Armadores espa?oles estar¨ªan dispuestos a comprar la flota de Naviera Letasa
El sindicato de la Marina Mercante de UGT, reiteradamente aludido en el transcurso de la conferencia de Prensa celebrada hace una semana por el comit¨¦ de empresa, y el depositario judicial de la quiebra de Naviera Letasa, SA, ha replicado a las referidas alusiones (v¨¦ase EL PA?S del d¨ªa 4) con dos notas en las que trata de precisar su posici¨®n. Pero tales notas no hacen sino a?adir nuevas sombras a un asunto lo suficientemente tenebroso como para merecer la compraci¨®n, adelantada hace meses por la Prensa local, con el caso Matesa.
El aspecto aparentemente m¨¢s sorprendente de la intervenci¨®n del SMM-UGT en el asunto, es el relativo a la presencia en el puerto de Villa Constituci¨®n (Argentina) del secretario general de dicho sindicato, Modesto Herranz, quien, acompa?ado por el ?hombre fuerte? de la empresa, Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Tapia, y por el hijo del armador griego Angelikousis, trat¨® de convencer a la tripulaci¨®n del buque Marco Azul para que firmase un contrato por el que se reconoc¨ªa al mencionado armador la propiedad del barco, que ser¨ªa abanderado en Liberia.Angelikousis, presentando un contrato de compra-venta, firmado el 27 de marzo, pretend¨ªa que las autoridades argentinas embargasen el Marco Azul, por el que afirmaba haber pagado 585 millones de pesetas. El contrato exhibido era, sin embargo, anulable por, al menos, cuatro razones: haber sido firmado dentro del per¨ªodo de retroacci¨®n de la quiebra; no contar con la preceptiva licencia de exportaci¨®n de la Subsecretar¨ªa de la Marina Mercante, carecer de la autorizaci¨®n de los acreedores hipotecarios con derechos sobre el barco, y no respetar estrictamente, en lo relativo a la garant¨ªa de mantenimiento de los puestos de trabajo, los t¨¦rminos en los que la junta general de Letasa hab¨ªa autorizado la venta del buque. Pero, sobre todo, como se demostrar¨ªa posteriormente, era falso que el armador hubiera satisfecho los 585 millones de pesetas. Sin embargo, la existencia del contrato, firmado ante notario, podr¨ªa servir para que en cualquier puerto no espa?ol las autoridades del pa¨ªs en cuesti¨®n procedieran a embargar el buque, cosa que, por segunda vez, intent¨® el armador griego, con la colaboraci¨®n de L¨®pez Tapia, el 25 de junio, estando fondeado el Marco Azul en un puerto brasile?o.
Jugada de p¨®quer
Ante esta situaci¨®n, el depositario judicial, contrario a una operaci¨®n que, en su opini¨®n, perjudicaba los intereses de la naviera, los de los acreedores, los de los trabajadores y los de la econom¨ªa nacional -puesto que exist¨ªan ofertas equivalentes o m¨¢s ventajosas de armadores espa?oles-, plante¨® lo que podr¨ªa considerarse una jugada de p¨®quer: convencido de que el armador griego estaba jugando ?a farol? y que, en realidad, no era capaz de pagar la mencionada cifra en el plazo de tres d¨ªas estipulado en el contrato, puso el barco a su disposici¨®n en el puerto de Algeciras, record¨¢ndole que, de no entregar el dinero antes del 1 de septiembre, perd¨ªa su opci¨®n sobre ¨¦l. Pasado efectivamente ese plazo sin que la cantidad fuera entregada, el armador griego ha quedado al descubierto, puesto que, por una parte, queda sin validez alguna el contrato firmado en septiembre, y, por otra, reconoce indirectamente la ?licitud de sus anteriores intentos de embargo. La documentaci¨®n relativa a esta nueva situaci¨®n obra en poder de los capitanes de los buques, como a?adidos al documento de compra-venta, por lo que se hacen imposibles nuevos intentos como los de Argentina o Brasil.
Los argumentos de UGT
En su primera nota de r¨¦plica, hecha p¨²blica el d¨ªa 4, el SMM-UGT no alud¨ªa para nada a la presencia de su secretario general en el primer intento de embargo. El escrito conten¨ªa, por el contrario, abundantes acusaciones contra el depositario judicial, Juan Mar¨ªa Ayo, por una parte, y contra el Sindicat¨®Libre de la Marina Mercante (SLMM), ampliamente mayoritario entre la tripulaci¨®n, por otra. Al primero acusaba de carecer de ?categor¨ªa moral para acusar de fraude a nadie?, dado que, dec¨ªa la nota, ?act¨²a como broker (intermediario) particular en las operaciones actuales de Letasa, con un lucro particular al respecto?. Al SLMM se le acusaba, entre otras muchas cosas, de seguir una trayectoria tortuosa?, de ?no tener la menor idea del asunto? y de mantener una posici¨®n ?demag¨®gica y oportunista?.Sin embargo, en una nota posterior, m¨¢s matizada, del SMM-UGT, hecha p¨²blica el d¨ªa 5, desaparece toda menci¨®n al sindical rival (el SLMM), y respecto al depositario judicial de la quiebra se limita a se?alar que es ?juez y parte en el asunto? por haber sido ?despedido de la empresa, cobrando en concepto de indemnizaci¨®n 19.482.312 pesetas?. El propio Juan Mar¨ªa Ayo, nombrado depositario a propuesta de los acreedores y que cuenta con el apoyo, confirmado por escrito, de las tripulaciones de los distintos buques de la compa?¨ªa, precis¨® ayer a EL PA?S las circunstancias de su despido, ?realizado personalmente por Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Tapia minutos despu¨¦s de finalizar lajunta en la que se decidi¨® el sobreseimiento de la suspensi¨®n de pagos que abr¨ªa paso a la declaraci¨®n de quiebra?. La indemnizaci¨®n, tras el correspondiente juicio por despido improcedente, fue fijada por la Magistratura de Trabajo el 10 de junio pasado. El se?or Ayo considera ?significativo? que la primitiva acusaci¨®n haya desaparecido y se pregunta ?qu¨¦ relaci¨®n hay entre haber cobrado una indemnizaci¨®n por despido improcedente y la insinuaci¨®n de parcialidad incluida en la segunda nota?.
