La situaci¨®n en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana

(...) Las huelgas en Polonia no hab¨ªan afectado a la RDA. Los otros alemanes permanec¨ªan tranquilos y trabajaban con ah¨ªnco, mientras sus camaradas polacos derribaban a la direcci¨®n del partido y creaban sindicatos libres. Pero ahora la direcci¨®n del Partido Socialista Unificado se alarma. Miles de empleados de los ferrocarriles se declararon, el mi¨¦rcoles, en huelga. Se trata, y esto es un peque?o consuelo para ellos, de berlineses occidentales que est¨¢n organizados en el Partido Socialista Unificado. Pero los que en Occidente esperan que en la RDA,ocurran acontecimientos semejantes a Polonia pronto sufrir¨¢n desilusiones. En la otra Alemania no existe, al lado del partido, una fuerza importante como la Iglesia. Pese a toda la prudencia y reservas de los obispos, fueron ¨¦stos el verdadero lazo que un¨ªa a los huelguistas. Por el contrario, la oposici¨®n en la RDA est¨¢ aislada. Adem¨¢s, muchos de sus miembros fueron expulsados del pa¨ªs. (...) 19 de septiembre