"La ambigua iron¨ªa del lenguaje, lo m¨¢s valioso de la obra del escritor asturiano"
Amor¨®s publica epistolarios in¨¦ditos del autor de "Tigre Juan"
Andr¨¦s Amor¨®s, profesor de Literatura de la Universidad Complutense de Madrid, es hoy uno de los especialistas m¨¢s cualificados en Ram¨®n P¨¦rez de Ayala, a cuya obra narrativa ha dedicado largos a?os de investigaci¨®n y estudio. A ¨¦l se deben las ediciones cr¨ªticas de las novelas que han dado a conocer, todav¨ªa a un nivel bastante restringido, la producci¨®n del escritor asturiano entre las ¨²ltimas generaciones de lectores. Es tambi¨¦n autor de un ensayo sobre La novela intelectual de P¨¦rez Ayala, y del trabajo monogr¨¢fico Vida y literatura en troteras y danzaderas, en el que descifra la clave de este relato, protagonizado por personajes reales de la bohemia madrile?a de principios de siglo.Como albacea literario de P¨¦rez de Ayala por voluntad de sus herederos, Andr¨¦s Amor¨®s acaba de preparar para su publicaci¨®n la colecci¨®n de cartas que ¨¦ste escribi¨® a su amigo Rodr¨ªguez Acosta, Epistolario, de gran valor y documental que saldr¨¢ este a?o en dos tomos y con 1.200 notas, promocionado por la Caja de Ahorros de Asturias, con motivo del centenario. Revisadas y anotadas por ¨¦l aparecer¨¢n, asimismo, pr¨®ximamente las novelas del segundo ciclo Tigre Juan y El curandero de su honra, en un mismo volumen, y el a?o que viene la pol¨¦mica y prohibida AMDG, que ha sido ya autorizada por el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva.
Pregunta. La celebraci¨®n del centenario de P¨¦rez de Ayala es un buen motivo para que nos hiciera un resumen y balance de la recuperaci¨®n editorial de su obra, que usted ha llevado a cabo.
Respuesta. Mi trabajo ha consistido en ofrecer textos aceptables con pr¨®logos y notas que reflejaran los cambios experimentados en las ediciones sucesivas y que aclaran conceptos, t¨¦rminos o expresiones que pueden resultar confusos o desconocidos para el lector actual. En resumen, puedo afirmar que los resultados han sido bastante satisfactorios. P¨¦rez de Ayala no es precisamente un autor popular, pero antes a¨²n se le¨ªa menos. Sus libros eran inencontrables. S¨®lo exist¨ªan algunos restos de ediciones antiguas o los publicados por editoriales argentinas, como Losada. Tampoco en la universidad se hablaba de ¨¦l, aunque eso no era extra?o en aquellos tiempos en que se condenaba a los malvados republicanos de la categor¨ªa de Am¨¦rico Castro al ostracismo. Mi descubrimiento de P¨¦rez de Ayala se produjo m¨¢s tarde, y por casualidad. Desde el primer momento me gust¨® -ser¨ªa incapaz de dedicarme a estudiar a un autor que no me gustara- y, aunque no lo llegu¨¦ a ver personalmente, es un escritor que creo conocer, con el que establezco una comunicaci¨®n particular, una especie de relaci¨®n sinfr¨®nica, como dir¨ªa Ortega, algo que s¨®lo me sucede con otros dos escritores: Valera y Cort¨¢zar.
La dificultad del lenguaje
P. Ni la publicaci¨®n relativamente reciente de casi todas sus novelas ni ahora la celebraci¨®n del centenario de su nacimiento parece que haya proyectado a P¨¦rez de Avala m¨¢s all¨¢ de c¨ªrculos limitados de lectores. ?Su escasa difusi¨®n se debe al car¨¢cter de su obra o influyen otros factores?
R. Ahora que se empieza a estimar a Clar¨ªn es posible que se revalorice tambi¨¦n a P¨¦rez de Ayala, que como escritor se encuentra en su misma l¨ªnea. Pero, en mi opini¨®n, nunca se convertir¨¢ en un autor de moda, ni sus novelas se vender¨¢n como best sellers. Su difusi¨®n limitada ya no es s¨®lo un problema de falta de ediciones. Se debe tambi¨¦n a su propia novela, un tipo de literatura intelectual, algo sofisticada, comparable a la de Tomas Mann o Virginia Woolf, que no suele llegar al gran p¨²blico.
