Qasr-el-Eshrin, una ciudad iran¨ª conquistada sin rastro de combates
Un anciano solitario que carga un leve hatillo a las espaldas parece ser uno de los ¨²ltimos habitantes de Qasr-el-Eshrin, la ciudad iran¨ª situada a quince kil¨®metros de la frontera que est¨¢ en poder del Ej¨¦rcito iraqu¨ª desde el pasado jueves.Qasr-el-Eshrin es ahora una ciudad desierta. S¨®lo se pueden ver unas cuantas mujeres y ni?os en los barrios del extrarradio. Unos cuarenta kil¨®metros hacia el interior del territorio iran¨ª, el frente parece estabilizado.
Nada hace creer que esta zona haya vivido hace pocos d¨ªas una dura batalla. ?No hubo casi resistencia. Estaban desmoralizados. Con los tanques que dejaron abandonados en su huida, podr¨ªa formarse una divisi¨®n de carros?, dice un general de brigada del Ej¨¦rcito iraqu¨ª.
Lo cierto es que casi no hay casas destruidas, ni rastro del funcionamiento de la artiller¨ªa, ni veh¨ªculos destripados. El peque?o hospital de Qasr-el-Eshrin est¨¢ completamente desocupado. El polvo que cubre la camilla de primeros auxilios que se encuentra a la entrada hace creer que ha pasado cierto tiempo desde la ¨²ltima vez que fue utilizada.
A veinticinco kil¨®metros de la frontera y s¨®lo diez de Qasr-el-Eshrin se puede ver el ¨²nico edificio que muestra se?ales de violencia: es la sede regional de la radio irar¨ª, que ha sido derribada con un bulldozer. En la carretera, el tr¨¢fico de veh¨ªculos militares es escaso. Los iraqu¨ªes han cesado ya su avance en esta parte del frente y el Ej¨¦rcito denota s¨®lo cierta actividad en las ciudades.
En la carretera que une Qasr-el-Eshrin con la emisora de radio encontramos, por fin, la ¨²nica se?al de lo que, m¨¢s que un combate, parece una peque?a emboscada. Un carro norteamericano MK-60 y un cami¨®n, ambos del Ej¨¦rcito iran¨ª, han quedado seriamente da?ados por el fuego enemigo, en los bordes de la carretera.
Guerra ideol¨®gica
Con la ocupaci¨®n de esta zona, ha comenzado ya una segunda guerra: la guerra ideol¨®gica. En la .avenida central de Qasr-el-Eshrin, cubierta por el polvo que levantan a su paso los carros de combate, los iraqu¨ªes han instalado una biblioteca ambulante, repleta de propaganda pol¨ªtica, y destinada, al parecer, a los ahora inexistentes habitantes de la ciudad, que hasta hace una semana eran m¨¢s de 150.000.
Los retratos del im¨¢n Jomeini y los otros l¨ªderes de la revoluci¨®n iran¨ª han desaparecido de los muros de la zona ocupada por los iraqu¨ªes. La variada iconograf¨ªa del l¨ªder iraqu¨ª, Saddarri Hussein, ha venido a sustituirlos. Saddani est¨¢ presente en todos lados y de todas las maneras posibles: de militar o de civil, con casco o kefia, rodeado de ni?os o en la soledad de su despacho.
El general de brigada que nos acompa?a parece haberse aprendido bien el discurso le¨ªdo por Saddam Hussein, ante la televisi¨®n, el pasado domingo. ?Nosotros no reivindicamos esta zona. La hemos ocupado s¨®lo para hacer presi¨®n frente a los iran¨ªes, para que respeten el acuerdo de Argel de 1975 ?, dice el militar.
Litigio territorial
El ¨²nico litigio territorial existente entre Irak e Ir¨¢n en esta zona central de su frontera com¨²n es una peque?a colina de relativo valor estrat¨¦gico, que los iran¨ªes dominaban hasta el comienzo de esta guerra.
Los iraqu¨ªes no parecen tener mucho inter¨¦s en explicar el sentido que tuvo militarmente abrir este frente, pero las razones resultan casi evidentes: Qasr-el-Eshrin est¨¢ a tan s¨®lo unos doscientos kil¨®metros de Bagdad, y, aunque era poco probable que los iran¨ªes trataran de avanzar por este lado, el Ej¨¦rcito de Irak decidi¨®, quiz¨¢, curarse en salud, rompiendo la frontera enemiga y adentr¨¢ndose medio centenar de kil¨®metros en su territorio.
?Los habitantes de Qasr-el-Eshrin comienzan a volver poco a poco?, grita un oficial iraqu¨ª que trata de hacerse entender sobre el ruido de los motores de los carros de combate que van y vienen por la ciudad. De momento no parece que esta zona vaya a volver a la normalidad de un d¨ªa a otro. Asom¨¢ndose desde una esquina, un grupo de ni?os curiosea el material de guerra iraqu¨ª. Est¨¢n sonrientes: el conflicto les ha librado de la escuela.
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