La fama de unos desconocidos y la infamia de la corte de Moldavia
La programaci¨®n de los festivales conlleva, en ocasiones, bromas pesadas, como la que gast¨® el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n el pasado martes: programar el mismo d¨ªa una pel¨ªcula rumana (El regreso del pr¨ªncipe Lapusneanu) y una producci¨®n norteamericana dirigida por el brit¨¢nico Alan Parker (Fama). Si la derecha tradicional no tuviera suficientes razones para comparar constantemente los estilos de vida entre el Este y el Oeste, la simple programaci¨®n de las dos pel¨ªculas citadas le dar¨ªa nuevos e irrebatibles argumentos en favor de Occidente.
El regreso del pr¨ªncipe Lapusneanu, de la realizadora Malvina Ursianu, nos narra los entresijos de la corte de Moldavia en la segunda mitad del siglo XVI. La primera dificultad surge a la hora de localizar geogr¨¢ficamente el lugar de la acci¨®n, pr¨®ximo a Turqu¨ªa, al parecer, por la constancia en salir en el filme los sultanes. La segunda dificultad no es otra que la de entender la acci¨®n, en donde un montaje basado en los flash-backs pierde al espectador en la primera de las dos horas largas que dura la pel¨ªcula. La tercera dificultad es la inevitable referencia a Einsestein (al fin y al cabo, en Alejandro Nevsk¨ª tambi¨¦n sal¨ªan boyardos) con la salvedad de que, si todas las comparaciones son odiosas, en este caso lo es m¨¢s. Las tres docenas de espectadores soportaron las andanzas del pr¨ªncipe Lapusneanu con la serenidad que da el haber soportado durante cuarenta a?os muchas otras historia pl¨²mbeas.
Un musical americano
Fama, de Alan Parker, es todo lo contrario: la acci¨®n transcurre en la actualidad, en Nueva York, los problemas no afectan a los comportamientos de ninguna corte y no hay posibilidad alguna de perderse, porque el montaje es un ejemplo de eficacia y ritmo. Parker ha demostrado tener una capacidad osm¨®tica asombrosa. Tras Bugsy Malone y El expreso de medianoche nos sorprende ahora con un musical americano tan genuino como pueda ser West side story. Pertenece, a nuestro juicio, a ese selecto grupo de inteligentes realizadores que soncapaces de amoldarse al nuevo entorno con camale¨®nica habilidad.Si Polansky rueda un filme negro, como Chinatown, su pel¨ªcula no desmerece en lo absoluto a ninguna de las ya cl¨¢sicas. Si Milos Forman quiere hacer una comedia americana, ah¨ª est¨¢ su Talking of. Si Kosinsky quiere avasallar en Estados Unidos, escribe varias novelas de ¨¦xito, firma el gui¨®n de Bienvenido, Mr. Chance, y se casa con la hija del rey del acero. Por ¨²ltimo, Parker rueda su primer largometraje en Nueva York y se convierte en un neoyorquino de Manhattan de toda la vida.
En Fama se cuentan las aventuras y desventuras de un grupo de estudiantes de una escuela p¨²blica de artes interpretativas (m¨²sica, danza, teatro). Son los aspirantes a la fama, una meta en la que, de 50.000 actores, quinientos consiguen sobrevivir haciendo publicidad, y el resto trabaja de camareros. La habilidad de Parker, adem¨¢s de filmar unos espl¨¦ndidos n¨²meros musicales, consiste en contar historias individuales, en las que hay un poco de todo: amor, humor, drama y, casi, melodrama, sin despreciar las pinceladas antropol¨®gicas.
La pel¨ªcula sirve, adem¨¢s, para comprender algo m¨¢s la prepotencia del cine americano: todos los actores j¨®venes de la pel¨ªcula, pr¨¢cticamente desconocidos, son fant¨¢sticos. La industria cuenta con un material humano de infinitas posibilidades. Los Dustin Hofman, Robert de Niro o Al Pacino de hoy tienen tras de s¨ª un mont¨®n de j¨®venes actores que les sustituir¨¢n con rigor y profesionalismo a la primera oportunidad. Han conseguido crear una tradici¨®n interpretativa en el cine que no parece tener fin. Si se necesita una actriz joven, negra y de cien kilos, encuentran a la mejor. Lo tienen todo.
El festival inici¨® ayer, mi¨¦rcoles, un ciclo homenaje al espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Berzosa, documentalista espa?ol que trabaja en la televisi¨®n francesa y que los donostiarras tienen ahora la posibilidad de contemplar, en bloque, su obra: Arriba Espa?a, C¨®mo deshacerse de los restos, del Cid, El amor y la caridad, El misterio de Elche, Morir sensato y vivir loco, Borrador de un reportaje, en 1970, sobre Pablo Ruiz Picasso; Rojo, Greco, rojo, Greco.... Zurbar¨¢n, la vida del monje y el amor por las cosas y Chile, impresiones, conforman el ciclo que a buen seguro no tendr¨¢ los fallos que est¨¢ teniendo el de Stanley Kubrick, del que seguiremos sin ver sus primeras obras, incluida la esperada Paths of glory.
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