A su complejidad mental se suma la del lenguaje que utiliza, muy culto y casticista, salpicado de alusiones eruditas y hasta pedantes que se ridiculizan a s¨ª mismas; un lenguaje impregnado de una refinada y equ¨ªvoca iron¨ªa, la caracter¨ªstica que m¨¢s aprecio de P¨¦rez de Ayala. Sin embargo, la dificultad que representa para el lector medio su lectura no es superior a la que ofrece la prosa de Aza?a o de Gabriel Mir¨®.
"AMDG": una t¨ªpica novela colegial
P. ?Cu¨¢l es el contenido y significado de los nuevos t¨ªtulos de P¨¦rez de Ayala, el Epistolario y AMDG, que poseen, el primero por in¨¦dito y el segundo por prohibido, cierta singularidad con respecto a su obra publicada hasta la fecha?
R. El Epistolario es una aportaci¨®n fundamental a la biograf¨ªa de P¨¦rez de Ayala y una de las escasas muestras del g¨¦nero que ha producido la literatura espa?ola. La correspondencia asidua y regular que mantuvo con Miguel Rodr¨ªguez Acosta, compa?ero suyo en la facultad de Derecho, hijo de una familia de banqueros granadinos que no ten¨ªa ninguna relaci¨®n con la literatura, cubre un amplio per¨ªodo, de 1911 a 1956. En ella se revela la dimensi¨®n humana del escritor y es, al mismo tiempo, un fresco testimonio del ambiente de su ¨¦poca y de los acontecimientos hist¨®ricos que vivi¨®. En un tono ¨ªntimo, familiar y a la vez muy literario, Ram¨®n da cuenta a Miguel de peque?as an¨¦cdotas, tr¨¢gicos sucesos, como la muerte de su padreo datos interesantes, como las vicisitudes de una editorial que fund¨® con Enrique de Mesa.
En cuanto a AMDG, es la t¨ªpica novela de colegio, al estilo de La ciudad y los perros o El joven Torless, escrita en la temprana juventud como desahogo de las experiencias traum¨¢ticas que sufri¨® durante sus a?os de escolar con los jesuitas. La cr¨ªtica a las formas irracionales de religiosidad y la apolog¨ªa de la ense?anza laica es, en realidad, el tema de fondo, pero fueron los episodios de homosexualidad, sobre todo algunas notas a pie de p¨¢gina donde se formulaban denuncias concretas lo que dio, en su d¨ªa, notoriedad a la novela al convertirla en motivo de esc¨¢ndalo y pol¨¦mica.
Uno de los cap¨ªtulos m¨¢s gloriosos de la historia de AMDG se produjo con el estreno de su adaptaci¨®n teatral en Madrid, en el a?o 1931, que fue a coincidir con el de El divino impaciente. Cada d¨ªa se organizaban tumultos en ambos teatros y entre los alborotadores detenidos por manifestarse en la representaci¨®n a la que asisti¨® Aza?a se encontraba Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera.
Sin embargo, en la serie de ediciones sucesivas de la novela, el propio P¨¦rez de Ayala suaviza las alusiones a la homofilia colegial y parece que no le import¨® mucho que el ministro Arias-Salgado condicionara la autorizaci¨®n de sus obras completas, cuando las edit¨® Aguilar, a la exclusi¨®n de esta obra de su remota juventud.
P. Mucho m¨¢s desconocida que la novela es la poes¨ªa de P¨¦rez de Ayala. ?Opina, como algunos cr¨ªticos, que su carencia de inter¨¦s justifica este olvido?
R. Aunque el profesor V¨ªctor de la Concha, en un estudio reciente, intenta revalorizar la obra l¨ªrica de P¨¦rez de Ayala, lo cierto es que se trata de un g¨¦nero de poes¨ªa muy intelectual, algo fr¨ªa, poco atractiva para la mayor¨ªa de lectores espa?oles.
Se inici¨® P¨¦rez de Ayala, como poeta, dentro del modernismo, pero despu¨¦s abandon¨® el movimiento para cultivar un estilo m¨¢s meditativo, metaf¨ªsico y conceptual. Todo su corpus po¨¦tico se construye en torno a la met¨¢fora del sendero -La paz del sendero, El sendero andante, El sendero innumerable...-, y as¨ª como en un momento de su vida dej¨® voluntariamente la novela, todav¨ªa en plena madurez y producci¨®n, ese sendero no lo dej¨® nunca.
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