29? Festival Internacional de M¨²sica de Granada
Estrenos de Luis de Pablo y Narc¨ªs Bonet
La aparici¨®n del grupo Koan en el escenario del 29? Festival de Granada ha significado, como es l¨®gico, la presencia de la m¨²sica espa?ola de hoy, ausente hasta ahora (salvo una breve y bella p¨¢gina coral de Juan Alfonso Garc¨ªa, que dirigi¨® Ricardo Rodr¨ªguez al Coro de la Universidad) y que se prolongar¨¢ con el estreno sinf¨®nico de Gonzalo Olavide Cante, sobre Garc¨ªa Lorca, por la Orquesta Nacional y Ros Marb¨¢.
Ten¨ªa el concierto de los Koan intenci¨®n de homenaje a la generaci¨®n representada por Bernaola, De Pablo, Bonet, Crist¨®bal Halffter, con la extensi¨®n a Tom¨¢s Mareo, ya de otra generaci¨®n. En programa dos estrenos espa?oles: Pocket zarzuela, de De Pablo, y Le Roi nu, de Narc¨ªs Bonet, ambos protagonizados de manera espl¨¦ndida por Esperanza Abad, sin duda una de las grandes cantantes internacionales de m¨²sica contempor¨¢nea.Pocket zarzuela responde a un Luis de Pablo bien aut¨¦ntico. Es m¨¢s, al escucharla recordaba al compositor -y al tipo humano juvenil- fervoroso entusiasta de Rossini. Sin embargo, el m¨²sico-intelectual maduro que es hoy Luis no ha podido hacer humor o iron¨ªa, como puede hacer suponer el t¨ªtulo de la obra, sino confesado esperpento valle inclanesco, con momentos negros. ??No hay razones para ello??, se pregunta el compositor.
Las hay en la realidad y, desde el punto de vista creativo, existen en los textos de Jos¨¦ Miguel Ull¨¢n sobre los que ha trabajado De Pablo. Segunda visi¨®n de marzo, Anochec¨ªa, Mortaja, Edicto y Goyesca, m¨¢s una objetivaci¨®n instrumental de Mochila para Severo, han tenido transposici¨®n concisa, exacta, expresiva en una partitura escrita con perfecci¨®n para la voz y un grupo instrumental reducido (flautas, clarinete, viol¨ªn, cello y piano).
La obra, estrenada el oto?o pasado en Alemania, alcanz¨® un ¨¦xito notable, tanto para Ull¨¢n como para De Pablo.
El segundo ?estreno en Espa?a? ven¨ªa del catal¨¢n Narc¨ªs Bonet, sucesor de su profesora, Nadia Boulanger, tanto en la clase de an¨¢lisis de L'Ecole parisiense como en la direcci¨®n del Conservatorio de Fontainebleau. Aun sabiendo que Bonet no sigue las l¨ªneas de la llamada vanguardia de los cincuenta, me sorprendi¨® esta suerte de cantata basada en un texto franc¨¦s de Emmanuel Oudiette, que trata el cuento de Andersen, de origen espa?ol como es sabido, El rey desnudo, y me ha sorprendido porque la fecha de 1975, que Bonet da, hab¨ªa sobrepasado con mucho un estilo del compositor, propio de su etapa juvenil, que reaparece muy vivo ahora.
La alusi¨®n casi constante al Retablo de Falla (?apropiaci¨®n? no seguida de ?asesinato? como es conveniente en arte), debe tener algo de iron¨ªa y no poco de ?declaraci¨®n de principio?. El buen oficio de Bonet se evidencia como en toda su producci¨®n, de la que, por cierto, desconocemos obras como el Concierto para cello, que obtuvieron premios internacionales.
La oda para la Garland a Kalmus, en su ochenta aniversario, de Halffter, tan sumaria y escueta, son¨® en todos sus valores, gracias a la versi¨®n de Encinar y, tambi¨¦n, a las espl¨¦ndidas condiciones del auditorio Falla, cuyo asesor ac¨²stico, profesor Kramer, vino todav¨ªa a comprobar, en un ejemplo de responsabilidad profesional.
Con todo, me parece, que Crist¨®bal no queda suficientemente representado, como no sea desde el punto de vista humano y como expresi¨®n de una amistad al que fuera director de la Editora Universal, de Viena. Acaso no lo estaba tampoco Carmelo Bernaola, en sus Polifonias de 1969, trabajo espl¨¦ndido en la flexibilidad con que enfrenta un cuarteto de arcos a otro de madera, muy interesante para explicarla raz¨®n de ser de otras obras actuales del m¨²sico vasco.
Si resulta significativa, en la producci¨®n de Tom¨¢s Marco, Auromaquia (concierto barroco n¨²mero 2), de 1976, r¨¦plica o continuaci¨®n de Autodaf¨¦. En el fondo estamos ante otra manera de ser valleinclanesca: la objetivaci¨®n sonora de los grandes y terribles ?espect¨¢culos barrocos? de Espa?a: el auto de fe considerado en su sentido ceremonial, la vieja fiesta de los toros.
?Compromiso? cultural de problem¨¢tica realizaci¨®n -ya que la m¨²sica se desarrolla sobre las alusiones citadas tomadas como punto intelectual de partida-, Tom¨¢s Marco consigue tan bellos como interesantes resultados. Jos¨¦ Ram¨®n Encinar y el grupo Koan dieron versiones que oscilaron entre lo bueno y lo excelente, el auditorio Falla registr¨® una gran entrada.
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