Respecto al fondo del problema, el SMM-UGT reconoce que ?lo que hay que determinar es si la venta es legal o fraudulenta, circunstancia esta que una vez clarificada se actuar¨¢ en consecuencia?. Dado que ese es precisamente el ?quid? de la cuesti¨®n, la frase podr¨ªa interpretarse como una sutil autocr¨ªtica, puesto que hasta el momento, y pese a las cinco razones en contra antes se?aladas, dicho sindicato hab¨ªa dado por buena la operaci¨®n de venta al armador griego, hasta el punto de desplazar a su principal dirigente a Suram¨¦rica para avalarla de hecho.
Respecto a las garant¨ªas de dicha operaci¨®n -puesta en cuesti¨®n por el comit¨¦ de empresa, que desconfia de la solvencia de la empresa Magnolia Shipping, que figura oficialmente como compradora en el contrato del 27 de marzo-, la nota del SMM-UGT argumenta asegurando que la citada empresa es ?la representante en Londres de Anchelet Shipping, consorcio naviero en posesi¨®n de una flota de m¨¢s de cuarenta barcos?. Seg¨²n el anuario naviero de la Lloyds, (Shipowners and Managers, Londres) la empresa Agelef
Shipping Co. (a la que seguramente se quiere referir la nota con el nombre err¨®neo de Anchelet) es la representante en la capital brit¨¢nica de la Magnolia, y no al rev¨¦s. A su vez, el ?consorcio en posesi¨®n de una flota de m¨¢s de cuarenta barcos? no es, seg¨²n dicho anuario, la compa?¨ªa Agelef, sino la Anangel Shipping Enterprises, SA, cuyo presidente es el armador griego Angelikosis y cuyos intereses tambi¨¦n son represen tados en Londres por la Agelef. En caso de pleito -por ejemplo por incumplimiento de alguna cl¨¢usula del contrato- no se podr¨ªa recurrir jur¨ªdicamente contra ninguna de las empresas citadas, independientes a tales efectos entre s¨ª, sino ¨²nicamente contra ?Magnolia Shipping?, inscrita en el registro de la capital liberiarta con un capital social purarnente simb¨®lico.
Hay compradores espa?oles
La nota del SMM-UGT reconoce, por otra parte, la ?conveniencia de que la venta se efectuase a armadores nacionales?, aunque ?la dificultad estriba en que ello sea una realidad?. El comit¨¦ de empresa (y el se?or Ayo, por su parte) no ha dejado de argumentar desde hace meses que ?si se ofreciera una l¨ªnea de financiaci¨®n equivalente a la ofrecida. a los presuntos coinpradores extranjeros -por la v¨ªa de cr¨¦ditos a la exportaci¨®nsobrar¨ªan navieros espa?oles dispuestos a comprar?. Ayo mostr¨® a EL PA?S ofertas de empresas como Marcosa (propietaria primitiva del Marzo Azul), Compa?¨ªa Mar¨ªtima de Zorroza, Marflet y grupo Codeminas, entre otras.La ventaja de que la operaci¨®n de venta se concluyese con una empresa espa?ola reside no s¨®lo en la garant¨ªa de mantenimiento de los puestos de trabajo que supondr¨ªa, sino, adem¨¢s, en que no se privar¨ªa al mercado espa?ol de la riqueza generada por la continuidad en seguros, provisiones, reparaciones, pertrechos, n¨®minas, etc¨¦tera. Pero, sobre todo, el beneficiario de los cr¨¦ditos oficiales -muy baratos en relaci¨®n al nivel actual de inflaci¨®n- no ser¨ªa un armador extranjero, sino una empresa espa?ola.
Por lo dem¨¢s, la oferta de Angel¨ªkousis, de 3.625 millones por toda la flota, supone una diferencia de entre mil millones y 1.500 millones de pesetas respecto a los precios medios en el mercado internacional. Laoperaci¨®n, en esas condiciones, no puede satisfacer ni a la Administraci¨®n (que aportar¨ªa las divisas para la financiaci¨®n exterior), ni a los trabajadores (a los que no se garantiza el puesto de trabajo), ni a los acreedores (que no cobrar¨ªan sus deudas), La pregunta es: ?qui¨¦n se lucrar¨ªa entonces con la venta al armador griego?
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