No tan bellas las artes en Sevilla
En la secci¨®n ?Cartas al director? de EL PAIS de 27 de septiembre, el decano de la facultad de Bellas Artes de Sevilla se refiere a la no renovaci¨®n de mi contrato en dicha facultad de forma notablemente inexacta.Efectivamente, la necesidad de mi contrataci¨®n en Bellas Artes en enero del presente a?o se debi¨® al fallecimiento de un profesor, situaci¨®n que no veo c¨®mo puede ser calificada de provisional.
El procedimiento para ?salvar esta situaci¨®n provisional? ha sido adjudicar una asignatura de Historia del Arte a un profesor contratado en principio para ense?ar ?pedagog¨ªa del dibujo?. Quiz¨¢ este procedimiento solucione alg¨²n problema administrativo (huecos de horarios, etc¨¦tera), pero parece evidente que un centro de rango universitario deb¨ªa tener en cuenta aspectos como la calidad de la ense?anza o los planes de docencia e investigaci¨®n de los departamentos, que, seg¨²n parece, son completamente irrelevantes.
La decisi¨®n de no renovar mi contrato se torna en contra de la opini¨®n de quienes pueden realmente juzgar mi trabajo, es decir, el catedr¨¢tico y director del departamento, Juan Sureda Pons, los restantes miembros del mismo y los alumnos.
Cuando me incorpor¨¦, en enero, a la facultad de Bellas Artes, llamado por Juan Sureda y movido por mi inter¨¦s profesional, que se ha centrado siempre en el an¨¢lisis de las producciones art¨ªsticas, deb¨ª para ello renunciar a mi dedicaci¨®n exclusiva en Filosof¨ªa, conservando tan s¨®lo una dedicaci¨®n normal (13.300 pesetas mensuales). Seg¨²n decisi¨®n de la junta de contrataci¨®n de la facultad de Filosof¨ªa del pasado d¨ªa 19 de septiembre (es decir, antes de que EL PAIS publicara nada sobre el tema), mi dedicaci¨®n en Filosof¨ªa permanece como normal para el curso 1980-1981. Por tanto, cuando el decano dice en su carta que yo volver¨¦ este curso a m¨ª anterior empleo en Filosof¨ªa, o bien no est¨¢ informado, siendo su obligaci¨®n estarlo, o bien pretende hacer pasar una versi¨®n falsa de los hechos.
Resulta sintom¨¢tica la explicaci¨®n que el decano daba recientemente de las protestas que ha suscitado su actuaci¨®n, achac¨¢ndolas a ?m¨®viles extraacad¨¦micos? (lo que m¨¢s bien recuerda ¨¦pocas que cre¨ªamos superadas) y al ?berrinche del que pierde? (Abc de Sevilla
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de 23 de septiembre), expresando as¨ª el poco respeto que le merecen la defensa del puesto de trabajo y de la dedicaci¨®n a una tarea investigadora y docente, as¨ª como de los planes docentes de los departamentos./
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