"Polonia, al borde del filo"
Polonia tiene una voluntad enorme de supervivencia, quiz¨¢ la m¨¢s fuerte en toda Europa. ( ... )Las huelgas que irrumpieron a principios del pasado julio son tan solo un ¨ªndice de lo dicho. Como sucede actualmente, los polacos lucharon en 1970 y 1976 para lograr un mejor nivel de vida. Los disturbios pol¨ªticos acaecieron en 1956. Ning¨²n otro pa¨ªs de la Europa oriental ha registrado mayor ¨ªndice de huelgas y disturbios. ( ... )
En el caso de Polonia,el sistema comunista en s¨ª no ha sido (al menos por el momento) desafiado. Sin embargo, se sabe sobradamente que las huelgas causan gran desagrado al comunismo de corte sovi¨¦tico. Con la promesa de subida de salarios y las no represalias contra los huelguistas, las autoridades polacas se han aproximado a lo que equivale el m¨¢ximo de reconocimiento de la existencia real de huelgas, como arma leg¨ªtima de lucha. ( ... ) El papel jugado por la Iglesia cat¨®lica, como portavoz de los huelguistas, as¨ª como influencia moderadora, constituye una intelligentsia considerada por los sovi¨¦ticos como poco ortodoxa, y la cual ha luchado, con bastante ¨¦xito, por limitar la censura; igualmente, los m¨²ltiples lazos con el Occidente hacen de Polonia un caso especial dentro del Pacto de Varsovia, comparable tan s¨®lo a la situaci¨®n h¨²ngara.
( ... ) Por otra parte, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana constituye su m¨¢s pr¨®xima vecina. Si existe algo que Mosc¨² no tolerar¨ªa ser¨ªa una amenaza del corte de comunicaci¨®n entre sus fuerzas y las de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, el permitir que se derrumbe un poco de su poder en este pa¨ªs, as¨ª como en Polonia.
( ... ) Tales consideraciones fueron las que condujeron al canciller Schmidt a presionar a los bancos, con el fin de que se les concediera pr¨¦stamos a Polonia.
( ... ) Schmidt no ha sido el ¨²nico en jugar sus cartas con precauci¨®n. Por el momento, los sovi¨¦ticos no se han manifestado; los huelguistas no se han amotinado, como lo hicieron en 1970 y 1976, y las autoridades polacas han evitado la represi¨®n. Incluso han dado indicios de estar dispuestos a conceder un mayor grado de participaci¨®n de los obreros en la gesti¨®n de la empresa. ( ... )
Los trabajadores polacos tienen razones suficientes para quejarse ante una gesti¨®n econ¨®mica ineficaz, que ha mantenido sus niveles de vida muy bajos.
19 de agosto.
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