Una seria preocupaci¨®n

Constituye en estos momentos un serio motivo de preocupaci¨®n la iniciativa que pretende el reingreso en el Ej¨¦rcito de un grupo de ex militares separados de aqu¨¦l hace poco tiempo, por sentencia firme de un consejo de guerra de oficiales generales con el refrendo de la autoridad judicial. Las penas aplicadas fueron consecuencia de un riguroso proceso, que se atuvo estrictamente a la legalidad y en el que no se persegu¨ªan intencionalidades pol¨ªticas, sino las conductas delictivas de quienes crearon en el seno del Ej¨¦rcito una organizaci¨®n clandestina.La nueva medida de gracia pretende justificarse por quienes la propugnan como un gesto humanitario y reconciliador, pero haciendo abstracci¨®n de los graves efectos negativos que tal precedente podr¨ªa provocar sobre los conceptos de unidad, disciplina y jerarqu¨ªa, que constituyen las bases esenciales de la instituci¨®n militar.

La opini¨®n p¨²blica, enterada de los argumentos utilizados por los valedores de la UMD, debe saber tambi¨¦n que el criterio del mando militar ya se hizo oficial en 1976: ?El Ej¨¦rcito no puede volver a admitir en ¨¦l, como miembros de pleno derecho, a quienes de forma tan equivocada o inconsciente han puesto en grave riesgo su d¨ªsciplina y unidad. Su presencia entre nosotros mantendr¨ªa abierta una herida, que por bien de Espa?a y del Ej¨¦rcito, e incluso por el suyo propio, es preciso cerrar y olvidar?. ( ... )

Cuando grandes y dif¨ªciles problemas se acumulan sobre la Espa?a actual, no parece l¨®gico que se irrite a esa equilibrada corporaci¨®n castrense con proposiciones sentimentales, que pueden acarrear secuelas graves. Tampoco parece justo, ni prudente, que la ecu¨¢nime tranquilidad mostrada por la milicia a lo largo del proceso hacia la democracia se interprete por algunos como signo de impotencia conformista. ( ... )

12 de julio