Demasiada ineficacia

En Espa?a hay demasiados atracos, demasiados robos, demasiados asesinatos, para poder hablar de derechos humanos. Demasiado miedo, precauciones, privaciones impuestas por el terror, para poder decir que ¨¦ste es un r¨¦gimen de libertades.Demasiada impunidad, delitos sin un castigo por falsa clemencia, demasiada dejaci¨®n como para considerar al nuestro no s¨®lo como Estado de derecho, sino simplemente como Estado.

Demasiados cuchillos, pistolas y carabinas de ca?ones recortados incontrolados, como para pensar que as¨ª es posible la convivencia. Demasiados perjuicios econ¨®micos producidos por la delincuencia como para referirse al bienestar de los espa?oles. Demasiado gasto para tan poca eficacia.

Es tal la cantidad de descontentos que esto ha generado, que ya no hay derecho a hablar de voluntad popular.

Muy poco respeto de los parlamentarios por la opini¨®n de sus electores,atentos s¨®lo a sus dogmatismos, como para pensar que esto se asemeja a una democracia. De lo contrario, la pena de muerte ya ser¨ªa una realidad entre nosotros.