Cr¨ªticas de la izquierda y silencio del Gobierno ante la pastoral del cardenal primado contra el divorcio

El Ministerio de Justicia se abstuvo ayer, ?por razones obvias?, seg¨²n una fuente del mismo, de comentar la carta pastoral del cardenal primado de Espa?a y arzobispo de Toledo, Marcelo Gonz¨¢lez, en la que, en v¨ªsperas de los trabajos parlamentarios en torno al divorcio, arremet¨ªa duramente contra la regulaci¨®n del mismo y afirmaba que el Estado no est¨¢ legitimado para introducir el divorcio en la legislaci¨®n. Fuentes del citado departamento ministerial insistieron en que ma?ana se re¨²ne la ponencia que informar¨¢ el proyecto de divorcio y no interesa prejuzgar sus trabajos. Existe la creencia generalizada de que, en las primeras sesiones, la ponencia no entrar¨¢ en ning¨²n tema conflictivo, o ?hablar¨¢ de la mar y de los peces?, por decirlo en palabras de un alto cargo del Ministerio de Justicia

Para Enrique M¨²gica, diputado socialista y miembro de la ponencia, la pastoral del cardenal Marcelo Gonz¨¢lez ?es una intromisi¨®n en la soberan¨ªa del Parlamento, que responde a criterios totalmente desfasados e improcedentes. El primado?, afirma M¨²gica, ?puede, como cualquier ciudadano, opinar en contra de la Constituci¨®n, est¨¢ en su derecho; pero, como primado y arzobispo de Toledo, debe valorar las consecuencias de su postura anticonstitucional. Ser¨ªa de desear que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica no se pronunciara contra el orden constitucional y la soberan¨ªa del Parlamento?.Josep Sol¨¦ Barber¨¢, diputado comunista y miembro, asimismo, de la ponencia que informar¨¢ el proyecto de divorcio, hace una valoraci¨®n ?negativa? de la carta del primado. ?Hasta este momento?, dice, ?cuando discutimos los proyectos de divorcio presentados por nuestro grupo y por los socialistas no pretend¨ªamos entrar en el terreno religioso ni tirar las primeras balas en una guerra santa. Cre¨ªamos haber conseguido nuestro inter¨¦s de no violar los problemas de conciencia de nadie, pero el cardenal ha roto este ambiente. Nosotros no queremos entrar en disquisiciones de orden moral, ¨¦tico o religioso, sino resolver los problemas graves de los matrimonios que, cuando entran en v¨ªas de divorcio, es que est¨¢n rotos. Al plantear el problema en el Parlamento no hemos encontrado ninguna minor¨ªa que usara tales f¨®rmulas, ni siquiera la catalana, el PNV o Coalici¨®n Democr¨¢tica, que podr¨ªan moverse en la ¨®rbita de la Iglesia cat¨®lica?.

Jorge Verstrynge, secretario general de Alianza Popular, ley¨® a EL PAIS una nota de la comisi¨®n permanente del partido, que se reuni¨® ayer, en la que mantiene sus enmiendas a la totalidad y al articulado del proyecto de divorcio y reitera que ?el divorcio es un mal, y la implantaci¨®n de su posibilidad sin distinciones en la legislaci¨®n civil espa?ola, un grave error pol¨ªtico, en palmaria contradicci¨®n con el bien com¨²n de la sociedad civil?. Verstrytige se neg¨® a enjuiciar los t¨¦rminos de la pastoral de Marcelo Gonz¨¢lez, pero dijo que ?el momento de hacer las declaraciones era ¨¦ste; la probabilidad de que esto se produjera ahora era alta?.

El proyecto Cavero

El proyecto, que comenzar¨¢ a estudiarse ma?ana en el Congreso, fue remitido por el Gobierno a las Cortes el pasado 1 de abril y aceptado por la Comisi¨®n de Justicia, ?a los solos efectos de su estudio en comisi¨®n?, el 12 de junio, tras un debate en el que s¨®lo UCD vot¨® a favor (diecisiete votos), el diputado del Grupo Mixto Pi i Sunyer lo hizo en contra, y los dem¨¢s grupos parlamentarios (tambi¨¦n diecisiete votos) se abstuvieron. Con anterioridad se hab¨ªan debatido durante m¨¢s de cuatro horas cuatro enmiendas a la totalidad, que propugnaban la devoluci¨®n del texto al Gobierno, presentadas por los diputados del Grupo Mixto Pi i Sunyer, Pi?ar y Bandr¨¦s, y por el centrista D¨ªez Pin¨¦s.El texto de divorcio ucedista mantiene la filosof¨ªa del partido del Gobierno relativa a que el divorcio no es un derecho fundamental de la persona, aunque s¨ª lo es contraer matrimonio, y se pronuncia por lo que el anterior ministro de Justicia, I?igo Cavero, llam¨® ?un divorcio de constataci¨®n de la ruptura irreparable de la comunidad conyugal?. El proyecto mantiene la necesidad de la separaci¨®n previa para poder acceder al divorcio, contempla unos plazos a guardar tras esta separaci¨®n, pasados los cuales se iniciar¨ªa otro procedimiento para el divorcio, y recoge, aunque huyendo en ocasiones de una terminolog¨ªa expl¨ªcita al respecto, la necesidad de culpabilidad de uno de los c¨®nyuges. Estos extremos han sido duramente criticados por los partidos de izquierda, .grupos de mujeres y diversos sectores progresistas.

El PSOE solicit¨® en la Comisi¨®n de Justicia, por boca del diputado Antonio Sotillo, que el Gobierno se pronunciara sobre cuatro puntos: la reducci¨®n de los plazos previstos para la obtenci¨®n del divorcio; la supresi¨®n de las causas de simulaci¨®n o similares; la supresi¨®n del art¨ªculo 87 del proyecto, que da una amplia discrecionalidad al juez para conceder o denegar el divorcio, y una regulaci¨®n clara que permita que la separaci¨®n pueda hacerse por mutuo acuerdo y conduzca al divorcio sin un nuevo proceso.

El 19 de junio qued¨® designada la ponencia encargada de informar el proyecto de ley de divorcio. Sus integrantes son: Juan Carlos Aguilar (PSA); Enrique M¨²gica, Josep Verde i Aldea, Antonio Sotillo y Virgilio Zapatero, por los grupos socialistas; Jos¨¦ Antonio Escart¨ªn, Mar¨ªa Dolores Pelayo y, Antonio Jim¨¦nez Blanco, por UCD; Josep, Sol¨¦ Barber¨¢ (PCE), Josep Pi i Sunyer (Grupo Mixto) y Juan Antonio de la Vallina (Coalici¨®n Democr¨¢tica).