La cultura desagrada

Se habla de que la ense?anza est¨¢ en crisis en todos los aspectos: falta de centros, de profesores y hasta de m¨¦todos. Nosotros testimoniamos que la crisis se extiende tambi¨¦n a otros terrenos, como la insuficiente ayuda, por decirlo de alguna manera, de quienes podr¨ªan darla.Somos un grupo de estudiantes que intentamos, por aquello de la cultura, montar una escuela de adultos para trabajadores en el barrio de Tetu¨¢n. No como negocio, naturalmente. Para ello, en buena l¨®gica, hemos recorrido varios caminos: Ministerio de Cultura, ayuntamiento, propietario o directores de colegios privados u oficiales, asociaciones de vecinos o particulares.

En nuestro in¨²til peregrinar, hemos visto locales vac¨ªos, que se est¨¢n arruinando, como el colegio Men¨¦ndez y Pelayo, de la calle de Teruel, y alg¨²n otro, cuyos propietarios se niegan a prestar o alquilar. O el caso curioso de la directora del colegio Ortega y Gasset, que se neg¨® a recibirnos, lisa y llanamente, ?por no venir de la delegaci¨®n?.

En el Ministerio de Cultura nos ofrecen la posibilidad de un lote de libros, pero ?d¨®nde montar la biblioteca? En fin, salvo local, hemos encontrado de todo.

Nos preguntamos, despu¨¦s de esto, de qu¨¦ sirve tanta ?declaraci¨®n program¨¢tica? si los hechos demuestran que, en realidad, hacer cultura no es del agrado de muchos./ , en representaci¨®n de la Escuela Popular Larra.