Expreso de medianoche
DIECISIETE MUERTOS es el balance definitivo del ¨²ltimo accidente de ferrocarril ocurrido en Espa?a. Las primeras explicaciones sobre las causas del siniestro del Talgo Barcelona-Madrid situaban -por un confuso procedimiento- la responsabilidad de la tragedia en un presumible fallo del maquinista del tren de pasajeros, que falleci¨® en el choque con el mercanc¨ªas. Los muertos, ya se sabe, no tienen por costumbre hablar. Nadie, sin embargo, piensa que los dirigentes de Renfe se sintieran movidos por este h¨¢bito de los difuntos para atribuir -en las primeras explicaciones oficiosas filtradas- semejante responsabilidad al malogrado conductor del Talgo.
Renfe, en su nueva campa?a de publicidad, profusamente distribuida por todo el pa¨ªs, afirma que tiene un programa. Algunos ciudadanos, al mismo tiempo, y por razones muy diversas, albergan dudas muy serias sobre el plan de seguridad de la compa?¨ªa y su estricta observancia. Desconocen en gran medida los medios t¨¦cnicos que funcionan para que un tren de pasajeros no se convierta en un ata¨²d lanzado a m¨¢s de cien kil¨®metros de velocidad sobre una red viaria, de garant¨ªas limitadas.
La historia del ferrocarril en este pa¨ªs no fue la leyenda de los pioneros. Estuvo salpicada, en buen n¨²mero de ocasiones, de cap¨ªtulos m¨¢s propios de la tradici¨®n picaresca. El tren en Espa?a fue m¨¢s bien un instrumento de salvaje especulaci¨®n que de instrumento imprescindible para hacer posible la revoluci¨®n industrial del pasado siglo. Posteriormente se superpuso todo un proceso de nacionalizaci¨®n, que el franquismo transform¨® en medio de pago a lealtades pol¨ªticas, y no se confiaron las responsabilidades ejecutivas a quienes pod¨ªan haber planificado un ferrocarril eficaz.
La crisis econ¨®mica mundial cambi¨® el escenario. El irracional planeamiento del transporte en este pa¨ªs -basado en la locura de poner un aeropuerto en cada pueblo y conducir cada vez mayor n¨²mero de toneladas de mercanc¨ªa por carretera- se vio obligado a cambiar de norte e impulsar un importante giro de tim¨®n. En poco m¨¢s de doce a?os, la compa?¨ªa estatal, que cuenta con una financiaci¨®n privilegiada, realizar¨¢ una inversi¨®n de 1,2 billones de pesetas. En el pasado ejercicio, sus p¨¦rdidas alcanzaron la cifra de 46.461 millones y el d¨¦ficit acumulado se sit¨²a en alrededor de 160.000 millones.Hay un generalizado consenso, avalado por la experiencia de pa¨ªses m¨¢s previsores que el nuestro, de que el ferrocarril es un servicio p¨²blico deficitario. Los n¨²meros rojos de sus cuentas deben ser suplidos por la eficaz contribuci¨®n que deben de prestar a la vida de un Estado. Por eso, como los costes se nutren en mayor medida por los impuestos pagados por todos los ciudadanos, la transparencia de la gesti¨®n ha de ser norma de inexcusable cumplimiento.
Informaci¨®n puntual del uso de esos caudales p¨²blicos, pol¨ªtica de inversiones y, sobre todo, los errores graves de funcionamiento, que conducen a diecisiete usuarios al cementerio.
Las explicaciones, dadas por funcionarios de segundo escal¨®n de forma precipitada, resultan no s¨®lo insuficientes, sino que tambi¨¦n van creando la p¨¦trea cortina de contradicciones y silencios por las que nunca se llegan a conocer las verdaderas causas del accidente de Torralba del Moral (Soria).
Renfe puede tener un programa, pero los ciudadanos deben tener confianza en el funcionamiento de este servicio p¨²blico para que lleguen a creerlo. La investigaci¨®n imparcial e independiente del accidente del Talgo y su conocimiento por la opini¨®n p¨²blica es un inteligente procedimiento para que esto ocurra.EI nombramiento de un juez especial que establezca en una instrucci¨®n sumarla los motivos que impidieron al Talgo de Barcelona llegar a Madrid es el procedimiento m¨¢s fiable y objetivo que conocemos. La opini¨®n p¨²blica sabr¨¢ si existieron negligencias o irresponsabilidades y, en todo caso, tendr¨¢ informaci¨®n sobre los mecanismos que la compa?¨ªa estatal de ferrocarriles posee para garantizar la seguridad de quienes conf¨ªan en ella en sus desplazamientos.
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