Euroterrorismo
El a?o 1980 nos ha demostrado, al menos, que el terrorismo no es un azote nacional: apenas existe un pa¨ªs europeo que no sufra esta plaga, que cada vez aparece m¨¢s dependiente de oscuras ramificaciones internacionales.Resulta dificil pensar que hayan sido exclusivamente ciudadanos italianos, por muy pertenecientes a grupos obcecados que sean, quienes hayan concebido y ejecutado la horrorosa masacre de la estaci¨®n de Bolonia. En el terrorismo ?pol¨ªtico? italiano, como en el que ya ha causado miles de muertos en Turqu¨ªa -zona estrat¨¦gica clave-, se ve la frialdad del que ejecuta a distancia, en nombre de planes a m¨¢s largo plazo.
?Qu¨¦ quieren provocar los neofascistas, presuntos autores del crimen masivo en Italia? Sin duda, algo parecido a lo que nuestra ETA nacional pretende colocando bombas en las playas o haciendo planear sobre las cabezas de todos la amenaza de 7.000 kilos de Goma 2: alterar el equilibrio democr¨¢tico, volver a una estrategia que propicie actitudes ?duras?.
La primera de estas actitudes ser¨¢, sin dudaja reapertura del debate sobre la necesidad de la pena de muerte, que ya est¨¢ siendo predicada por algunos partidos italianos.
El terrorismo es, sin duda, el reto n¨²mero uno que tendr¨¢n que afrontar los pa¨ªses europeos en su conjunto, porque es una amenaza contra el sistema de vida europeo.
Tan ciego ser¨ªa pensar que Ordine Nuovo o las Brigadas Rojas son un problema exclusivo de Italia como creer que ETA nos concierne exclusivamente a los espa?oles. Seguramente, Giscard, cuya polic¨ªa se ha lanzado a una activa colaboraci¨®n con la italiana y la alemana para combatir el ?euroterrorismo?, es el primero en saberlo.
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