy grave, que supondr¨ªa el despido-, se encuentra actualmente trabajando en RNE de M¨¢laga, y si el director general pensaba perseguir legalmente el caso, a tenor del art¨ªculo 101 de la ley de Enjuiciamiento Criminal. Ana Balletb¨® a?adi¨® que el director general no combat¨ªa la corrupci¨®n en el medio. El se?or Arias-Salgado inform¨® que hab¨ªa puesto el caso en conocimiento de la direcci¨®n de lo Contencioso- Administrativo, y que Jos¨¦ Luis Navas estaba pendiente de destino.

Censura en Televisi¨®n Espa?ola

El socialista Rodolfo Guerra desminti¨® la afirmaci¨®n del director general de que no hab¨ªa censura en RTVE y dijo que se desacataba el art¨ªculo 20? de la Constituci¨®n. Rodolfo Guerra pregunt¨®: ??Por qu¨¦ ha hecho a la censura m¨¢s intensa y grave que en tiempos de la dictadura??. El socialista catal¨¢n cit¨® m¨¢s de veinte t¨ªtulos, personas y respectivos programas censurados desde 1978 hasta la fecha; aport¨® otra lista de programas censurados integramente, como La clave, Encuentros, Erase una vez el hombre (cap¨ªtulo de la Inquisici¨®n); sum¨® al repertorio de censura una tercera lista de los desaparecidos definitivamente, como Escuela de salud y La semana; los catalanes Giravolt y Personatges; a?adi¨® que cinco telefilines (El joven Garibaldi, La ca¨ªda de las ¨¢guilas, El origen de la Mafia, El castillo de Copla y Hombres de nuestro tiempo) comprados y doblados no se han emitido por censura ideol¨®gica, con el agravante de que Televisi¨®n Espa?ola ya percli¨® los derechos de emisi¨®n al caducar los contratos, y que en la misma situaci¨®n se encuentran quince largo metrajes comprados y no emitidos. Fernando Arias-Salgado felicit¨® a Rodolfo Guerra por su informaci¨®n y le dijo que desconoc¨ªa la mayor¨ªa de los hechos expuestos. ?Estos problemas dependen del l¨ªmite de tolerancia de una sociedad respecto a los contenidos de los programas que pueden herir, y de hecho hieren a determinados sectores de la audiencia?, coment¨® el director general de RTVE.

Tambi¨¦n los comunistas consumieron sus diez minutos en dos turnos. Pilar Brabo pregunt¨® si hab¨ªa aconsejado u ordenado la incomparecencia de los funcionarios y si era cierta la carta del director general publicada en EL PAIS, en la que propon¨ªa al Gobierno que no autorizara la comparecencia. La diputada comunista dijo que no hab¨ªa pluralismo en Televisi¨®n Espa?ola, sino franquismo, y que sus programas daban la imagen de que el Parlamento estaba ocupado por UCD. Cit¨® las denuncias presentadas por los trabajadores en reiteradas ocasiones, distintas y concretas manipulaciones informativas y, por ¨²ltimo, pregunt¨® qu¨¦ puesto ocupaban en el organigrama cuatro censores: Antonio S¨¢nchez, Jes¨²s Cea, Mariano Palacios y Agust¨ªn Valdivieso. El director general dijo que no hab¨ªa aconsejado ni ordenado la incomparecencia y que se reconoc¨ªa autor del fragmento de la carta publicada en EL PAIS, que la informaci¨®n la valoran los profesionales y que era necesario acordar una serie de criterios b¨¢sicos siguiendo el modelo italiano, para comprobar despu¨¦s si se cumplen a trav¨¦s del control parlamentario. Sobre el programa de Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, dijo: ?Mientras La clave sea excelente como lo es ahora, no hay problemas de desaparici¨®n?.

El comunista Antoni Montserrat dijo que no era cierto que se hubiesen rendido cuentas al Tribunal de Cuentas y que las subvenciones no deben ser consideradas como ingresos porque son subvenciones para p¨¦rdidas. El director general contest¨® que las cuentas se presentaron como manda la ley, por conducto de la Intervenci¨®n General del Estado.

El socialista Alfonso Guerra formul¨® al director general las 33 preguntas, advirtiendo que no sab¨ªa si llamarle ?funcionario, como hac¨ªa ayer, porque algunos se han molestado, ya que a un superministro no se le debe llamar funcionario y, sin embargo, otros funcionarios me han dicho que no le llame funcionario porque ellos se sienten molestos?. Las preguntas se refirieron al porqu¨¦ del micr¨®fono personal para el se?or Arias-Salgado, si ment¨ªa o no EL PAIS al afirmar que se hab¨ªan prohibido en RNE declaraciones de diputados de la oposici¨®n -en concreto, las del propio Alfonso Guerra- y sobre la identidad de qui¨¦n hab¨ªa dado la orden de desmantelar a los enlaces que permit¨ªan la transmisi¨®n en directo desde el Congreso. Manifest¨® que algunos documentos entregados por el director general estaban repetidos. Hizo referencia al edificio de Somosaguas alquilado a la Uni¨®n de Explosivos R¨ªo Tinto, y dijo: ? Por cierto que tiene la entrada a Televisi¨®n Espa?ola por la calle del Polvor¨ªn, que pudiera ser un s¨ªmbolo de lo que est¨¢ pasando ?.

