Apuros del Madrid ante Os Belenenses
Al Madrid le cost¨® m¨¢s de lo previsto ganar a Os Belenenses. Para ello le hicieron falta un penalti, dos grandes paradas de Garc¨ªa Rem¨®n, la expulsi¨®n de un jugador contrario y una genialidad final de Juanito. Pero hay que aclarar (precisi¨®n esta necesaria, ya que se trata del Madrid) que el penalti y la expulsi¨®n fueron justos. El partido tuvo dureza y tensi¨®n, pero muy pocos chispazos de calidad. La nueva oportunidad que Boskov dio a Garc¨ªa Navajas en el puesto de libero fue correspondida por ¨¦ste con un flojo partido, salpicado con algunos fallos importantes.De salida, el Madrid dio al p¨²blico la desagradable sorpresa de la ausencia de Cunningham en sus filas. El jugador alegaba unas molestias que parece que no convencieron a nadie, y qued¨® fuera del equipo. Su puesto lo ocup¨® Isidro, que retornaba as¨ª a la posici¨®n de extremo, en la que se inici¨® en el f¨²tbol; pero fracas¨® durante los 45 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Mermado as¨ª en la delantera, el Madrid se mostr¨® como un bloque fuerte, bien armado y muy duro en la media, pero sin precisi¨®n en los ¨²ltimos metros. En la l¨ªnea media mandaba, pero arriba no hac¨ªa otra cosa que bombear balones para Santillana, que casi nunca los alcanzaba. Los achuchones del Madrid s¨®lo pusieron en pie al p¨²blico cuando se produc¨ªan penetraciones de Stielike o Camacho, los dos mejores jugadores del Madrid en el partido. Camacho hizo, quiz¨¢, su mejor partido desde la lesi¨®n, y Stielike puso en pie al p¨²blico por su ardor en la disputa del bal¨®n.
Os Belenenses apenas pod¨ªa aprovechar el campo madridista, pero cada vez que se acercaba al ¨¢rea soltaba disparos de impresionante dureza, aunque casi invariablemente desviados. En todo el primer tiempo, s¨®lo un gran tiro de Mois¨¦s oblig¨® a Garc¨ªa Remon a una espectacular parada. La peligrosidad de su extremo brasile?o Djao fue anulada por Camacho, en su feliz noche, y Os Belenenses apenas llev¨® peligro. Ya al filo del descanso, el Madrid consigui¨® su primer gol, a trav¨¦s de un penalti del que fue objeto Camacho.
En la segunda parte, Rinc¨®n tom¨® el puesto de Isidro, y con ¨¦l el Madrid al menos tuvo la amenaza de un segundo cabeceador; pero la inseguridad de Garc¨ªa Navajas en los primeros minutos de este segundo tiempo le cost¨® al Madrid el gol del empate y todo el equipo se puso inesperadamente nervioso. Boskov coloc¨® a Gallego en el puesto de Angel para dar m¨¢s calidad y calma al f¨²tbol del Madrid, y en parte lo consigui¨®.
El Madrid achuchaba, y Benito prodigaba espectaculares salidas hacia el ataque, que hac¨ªan olvidar a Pirri y cubr¨ªan la deficiencia de Garc¨ªa Navajas en esa tarea. La expulsi¨®n de Alinho pareci¨® facilitar las cosas al Madrid; pero no fue hasta el minuto 89 cuando lleg¨® el gol, en primorosa jugada de Juanito, y poco despu¨¦s de que Gonz¨¢lez, en magn¨ªfico lanzamiento de falta, obligara a Garc¨ªa Rem¨®n a realizar una gigantesca parada. La presencia del Madrid en la final estuvo a punto de quebrarse, pero los organizadores respiraron tranquilos cuando lleg¨® el pitido final. Ahora s¨®lo hay que esperar que la Real venza al Bohemians para acceder a la ansiada revancha con el Madrid.
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