El Servicio de Calcograf¨ªa Nacional: una fuente casi desconocida de excelentes y econ¨®micos grabados

Para los aficionados al arte de gustos cl¨¢sicos un medio econ¨®mico de vestir las paredes de su casa o formar una peque?a colecci¨®n particular con reproducciones de calidad garantizada es recurrir al Servicio de Calcograf¨ªa Nacional, uno de los fondos de grabados m¨¢s antiguos y valiosos que existen en Europa. Por un precio que oscila entre las 1.000 y las 3.000 pesetas, se pueden adquirir en ¨¦l excelentes grabados de Goya, Solana, Fortuny y otros pintores de similar categor¨ªa.

Son los coleccionistas y anticuarios extranjeros los que suelen hacer mayor uso de este servicio desconocido para la mayor¨ªa del gran p¨²blico, aunque, seg¨²n una de las encargadas del mismo, ?los espa?oles prefieren buscar en los rastros, tiendas de antig¨¹edades o mercados de arte porque ya saben lo que hay aqu¨ª?.Creado por Carlos III en 1789 como una dependencia de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Servicio de Calcograf¨ªa Nacional tiene actualmente contabilizadas en su cat¨¢logo alrededor de 6.000 planchas, todas ellas posteriores a su fecha de creaci¨®n, salvo algunas excepciones del siglo XVI.

La principal fuente de abastecimiento del servicio fue en su origen la Imprenta Real, cuyas planchas pasaban autom¨¢ticamente a la Calcograf¨ªa. Despu¨¦s se ha enriquecido a base de donaciones particulares u oficiales, como la que hizo recientemente la Biblioteca Nacional de unas trescientas planchas, compras, intercambios y tambi¨¦n con los premios de, los concursos y exposiciones nacionales.

El car¨¢cter oficial que ha mantenido el Servicio de Calcograf¨ªa durante las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas explica la ausencia en su cat¨¢logo de pintores espa?oles contempor¨¢neos de prestigio universal, como Picasso, Saura, Chillida o Zobel, excluidos y m¨¢s o menos condenados por la pol¨ªtica cultural del r¨¦gimen. En estos momentos es de esperar, sin embargo, que el cambio de tal situaci¨®n propicie la colaboraci¨®n entre esta importante y significativa serie de artistas y la Calcograf¨ªa, tal como ha ocurrido en mejores ¨¦pocas.

Las series completas de Los caprichos y Los proverbios, de Goya; la bot¨¢nica de Cavanilles y sus ilustraciones para el libro Viaje al reino de Valencia, la Colecci¨®n de trajes de Espa?a, de Ribelles-Carrafa, o la serie de peces del Cant¨¢brico, de Bru, son algunas de las piezas m¨¢s notables del cat¨¢logo de la Calcograf¨ªa Nacional.

Destacables por su encanto ex¨®tico y singularidad son tambi¨¦n los dibujos de varios autores que ilustran el libro Viaje a Constantinopla ( 1779) y la serie Barones ilustres, fechada en 1771.

Entre los pintores contempor¨¢neos m¨¢s representativos se encuentran grabados de algunas obras de Sol¨¢na; de Ricardo Baroja, con sus expresivos retratos de la Espa?a negra; de Rafael Pellicer, una serie de figuras y temas muy madrile?os; de Pedraza, y de los Fortuny, padre e hijo. De Fortuny, hijo, artista casi desconocido en Espa?a, que lleg¨® a ser famoso en Europa por sus m¨²ltiples invenciones, entre ellas las estampaciones en tela que vistieron Eleonora Dusse e Isadora Duncan, existen algunos grabados simbolistas inspirados en temas wagnerianos, los ¨²nicos de este estilo que posee la Calcograf¨ªa.

De los paisajes del flamenco Haes, dibujos de sus disc¨ªpulos Lhardy y Campuzano, de un car¨¢cter m¨¢s pintoresco y costumbrista; de la obra de Carmona, Labrada y Fern¨¢ndez Cuervo posee asimismo la Calcograf¨ªa una surtida muestra.

Los grabados que est¨¢n a la venta en el Servicio de Calcograf¨ªa no se denominan reproducciones, t¨¦rmino que se presta a la confusi¨®n, sino originales m¨²ltiples, aunque las pruebas normalmente no se firman ni numeran. Su procedimiento de obtenci¨®n, la estampaci¨®n, es uno de los m¨¢s antiguos m¨¦todos de impresi¨®n, cuya tradici¨®n se ha desarrollado y mantenido sobre todo en Francia.

La estampaci¨®n se realiza mediante una sencilla prensa llamada t¨®rculo, de rodillos cil¨ªndricos y horizontales, pero no se trata de un mero proceso mec¨¢nico, ya que el buen oficio del estampador es requisito indispensable para llevar correctamente sobre el papel el trabajo que ejecuta el grabador sobre la plancha de cobre, ya sea seg¨²n la t¨¦cnica de talla dulce, buril o aguafuerte.

El problema que se presenta actualmente en el taller de calcograf¨ªa, instalado junto a las dependencias del servicio, en la segunda planta de la Biblioteca Nacional, que ocupa desde hace varios a?os de forma provisional, es la dificultad de encontrar estampadores h¨¢biles y expertos, pues este oficio, como otras ocupaciones artesanales, est¨¢ hoy en fase de extinci¨®n.