Reposici¨®n de "La reina de Africa", de John Huston
Entre una nutrida masa de reestrenos, que los exhibidores intentan hacer pasar por reposiciones, finalmente llega a nuestras pantallas una reposici¨®n y de gran inter¨¦s. Se trata de La reina de Africa, que en 1951 dirige John Huston, con Humphrey Bogart y Katherine Hepburn como protagonistas y que vale a Bogart el ¨²nico Oscar de su larga carrera. Es una de las cinco pel¨ªculas que Huston y Bogart hacen juntos y la ¨²nica donde la mitolog¨ªa del fracaso, tan caracter¨ªstica del director norteamericano, es abordada con un gran sentido del humor.Cuando en 1952, John Huston se dispone a dirigir La reina de Africa, sobre una novela de C. S. Forester, con gui¨®n suyo y de James Agee, acaba de salir del mayor desastre de su carrera. Su anterior pel¨ªcula, The redbadge of courage, obra fuertemente antibelicista que gira en torno a una batalla de la guerra de Secesi¨®n, ha sido destrozada por la productora, Metro Goldwyn Mayer y, l¨®gicamente, no tiene ning¨²n ¨¦xito.
Huston, despu¨¦s de una larga etapa como guionista, ha comenzado a dirigir, en 1941, con El halc¨®n malt¨¦s, sobre la novela de Dashiell Hammett, con Bogart como protagonista. En 1948 ha ganado el Oscar al mejor director con El tesoro de sierra Madre, tambi¨¦n protagonizada por Bogart. Y ha obtenido considerables ¨¦xitos con ¨¦stas y la mayor¨ªa de las ocho pel¨ªculas que ha dirigido, lo que le permite fundar su propia productora, Horizon Pictures, y hacer La reina de Africa con la ayuda de su amigo Bogart y del productor Sam S. Spiegel.
Humphrey Bogart, con sus 53 a?os; John Huston, con 46, y Katherine Hepburn, con 43, parten hacia el Congo Belga acompa?ados de una joven, Laureen Bacall, de veinticuatro a?os, dedicada m¨¢s a su marido que a su carrera cinematogr¨¢fica, para hacer una pel¨ªcula que no tenga ninguna relaci¨®n con las que por entonces hacen las grandes productoras sobre Africa, cuyo prototipo podr¨ªa ser, Las minas del rey Salom¨®n, que en 1950 produce Metro Goldwyn Mayer, y que muestra de la forma m¨¢s claramente posible la concepci¨®n del mundo que tiene Huston.
El descubrimiento del amor por una puritana solterona dedicada a convertir negros en Africa y la descripci¨®n de su relaci¨®n con un fracasado aventurero borrach¨ªn, durante la segunda guerra mundial, s¨®lo es una excusa para reunir a ambos personajes en un barquichuelo de vapor, que emprendan una huida de los alemanes y que vivanjuntos unos Peligros que dan ocasi¨®n a la pareja Bogart-Hepburn a hacer impecables n¨²meros. Y tambi¨¦n que Huston, como ya hab¨ªa hecho en El halc¨®n malt¨¦s, El tesoro de sierra Madre y La jungla de asfalto (1950) y vuelva a hacer en S¨®lo Dios lo sabe (1957), Vidas rebeldes (1961), Fat City (1972) y El hombre que quiso ser rey (1977), entre otras obras, nos cuente la tenaz b¨²squeda que lleva a cabo el protagonista, de forma que llega a hacer de ella, y no de lo que busca, la ¨²nica raz¨®n de su existencia, que finaliza con el encuentro de lo buscado y con el desastre que inevitablemerite deriva de ello.
Aunque en La reina de Africa esta m¨ªtica del fracaso, del aventurero que vence y fracasa en dura lucha contra los elementos, la b¨²squeda, la aventura no se toma completamente en serio.
Babelia
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