Descubierta en Tenerife una cueva con restos de m¨¢s de 50.000 a?os de antig¨¹edad

En Gu¨ªa de Isora, al sur de Tenerife, dos excavadores de una galer¨ªa de agua devolvieron, fortuitamente, a la luz lo que pudo haber estado sepultado en el t¨²nel del tiempo de 50.000 a 100.000 a?os. La pala mec¨¢nica desplom¨® una pared de la galer¨ªa, tras la que se descubri¨® un tubo volc¨¢nico, explorado por ahora hasta seiscientos metros, al final del cual se hallaba un osario de restos de ratas y lagartos gigantes pertenecientes a aquellos tiempos remotos del archipi¨¦lago. El ayuntamiento ha solicitado la creaci¨®n de un museo arqueol¨®gico en el municipio, a partir de este descubrimiento.Como cada d¨ªa, Fidel Gil y Juan Jos¨¦ Jim¨¦nez se dispon¨ªan a profundizar en las entra?as de la galer¨ªa de Las Hoyas de Chiguergue en busca de manantiales de agua. La sorpresa fue cuando un golpe de la pala hizo ceder una pared de la oscura gruta. Inmediatamen pusieron en conocimiento del ayuntamiento lo ocurrido.

Pero, si interesante es el futuro tur¨ªstico, no menos lo es la realidad arqueol¨®gica que ofrece la larga cueva. La aparici¨®n de los restos ¨®seos atribuidos a las antiguas ratas y lagartos gigantes que poblaron antiguamente las islas, viene a abonar la tesis del ge¨®logo y jefe del departamento de Petrolog¨ªa y Geoqu¨ªmica de la Universidad de La Laguna, Telesforo Bravo, quien ya por los a?os cuarenta realizaba su primer hallazgo en este sentido. Bravo dirige su mirada hacia la gigantesca mole del cercano pico del Teide y dice estar convencido de que ?esta cueva fue el resultado de una tragedia volc¨¢nica en la zona?.

Los lagartos gigantes a los que pertenecen los restos ahora hallados pudieron alcanzar hasta una longitud de metro y medio. Estos lac¨¦rtidos se engloban, nos indica el ge¨®logo, en dos especies conocidas como Lacerta M¨¢xima y Lacerta Goliat. De estos ejemplares s¨®lo quedan en el archipi¨¦lago unos vestigios en la isla de Hierro, en peligro de extinci¨®n, contra la que han luchado los ecologistas.

La rata gigante recibe en su nombre cient¨ªfico latinizado, Canariamys Bravoii, el apellido de su descubridor, profesor Bravo. ?Esta especie fue estudiada por paleont¨®logos de la Universidad de Barcelona hace a?os?, nos se?al¨®.