"Saved", segundo ¨¢lbum cristiano de Bob Dylan
En su nuevo ¨¢lbum Saved Sa, que acaba de ser editado en Espa?a, Bob Dylan insiste en su conversi¨®n al cristianismo de los Nuevos Nacidos. En un disco magn¨ªfico de m¨²sica y letras creyentes, el antiguo s¨ªmbolo de unas posturas evidentemente derrotadas en los setenta enfoca los ochenta con una vuelta a los valores m¨¢s primitivos de nuestra civilizaci¨®n. Dios castiga y reconforta. Cristo es el refugio y la gula, en El se encuentra la salvaci¨®n, aunque sea nadando contra corriente.
?Estaba cegado por el diablo. Nac¨ª ya arruinado, muerto, con una frialdad de piedra... He sido salvado por la sangre del cordero... Y soy feliz, s¨ª; soy tan feliz, soy feliz, tan feliz? (Saved).Dylan, cristiano o cin¨ªco, inquisidor o adorador nocturno, pecador o arrepentido, Bob Dylan, se ponga como s¨¦ ponga, sigue haciendo pensar. Y no porque sea un mito, sino porque camina por un sendero algo diferente al del resto del personal, porque hace lo inesperado sigui¨¦ndose a s¨ª mismo, aunque ahora se llame Cristo. Saved, su ¨²ltimo ¨¢lbum, es una combinaci¨®n de fervor, humildad, dicha y buena m¨²sica. Es tambi¨¦n una pieza de vinilo que puede relacionarse con la crisis que sufre Estados Unidos, el milenarismo rampante, el agotamiento de lo generado en el cambio de la pasada d¨¦cada o con una generaci¨®n que ha corrido por la aventura sin encontrar grandes verdades y que ahora se encuentra integrada, derrotada, harta, sorprendida y nada feliz.
?Es tan duro encontrar un hombre rico entre diez con una mente satisfecha. Hace tiempo ten¨ªa riqueza y fama, todo lo que pod¨ªa desear para comenzar el juego de la vida. Ocurri¨® de repente, perd¨ª hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo. Pero soy mucho m¨¢s rico con una mente satisfecha? (Satisfied Mind).
Lo de Dylan, caso de que uno acepte de buena fe su sinceridad teol¨®gica, se parece m¨¢s a la desesperada b¨²squeda de una seguridad de misalito Regina que a la actitud esperable de una persona que ya ha vivido mucho y muy intensamente. Es una actitud ciertamente americana, una actitud que conduce a chaqueteos espectaculares, pero de los m¨¢s sentidos. Hace s¨®lo dos a?os, en una entrevista con Phillippe Adler para L'Express, Dylan aceptaba como suya la definici¨®n del artista como ?Inyecci¨®n de desilusiones?. Hoy dice: ?T¨² me lo has dado todo. ?Qu¨¦ puedo hacer por ti? T¨² me has dado ojos para ver. ?Qu¨¦ puedo hacer por ti?? (What can I do for you?).
En todo caso, el nuevo ¨¢lbum de Dylan le muestra mucho menos tonante, con un punto de regocijo interior que contrasta vivamente con sus admoniciones inquisitoriales de Slow train coming. S¨®lo te pregunta: ??Est¨¢s preparado para encontrar a Jes¨²s? ?Est¨¢s donde debes estar? ?Te reconocer¨¢ cuando te vea? ?O dir¨¢: "Ap¨¢rtate de m¨ª"? ? (Are you ready?).
S¨®lo que la m¨²sica, plagada de rythm and blues y de gospel, es magn¨ªfica y, si no se atiende en exceso a lo manido de la letra, emocionante. Pero no es una emoci¨®n de llanto y, por tanto, l¨¢nguida, sino algo que puede ir desde la rapidez de Saved hasta las preguntas desganadas de What can I do for you? O el ritmo machac¨®n e insistente de Are you ready?, o la melipea de Pressing on, o...
Con un grupo que funciona como una roca b¨ªblica y unas cantantes de apoyo que ya conocemos de antes, la m¨²sica de Dylan en este ¨¢lbum ser¨ªa un derroche de clasicismo si no fuera por ¨¦l mismo, por su adaptaci¨®n a una m¨²sica y a una tem¨¢tica que no dejan resquicio al cinismo y en las que vuelca su experiencia como m¨²sico de tiempo.
Saved es un disco que para unos ser¨¢ la derrota pasada por ¨®rganos eclesi¨¢sticos. Para otros ser¨¢ una vieja posibilidad digna de ser reexplorada. Pero hay algo indudable: es un gran disco que refleja, aunque no se est¨¦ de acuerdo, el profundo bache que sufre la convicci¨®n de no tener convicciones. Dylan, como muchas otras veces, sigue yendo por delante, s¨®lo que la v¨ªa por la que transita no parece demasiado amplia. Aunque s¨ª lo suficiente para contener las preguntas.
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