"Yo, Claudio"

Se emite hoy el primero de los trece episodios de la serie brit¨¢nica Yo, Claudio (emitida anteriormente en episodios dominicales a partir del 22 de octubre de 1978), basada en las obras de Robert Graves Yo, Claudio y Claudio el dios y su esposa Mesalina. Televisi¨®n Espa?ola concluye con este telefilme las reposiciones del verano. El ¨²nico telefilme -de todo el lote- que merece reponerse es Yo, Claudio, probablemente la mejor serie que RTVE emiti¨® en estos a?os de transici¨®n, aunque los directivos fueron muy reticentes a programarla (la serie ya se hab¨ªa emitido por la BBC en 1976 y en la casi totalidad de las televisiones occidentales) e incluso a reponerla. No era un producto adecuado para nuestra televisi¨®n, ni por su calidad ni por la crudeza y realismo de sus im¨¢genes. La versi¨®n que veremos estar¨¢, probablemente, censurada en tres o cuatro escenas.Pese a los pron¨®sticos desfavorables de los directivos, Yo, Claudio fue una serie de ¨¦xito y gust¨® a la audiencia. La BBC invirti¨® unos cien millones de pesetas y obtuvo un producto de prestigio, tanto m¨¢s importante para la historia de la televisi¨®n, puesto que la serie es una producci¨®n en video. Perfecta en su caracterizaci¨®n, como el personaje de Livia, interpretado por Sian Philips, la ex mujer de Peter O'Toole, en su evoluci¨®n desde los 35 hasta los noventa a?os; John Hurt, en el personaje de Cal¨ªgula, y, sobre todo, Derek Jacobi, que da vida a Claudio, a sus tics, cojeras y tartamudeces, y donde el actor perdi¨® media piel de su rostro por el uso permanente de las mascarillas; perfecta en su ambientaci¨®n hist¨®rica y en la reconstrucci¨®n dram¨¢tica, gracias al excelente soporte literario de Graves.

El telefilme arranca con el anciano Tiberio Claudio Druso Ner¨¦n Germ¨¢nico, emperador romano desde el a?o 41 hasta el 54 despu¨¦s de Cristo, conocido tambi¨¦n como Claudio el Idiota, el Tonto o el Tartamudo, solo en su despacho, mientras empieza a escribir cien a?os de la historia de su familia y c¨®mo, gracias a su aparente imbecilidad, sobrevivi¨® a todas las luchas por el poder. Su libro comienza con el banquete celebrado antes de que ¨¦l naciera, y al que asistieron Augusto, Livia, Agripa y Marcelo. Robert Graves, que vive en Mallorca, rechaz¨® la oferta de la BBC para ir a Londres a ver la serie. Le enviaron las cintas de video a Mallorca y, seg¨²n cuenta Jos¨¦ Mar¨ªa Baget en Teleprograma, el escritor envi¨® un telegrama al productor en el que le dec¨ªa solamente: ?A Claudio le habr¨ªa gustado?.