Alfonso Guerra pregunt¨® por qu¨¦ la memoria de contabilidad de RTVE se hab¨ªa impreso en la sociedad Rayear (a la que se abon¨® 1.200.000 pesetas) y no en la imprenta del Ministerio de Cultura. Dijo, asimismo, que se hab¨ªan efectuado pagos por importe de 3.600.000 pesetas a otras empresas por servicios de contabilidad, cuando RTVE tiene un subdirector de contabilidad, ?el se?or Aranguren, cuyo salario parece ser de 3.500.000 pesetas. Alfonso Guerra destac¨® algunas contradicciones de la memoria, que no hab¨ªa culminado el proceso de rendici¨®n de cuentas, y se pregunt¨®: ??C¨®mo es posible que el inmovilizado material, en el cap¨ªtulo de concesiones administrativas, sea de tres pesetas? ?No tres millones, ni 3.000 millones, sino tres pesetas! ?C¨®mo es posible que, dicierido la auditor¨ªa que una de las partidas m¨¢s Importantes con que cuenta Televisi¨®n Espa?ola es la propiedad intelectual, pueda ser que su inmovilizado material sea de ocho pesetas? ?. Alfonso Guerra insisti¨® en que RTVE viola el derecho de r¨¦plica y que el director en funciones de Televisi¨®n, Luis Ezcurra, puso en duda que estuviese vigente ese derecho al que se acogi¨® y del que todav¨ªa espera respuesta desde el pasado 9 de abril. Pidi¨® que se explicase c¨®mo pudo RTVE obtener un super¨¢vit de 4.000 millones de pesetas y la lista de componentes de Cosesa. ?Nos interesa mucho esta lista?, dijo, ?porque hay nombres que pueden hacer restallar la famosa calle del Polvor¨ªn?. Dijo que todav¨ªa no se hab¨ªan entregado determinados documentos solicitados por el Parlamento y que su. respuesta a Pilar Brabo sobre el documento publicado en EL PAIS, el que propon¨ªa la incomparecencia de los funcionarios, era del todo insuficiente. El portavoz socialista volvi¨® a la revista Tele-Radio y pregunt¨® si acaso distribuye gratuitamente 442.000 ejemplares al a?o, con un coste de 22. 100.000 pesetas, y ??c¨®mo se contabiliza esa distribuci¨®n gratuita e una revista deficitaria??. Sobre el cheque de veinticinco millones de pesetas enviado por el ministro del Interior al director general con ocasi¨®n de los referendos en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, pregunt¨® Alfonso Guerra: ?Si las ordenanzas establecen que los altos cargos de Televisi¨®n no pueden recibir gratificaciones, ?c¨®mo es posible que de esos veinticinco millones de pesetas 6.626.200 pesetas se dedicaron, por ejemplo, al se?or don Luis Ezcurra (225.000 pesetas), se?or Irazaz¨¢bal (180.000 pesetas), se?or Arandes Massip (225.000 pesetas), hasta la cifra total??. Alfonso Guerra pregunt¨® tambi¨¦n por el expediente de Jos¨¦ Luis Navas, si el ex director de Televisi¨®n Miguel Martin sigue cobrando su sueldo de director y, por ¨²ltimo, ??si el se?or director general no cree que su gesti¨®n es un aut¨¦ntico desastre??.

Fernando Arias-Salgado contest¨® r¨¢pidamente a Alfonso Guerra y dijo que ignoraba las manipulaciones de que informa EL PAIS, que ¨¦l no dio orden de desmantelar los enlaces del Congreso, que no existi¨® obstaculizaci¨®n a los interventores de Hacienda y que, sobre el derecho de r¨¦plica, Alfonso Guerra tiene abiertas las pantallas de televisi¨®n ?para decir lo que quiera?. El director general a?adi¨® que hab¨ªa enviado los documentos solicitados, que el tema de Tele-Radio est¨¢ en estudio, que el cheque no era nominativo, sino a cargo, y a prop¨®sito de su gesti¨®n personal, manifest¨® que, aunque hab¨ªa errores, si se compara la situaci¨®n anterior con la actual, se deben reconocer los aspectos positivos de la misma y la capacidad de respuesta para abordar temas pendientes.

Luis Apostua, por los centristas, calific¨® a la sesi¨®n como ?muy dura, desde el punto de vista dial¨¦ctico?, pero ?muy esclarecedora desde el punto de vista informativo?; que se hab¨ªa celebrado a petici¨®n del director general y que ¨¦ste hab¨ªa colaborado sincera y eficazmente con la comisi¨®n. El se?or Apostua insisti¨® en que su grupo tiene todo el inter¨¦s en esclarecer los hechos y en colaborar con todas las fuerzas pol¨ªticas para la puesta en marcha del estatuto.