Los goles salvaron el espect¨¢culo
Los tres goles salvaron la mediocridad del partido. Rubio, con una jugada de extremo a la antigua usanza; Cabrera, con un inteligente remate para no desmerecer el pase de Marcos, y Tarr¨¦s, con un disparo desde fuera del ¨¢rea, desde donde tambi¨¦n se marca cuando se prodiga el disparo, levantaron el espect¨¢culo del Manzanares. El Atl¨¦tico, m¨¢s afortunado que en la campa?a anterior, mantuvo su buen nivel clasificatorio. El Almer¨ªa, con un juego inesperado, apunt¨® hacia equipo no comprometido con el descenso.El Atl¨¦tico realiz¨® la primera experiencia del d¨²o Rub¨¦n Cano-Cabrera. Rub¨¦n, modosito toda la tarde, incluso cuando le buscaron las cosquillas, estuvo todo el partido fuera de cacho, como los toreros poco placeados. Cabrera, un gran velocista y un notable trabajador, estuvo siempre dispuesto a buscar el gol. La primera experiencia no fue positiva ni negativa. Se salv¨®. En casa es posible que funcione el t¨¢ndem. Fuera ser¨¢ otra cosa, porque ello exigir¨¢ un mayor sacrificio para cualquiera de los dos. Cabrera desea ser titular y persigue a los defensas cuando ¨¦stos juegan el bal¨®n con ventaja, pero no es hombre con las condiciones necesarias para responsabilizarse de una doble misi¨®n. La suya es de puro ataque. Cabrera posee una velocidad quiz¨¢ superior a la que ten¨ªa Ayala en sus buenos tiempos y puede ser aprovechado en los contraataques. Pero yo no veo consistencia suficiente en el Atl¨¦tico para actuar en los desplazamientos con tres aut¨¦nticos delanteros. Otra cosa es Marcos. Este acabar¨¢ por acoplarse al centro del campo, con lo cual probablemente se ganar¨¢ un volante ofensivo. El domingo realiz¨® un esfuerzo tremendo y fue capaz de lanzar a sus compa?eros m¨¢s adelantados.
El Atl¨¦tico de la presente campa?a pone m¨¢s voluntad, m¨¢s esfuerzo en la contienda. Tiene algo m¨¢s de fe, pero no ha mejorado tanto como para hacerse demasiadas ilusiones. Al Almer¨ªa le gan¨® con grandes apuros. En el minuto final, Aguinaga tuvo que realizar una gran parada para evitar que Tarr¨¦s, de nuevo en otro disparo desde fuera del ¨¢rea, lograra el empate.
Sabio planteamiento
Arsenio Iglesias, el entrenador del Almer¨ªa, plante¨® el encuentro sabiamente. Sujet¨® su equipo a los hombres clave y no dej¨® crear m¨¢s jugadas inspiradas que las espor¨¢dicas producidas en los rincones y las que dieron como resultado los dos goles rojiblancos. El Almer¨ªa se defendi¨® ordenadamente, con hombres de escaso relumbr¨®n, y en el centro del terreno manej¨® bien la pelota, con un Cabral incansable y un Tarr¨¦s siempre bien colocado.
El Almer¨ªa hizo un juego muy apa?adito y en momento alguno dio sensaci¨®n de ser conjunto destinado al descenso. Arsenio sac¨® en principio a Camacho en la banda derecha para que jugara un poco retrasado a fin de sacar a Julio Alberto de su demarcaci¨®n y dej¨® a Rol¨®n y Charles en avanzadilla. A ¨¦ste le dieron un par de tantarantanes, pero mantuvo digna lucha con Marcelino. Rol¨®n estuvo alternativamente vigilado por Balbino y Arteche, pero fue ¨¦ste quien, incomprensiblemente, ejerci¨® labores de libero, que en absoluto le van.
El Atl¨¦tico no mostr¨® una f¨®rmula de juego. Corri¨®, puso gran voluntad, atac¨® cuanto pudo, pero lo hizo embarulladamente en la mayor¨ªa de los minutos. Dirceu corri¨® como es habitual en ¨¦l y rob¨® muchos balones. Cedi¨® pelotas muy inteligentemente, pero esta vez entreg¨® en peores condiciones que otras veces. No anduvo Fino el brasile?o. Y lo peor que puede sucederle al Atl¨¦tico es que Dirceu no coloque a los dem¨¢s.
El Atl¨¦tico ha tenido fortuna con el calendario. Trata de entrar en juego ante adversarios de mediana entidad. La primera prueba de fuego real la tendr¨¢ el domingo en Atocha. Hasta ahora ha habido p¨®lvora en salvas. Y, con todo, muestra alguna flojera. El Almer¨ªa estuvo a punto de darle el disgusto.
Mas pese a todo, el Atl¨¦tico de Madrid sigue invicto en la competici¨®n liguera despu¨¦s de tres jornadas. En la pretemporada realiz¨® una brillante campa?a, en la que no conoci¨® la derrota y, de momento, sigue el mismo camino.
El Almer¨ªa es al rev¨¦s; a¨²n no conoce la victoria en la Liga. Tras ser derrotado en su propio campo por el Madrid, enjug¨® un negativo en terreno vallisoletano y cerca estuvo de neutralizar el que le resta en el Manzanares.
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