Seguramente, el conde de Romanones,
que en su tiempo fue presidente del Congreso de los Diputados, se opondr¨ªa, de vivir en estos d¨ªas, a la desaparici¨®n del bar de las Cortes, que ha sido el marco de distensi¨®n de diputados republicanos, franquistas y dem¨®cratas. El denominado ?merendero del cojo?, apelativo dado precisamente porque fue inaugurado bajo el mandato de Romanones, est¨¢ a punto de desaparecer. La mayor¨ªa de los miembros de la Mesa del Congreso se muestran favorables a que desaparezca el bar de su actual emplazamiento, entre otros motivos porque en la ¨²ltima planta del nuevo edificio del Congreso de los Diputados ha sido instalada una cafeter¨ªa y un restaurante. El antiguo bar de las Cortes est¨¢ enclavado en un sal¨®n situado junto a la entrada principal de la carrera de San Jer¨®nimo, que s¨®lo se abre cuando acude el Jefe del Estado al Parlamento. Se dice tambi¨¦n que por esa puerta entr¨® en una ocasi¨®n el general Pav¨ªa y su ya legendario caballo.
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