El tono general espa?ol es m¨¢s que aceptable
As¨ª es el triste sino del deporte en los Juegos Ol¨ªmpicos, aunque de cuando en cuando alg¨²n deportista espor¨¢dicamente haya proporcionado alguna satisfacci¨®n. Por esta vez y sin olvidar que determinadas ausencias han producido un notable beneficio, el tono general de nuestros deportistas es m¨¢s que aceptable. Ayer se coloc¨® el baloncesto en el lugar que le correspond¨ªa y el waterpolo se clasific¨® en un puesto superior al esperado, ya que al vencer a Italia ha entrado en la ronda de los seis mejores. Vallduv¨ª se qued¨® a una diana de la edalla y en nataci¨®n pese al fallo de Natalia Mas no puede mandarse aquel telegrama de Montreal, que dec¨ªa: ?Nadadores espa?oles, bien. Ninguno se ha ahogado?.
En tiro, el foso ol¨ªmpico dio el ganador esperado: el italiano Giovannetti, que se ha convertido en un aventajado sucesor de Basagni. Tras ¨¦l se clasificaron, tras un desempate, el sovi¨¦tico Yambulatov y el germano Damme. Giovannetti hizo 198 de 200 y los siguientes igualaron a 196. Eladio Vallduv¨ª, que ayer hizo dos tiradas de 25 y 25, se qued¨® con un total de 195. Vallduv¨ª tuvo dos fallos en la primera tirada y sum¨® un 24. En las otras cinco series acert¨® plenamente. De nuevo se ha quedado en las puertas M podio. Vallduv¨ª parece condenado, como Gonz¨¢lez Chas en pistola velocidad, a ser siempre un aspirante frustrado. Sancho, que ha tenido una actuaci¨®n descendente, acab¨® en la general en el d¨¦cimo puesto. Dos hombres entre los diez mejores es por supuesto un ¨¦xito.El waterpolo ten¨ªa ayer la ventaja de que le bastaba un empate para clasificarse por delante de Italia, que hab¨ªa igualado el d¨ªa anterior a cuatro tantos con Suecia, pero no se conform¨® y logr¨® el triunfo. Batir a Italia no entraba dentro de los c¨¢lculos del equipo. Se aspiraba al s¨¦ptimo lugar y ahora ya se tiene el sexto. Este a?o habr¨¢ diplomas ol¨ªmpicos, que era a lo m¨¢ximo a que se aspiraba siempre para un buen n¨²mero de espa?oles. El equipo de waterpolo, aunque gan¨® por 5-4, lleg¨® a tener en el marcador tres tantos de ventaja. Sin duda hubo suerte ante los italianos, pero alguna vez hab¨ªamos de entrar en el repertorio generoso de la fortuna.
En remo los participantes en la repesca de doble scull, Oyarz¨¢bal y Corta, tuvieron que conformarse con el pase a la final de consolaci¨®n. Pardas y Oliver tuvieron menos fortuna y fueron eliminados, aunque ¨¦stos en definitiva fueron inscritos en la prueba simplemente para no dejarles inactivos. En el pentatl¨®n, moderno, Montesinos Galera y Serrano descendieron ayer al octavo lugar de la general tras la prueba de tiro, en la que Serrano estuvo flojo. Inesperadamente este tr¨ªo se mantiene entre los mejores lugares.
En la competici¨®n por equipos, el balonmano volvi¨® a triunfar. Por una apretada victoria sobre Dinamarca (20-19), pero el equipo se volvi¨® a batir el cobre con gran ¨¢nimo. Los balonmanistas hasta la fecha tambi¨¦n han cumplido su papel decorosamente. Pero necesit¨¢bamos una excepci¨®n para restarle brillantez al d¨ªa. El resultado an¨®malo nos lleg¨® desde Minsk, en donde la selecci¨®n de f¨²tbol no fue capaz de derrotar a Siria. Fue la gran decepci¨®n de la jornada. Fue un hecho ciertamente lamentable. No caben excusas, ni pretextos. Empatar con Siria es un borr¨®n notable. La confianza que se le concedi¨® al f¨²tbol en el deb¨² hay que rest¨¢rsela.
Los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨² pasar¨¢n, sin duda, a la historia por los conocidos motivos del boicoteo, pero habr¨¢ que buscarles una definici¨®n especial. De una parte podr¨ªa afirmarse que son los Juegos de los pa¨ªses subdesarrollados. De otra se est¨¢n produciendo r¨¦cords mundiales de un m¨¦rito extraordinario. Yo dir¨ªa, que estamos asistiendo a unos dobles campeonatos: los de la primera divisi¨®n, en los que hay notables ausencias, y los de segunda, en los que est¨¢n todos los que son.
En la nataci¨®n, que hasta la fecha ha sido una de las disciplinas b¨¢sicas del olimpismo, estamos viendo participantes de inferior categor¨ªa a las mediocridades de los Juegos Mediterr¨¢neos. Hay competidores a guienes se les sacan unas ventajas tales que producen sonrojo. Probablemente para el gran p¨²blico esta circunstancia pasa inadvertida, mas para el espectador directo se plantea un problema, de dif¨ªcil soluci¨®n y cuya discusi¨®n nos llevar¨ªa largas horas. En estos momentos y de cara al futuro hay que plantearse ya el tema: ?Deben venir a los Juegos los mejores del mundo o debe permitirse la inscripci¨®n de los mediocres, porque ello, de alg¨²n modo, promociona el deporte en pa¨ªses de escasa tradici¨®n deportiva? Este es un gran tema para debate. Si se opta por los mejores hay que marginar a muchos deportistas africanos y latinoamericanos. Si se piensa que efectivamente la presencia crea adeptos, hay que aceptar a todo el mundo.
Para cualquiera de los dos supuestos, quienes deben tomar una postura general homog¨¦nea son los organizadores. Aqu¨ª nos vamos a encontrar con que se va a exigir mucho m¨¢s nivel en el atletismo para la simple clasificaci¨®n del que se ha pedido en nataci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.