Seis a?os ha tardado Heinrich Boell,

El gran novelista alem¨¢n, en zanjar, y ganar, un pleito que manten¨ªa contra un comentarista de televisi¨®n que le hab¨ªa calumniado. El periodista hab¨ªa acusado al famoso autor de Opiniones de un payaso de simpatizar con los terroristas alemanes. Seg¨²n aqu¨¦l, Boell hab¨ªa calificado el Estado de derecho, contra el que se dirig¨ªa la violencia terrorista, de estercolero, para a?adir que s¨®lo quedaban ?restos de poder putrefactos que algunos se empe?aban en defender con rabia de ratas?. Dos tribunales, u?o de Karlsruhe y otro de Colonia, en la Rep¨²blica Federal de Alemania, han decidido que en las intenciones del premio Nobel de Literatura jam¨¢s hubo esas muestras de apoyo al terrorismo. Seg¨²n el fallo del primero de los tribunales citados, el derecho a la libertad de expresi¨®n tiene sus l¨ªmites, y no es l¨ªcito servirse, como hizo el comentarista, de citas falsas o tergiversadas para calumniar a una persona.