Italia 1970-1976: la batalla del divorcio

En Italia, la actual ley que permite el divorcio tuvo un camino largo y dif¨ªcil, casi de pel¨ªcula. El primer proyecto de ley lo presentaron los diputados Loris Fortuna (socialista) y Baslini (liberal), por lo que se llam¨® ley Fortuna-Baslini. Esta fue aprobada por el Parlamento, despu¨¦s de muchas pol¨¦micas y compromisos, en noviembre de 1970.Pablo VI recibi¨® la noticia cuando estaba en la otra parte del mundo: en Australia. Apenas aprobada la ley, se constituy¨® un comit¨¦ promotor de un refer¨¦ndum popular para anularla. Temiendo que el refer¨¦ndum pudiera significar una verdadera divisi¨®n del pa¨ªs en cat¨®licos y laicos, y un juicio salom¨®nico entre buenos y malos, e incluso un conflicto entre los mismos cat¨®licos, se hicieron toda una serie de tentativas para evitar el refer¨¦ndum. Una de ellas fue la de modificar la ley. Mientras tanto, el comit¨¦ promotor hab¨ªa recogido ya 1.200.000 firmas, aunque bastaba medio mill¨®n.

En 1971 se logr¨® retrasar el refer¨¦ndum con una serie de subterfugios legales. En 1972 se hicieron las elecciones anticipadas, tambi¨¦n para evitar el refer¨¦ndum. En 1973 se consigui¨® que la corte constitucional, con nuevas sutilezas jur¨ªdicas, parase el refer¨¦ndum. En 1974, la diputada democristiana Carretone present¨® una correcci¨®n, seg¨²n el modelo de la ley polaca: ser¨ªa indisoluble el matrimonio religioso, mientras podr¨ªan divorciarse los casados civilmente. Pero el Parlamento no consigui¨® ponerse de acuerdo, y, finalmente, el 12 de mayo de 1974, los italianos fueron llamados a las urnas para decir s¨ª o no a la ley, ya aprobada por el Parlamento. La victoria del mundo laico junto con los cat¨®licos progresistas fue celebrada en las calles y en las plazas de toda Italia, ya que el resultado -58% a 'favor del divorcio- se consideraba como la demostraci¨®n de la madurez de los italianos, que hab¨ªan sabido defenderse contra el bombardeo clerical. Lo cierto es que en aquella ocasi¨®n ni el Vaticano ni la Conferencia Episcopal se lanzaron a una cruzada. Los obispos italianos apoyaron el refer¨¦ndum, aunque estuvieron siempre divididos sobre la oportunidad del mismo, ya que los cat¨®licos progresistas se hab¨ªan declarado a favor del divorcio, por opinar que los cat¨®licos no deb¨ªan oponerse con una ley a la conciencia de los laicos.