La lecci¨®n de S¨¢nchez Mazas
La carta de Miguel S¨¢nchez Mazas, de 17 de julio, ha roto mis temores; quiero por ello agradecerle su valiente lecci¨®n de ciudadan¨ªa, a la vez que hacerle, con lealtad, veracidad y cari?o, ciertas aclaraciones.El es bueno, aunque ingenuo, y dice en su carta eso de los murmullos, silbidos y gritos de ?traidor?, lanzados por diversos asistentes a la concentraci¨®n de ex combatientes y dirigidos al Rey, con la mism¨ªsima presencia de los tenientes generales Iniesta y De Santiago.
Me duelo grandemente de que Jos¨¦ Antonio Gir¨®n de Velasco no convoque ninguna de sus concentraciones en la provincia de Valladolid, para que all¨ª acudan, al menos, los Berzosa Recio, los L¨®pez Bachiller, el sereno Lezcano, el alba?il Morencia y otros como ellos, directamente protegidos por Gir¨®n de Velasco, que, como yo, saben a carta cabal lo que se consum¨® por orden directa y personal del repetido Gir¨®n de Velasco.Es Traspinedo un pueblo de casas de adobe y teja ¨¢rabe, con muchos fr¨ªos en los inviernos, muchos calores en los veranos y muchas hambres e injusticias en todas las estaciones y tiempos. Fue all¨ª, precisamente all¨ª, donde de forma harto conocida imparti¨® su primera lecci¨®n respecto a la revoluci¨®n pendiente y a la grandeza de Espa?a el entonces aprendiz de pol¨ªtico Gir¨®n de Velasco. Aunque a¨²n no tenemos esa necesaria instituci¨®n que es el ?defensor del pueblo?, tenemos que exclamar ?basta! para ver si los fariseos y los demagogos dejan de favorecer y envalentonar a quienes, a un siendo tan pocos, tanto anhelan la repetici¨®n de los sucesos de El Pinarillo, de mi pueblo mesetero.
Es hermoso que S¨¢nchez Mazas en esta ocasi¨®n, como con otra ya muy alejada en el tiempo nuestro amigo Dionisio, en su acogedor piso de la madrile?a calle de Ibiza, ante la presencia del entra?able Pep¨ª Vidal, recibiera yo otra magn¨ªfica lecci¨®n de civismo, que tambi¨¦n acabara con terrores y cobard¨ªas. La lecci¨®n de Miguel y la de Dionisio nos ense?an que a los hombres no les separan las ideas, ¨²nicamente les alejan los buenos o malos sentimientos./
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.