Un borrador para la conferencia de Madrid
Tras unos meses dif¨ªciles, finalmente parece que nuestra diplomacia se pone en marcha y que, superadas dificultades ciertas y voluntades equ¨ªvocas, tendr¨¢ lugar la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n. La satisfacci¨®n reinante no debe hacer olvidar que, si se desea un encuentro positivo, debe trabajarse ya, de inmediato, en la reuni¨®n preparatoria de Madrid, que se celebrar¨¢ a partir del 9 de septiembre, ?para decidir las modalidades adecuadas con respecto a la reuni¨®n principal, que comenzar¨¢ el martes 11 de noviembre", (documento de terminaci¨®n de Belgrado, 1978).En dicha reuni¨®n preparatoria no s¨®lo se fijar¨¢n las cuestiones de organizaci¨®n y de procedimiento (duraci¨®n de la conferencia, intervenciones en el pleno, comisiones de trabajo, etc¨¦tera), sino que, fundamentalmente, se decidir¨¢, en principio, sobre dos temas esenciales: la elaboraci¨®n del documento final y la continuaci¨®n de estos encuentros. Urge, por tanto, que en Espa?a, pa¨ªs anfitri¨®n, Gobierno, partidos pol¨ªticos, grupos de opini¨®n, trabajen en torno a uno o a varios borradores que, en cierta forma, configuren la agenda de la conferencia. Bien entendido que no se trata de un trabajo en solitario, sino de una tarea solidaria, en la que, ciertamente, deben tener acogida los proyectos de otros pa¨ªses que tambi¨¦n se orienten en el camino de la paz.
El punto de partida bien puede ser el examen de los resultados alcanzados en el cumplimiento del acta final de Helsinki y, en conexi¨®n, el tema nuclear, la crisis de la distensi¨®n, as¨ª como la proposici¨®n de medidas encaminadas a superar la situaci¨®n actual. Punto en el que debe ser primordial evitar que la conferencia se polarice en rivalidades de bloques.
Nuevas propuestas para la distensi¨®n
Seguidamente, en paralelo con el acta de Helsinki, deber¨¢n presentarse nuevas propuestas favorecedoras de la distensi¨®n y tendentes a reforzar la confianza entre los pa¨ªses europeos, a¨²n conscientes de que hasta ahora no han funcionado plenamente las previsiones iniciales. Entre otras, cabr¨ªa pensar en: 1) notificaci¨®n, con antelaci¨®n suficiente y car¨¢cter obligatorio, de todas las maniobras militares; 2) mejoramiento en el sisterna de notificaci¨®n y en el intercambio de observadores mil?tares; 3) adopci¨®n de medidas an¨¢logas en el campo naval. Evidentemente, ser¨ªa deseable la extensi¨®n de estas medidas al Mediterr¨¢neo. En este mismo apartado deber¨ªa sugerirse asimismo la limitaci¨®n de ciertas actividades militares susceptibles de provocar tensiones: movimientos de tropas en zonas fronterizas, vuelos de aviones militares sobre las mismas, movimientos navales en las proximidades de las aguas territoriales de otros Estados, interferencias en las ondas radiof¨®nicas, etc¨¦tera. El ¨®ptimo, en este plano, ser¨ªa un programa de reducci¨®n'de fuerzas armadas, lo que permitir¨ªa avanzar en el cumplimiento del acta final. Tambi¨¦n, con las cautelas debidas, ser¨ªa positivo progresar en los preparativos de una conferencia de desarme que, por otra parte, no vaciase de contenido a la conferencia de Madrid.
Al hilo de la orientaci¨®n apuntada, vendr¨ªan seguidamente el balance y las propuestas en el ¨¢rea de la cooperaci¨®n en materia de econom¨ªa, ciencia y tecnolog¨ªa y medio ambiente. A este respecto, habr¨ªa que insistir en el camino iniciado por el Foro Cient¨ªfico de Bonn, as¨ª como en la reuni¨®n de La Valetta (1979), fomentadora de este sector en el Mediterr¨¢neo.
Otro rengl¨®n, evidentemente conflictivo, es el concerniente a la cooperaci¨®n en el campo humanitario. Resulta obvio subrayar el notorio incumplimiento de la URSS en el respeto de los derechos humanos fundamentales. Ser¨ªa preciso insistir en los temas de las familias separadas, libre circulaci¨®n de personas, etc¨¦tera. Problema importante en esta materia es el que ata?e ar ?mejoramiento de la circulaci¨®n de la informaci¨®n intercambio de la misma y libre acceso a ella?. Recu¨¦rdese adem¨¢s que en el acta final figura un apartado concreto que debe ser desarrollado por todos los Estados participantes y que afecta a la mejora de las condiciones de trabajo de los periodistas.
El tema mediterr¨¢neo
Particular inter¨¦s tiene para Espa?a el tema del Mediterr¨¢neo. Logros altamente positivos ser¨ªan ampliar todas las medidas de car¨¢cter militar y favorecedoras de la distensi¨®n a esta regi¨®n, as¨ª como, de ser posible, la incorporaci¨®n institucional, de pleno derecho, de todos los paises mediterr¨¢neos a la conferencia. Con la mentable frecuencia, los europeos olvidamos que el Mediterr¨¢neo tiene dos riberas.
Esta, en suma, ser¨ªa una primera y muy incompleta aproximaci¨®n al dise?o de un borrador de trabajo para la reuni¨®n preparatoria de la CESC. El orden de presentaci¨®n de los temas no es arbitrario; en modo alguno puede comenzarse por un extremo que paralice el resto de la conferencia, cuyo logro mayor ser¨ªa, evidentemente, garantizar su continuidad, asegurando, de ser posible, una nueva,cumbre de jefes de Estado o de Gobierno para el a?o 1982 ¨® 1983, que, renovando las tareas de Helsinki, se encaminase positivamente en el camino de la seguridad y de la cooperaci¨®n entre todos los Estados de Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.